Creados minirri?ones humanos a partir de c¨¦lulas madre

La investigaci¨®n en medicina regenerativa est¨¢ derribando barreras a buen ritmo 15 a?os despu¨¦s del descubrimiento de las c¨¦lulas madre embrionarias humanas. Tras la generaci¨®n de versiones en miniatura del h¨ªgado y el cerebro, le llega ahora el turno a los minirri?ones humanos. No se trata ya de derivar tal o cual l¨ªnea celular especializada a partir de c¨¦lulas madre, sino de aut¨¦nticos ¨®rganos en 3D, aunque en versi¨®n reducida o primordial, similar a la primera aparici¨®n de esas estructuras durante el desarrollo humano. Todav¨ªa es pronto para pensar en trasplantes, pero los nuevos minirri?ones no solo abren esa posibilidad a medio plazo, sino que tienen fundamentales aplicaciones inmediatas en la b¨²squeda de tratamientos contra la enfermedad renal.

Juan Carlos Izpis¨²a y sus dos equipos del Instituto Salk de California y el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, en colaboraci¨®n con el centro de bioingenier¨ªa CIBER-BBN y el Hospital Cl¨ªnic de la misma ciudad, han logrado crear minirri?ones humanos a partir de los dos principales tipos de c¨¦lulas madre utilizados en investigaci¨®n biom¨¦dica, las embrionarias y las iPS (o de pluripotencia inducida), que se obtienen retrasando el reloj de simples c¨¦lulas de la piel. Publican sus resultados en Nature Cell Biology.

El objetivo final de la medicina regenerativa es obtener tejidos y ¨®rganos para trasplantes, y esta meca cient¨ªfica, con estar a¨²n plagada de obst¨¢culos formidables, sobrevuela la imaginaci¨®n de cualquier investigador del campo. Izpis¨²a reconoce abiertamente que el trabajo de su equipo ¡°genera esperanzas de que un d¨ªa podamos usar nuestras propias c¨¦lulas para regenerar nuestros ¨®rganos enfermos, solucionando con ello la escasez de ¨®rganos para trasplantes¡±.

El avance hace posible reproducir dolencias renales en un laboratorio

Pero ese objetivo ni es el ¨²nico ni ser¨¢ el primero en ver la luz de la pr¨¢ctica biom¨¦dica. Si las c¨¦lulas de la piel se obtienen de un paciente de cualquier enfermedad renal, su conversi¨®n en c¨¦lulas madre iPS y posterior diferenciaci¨®n producir¨¢ un minirri?¨®n humano sobre el que se podr¨¢ investigar con todo el poder anal¨ªtico de la biolog¨ªa molecular y celular contempor¨¢nea: sobre ese ¨®rgano de s¨ªntesis se podr¨¢ hacer todo lo que no se puede hacer con un paciente completo, por dolorosamente obvias razones ¨¦ticas.

Pronto se derivar¨¢ de ello un conocimiento profundo de las causas biol¨®gicas de las enfermedades renales. Y los cient¨ªficos de La Jolla y Barcelona han probado la validez del principio al derivar minirri?ones (el t¨¦rmino t¨¦cnico es primordios renales) de un paciente de enfermedad renal poliqu¨ªstica (PKD, por polycystic kidney disease), un da?o gen¨¦tico progresivo de los ri?ones. Ese material se puede utilizar ya mismo para diseccionar las causas de esa dolencia incurable.

¡°Uno de los aspectos cl¨ªnicos importantes del trabajo¡±, dice uno de los autores, el nefr¨®logo del Hospital Cl¨ªnic Josep Maria Campistol, ¡°es que hace posible reproducir en el laboratorio enfermedades renales humanas y valorar distintas estrategias terap¨¦uticas en modelos in vitro¡±. Campistol dirige el Instituto de Nefrolog¨ªa y Urolog¨ªa de ese hospital barcelon¨¦s.

Los cient¨ªficos esperan tambi¨¦n que los mini¨®rganos generados a partir de c¨¦lulas madre iPS de pacientes sirvan para probar bater¨ªas de peque?as mol¨¦culas ¡ªcandidatos a f¨¢rmacos¡ª que puedan paliar la enfermedad en cuesti¨®n, por ejemplo destruyendo las c¨¦lulas incorrectas, o estimulando las deseables, o corrigiendo alguna reacci¨®n bioqu¨ªmica desencaminada. La utilizaci¨®n de mini¨®rganos, esperan algunos investigadores, puede mejorar y acortar los procedimientos que debe superar un nuevo f¨¢rmaco para llegar al ensayo cl¨ªnico. Esto no es un argumento solo para el ri?¨®n, sino tambi¨¦n para los otros mini¨®rganos que ya se han creado o pronto lo ser¨¢n.

Pero el ri?¨®n era un objetivo predilecto de los investigadores, y en particular de Izpis¨²a. Las enfermedades de este ¨®rgano son muchas y muy extendidas, y a menudo tienen un mal pron¨®stico. El ri?¨®n apenas tiene capacidad para repararse o regenerarse a s¨ª mismo, y muchos pacientes acaban en la cola de los trasplantes, en el caso de que puedan ingresar en ella. Los investigadores esperan que las c¨¦lulas madre puedan ayudar.