Frederick Sanger, dos veces Nobel de Qu¨ªmica
Recibi¨® sendos galardones por desvelar la estructura de la insulina y por poner a punto la t¨¦cnica que permiti¨® la secuenciaci¨®n del genoma
El gran descubrimiento de la biolog¨ªa del siglo XX es que la vida est¨¢ basada en secuencias de peque?as mol¨¦culas. Como la literatura se basa en secuencias de letras, o la computaci¨®n en secuencias de ceros y unos. Los genes son ristras de bases (a, g t, c, las cuatro letras del ADN), y de su secuencia exacta (gtaactc¡) deriva su significado. Y el significado son las prote¨ªnas, de cuya secuencia de amino¨¢cidos depende por completo su funci¨®n, aunque solo despu¨¦s de un plegamiento en 3D que genera un caleidoscopio de geometr¨ªas complejas y sutiles. La vida es forma, pero la forma se codifica como secuencia, al igual que en la literatura. El cient¨ªfico que logr¨® leer esas secuencias de las prote¨ªnas y los genes, los textos que subyacen a toda biolog¨ªa, Fred Sanger (Rendcomb, Inglaterra, 1918) muri¨® el martes en Cambridge, Reino Unido.
Sanger vivi¨® en primera persona los grandes avances de la biolog¨ªa molecular, la revoluci¨®n de las ciencias de la vida que se gest¨® en el ecuador del siglo pasado, y de la que provienen directamente los actuales proyectos genoma. Siempre estuvo muy atento no solo a los saltos conceptuales de ese campo ¡ªen Cambridge trabaj¨® muy cerca de Max Perutz, Francis Crick y otros de sus art¨ªfices¡ª, sino tambi¨¦n a las innovaciones t¨¦cnicas que pod¨ªan llevar a la pr¨¢ctica esas ideas. Los avances t¨¦cnicos que logr¨® Sanger le han convertido en uno de los cuatro cient¨ªficos que han recibido dos premios Nobel, y el ¨²nico que ha logrado dos veces el de Qu¨ªmica.
Alguien deber¨ªa compilar una lista de hijos de m¨¦dico que le salan rana a sus padres y se hacen cient¨ªficos. Darwin es un caso notorio, Sanger otro. Tanto su madre, que ven¨ªa de un linaje que hab¨ªa hecho fortuna con la manufactura del algod¨®n, como el resto de su familia esperaban que siguiera el ejemplo de su padre, llamado como ¨¦l Frederick Sanger, y se hiciera m¨¦dico como las personas respetables. Pero el joven Fred, en 1936, se matricul¨® en el St. John College de Cambridge para estudiar F¨ªsica y Qu¨ªmica. Su carrera ha seguido asociada a esa ciudad brit¨¢nica hasta su muerte.
Los primeros trabajos de Sanger se centraron en la insulina, una peque?a prote¨ªna. En los cuarenta, muchos bioqu¨ªmicos pensaban que las prote¨ªnas no eran entidades qu¨ªmicas limpias, sino mezclas complejas y variables, y por tanto impermeables al an¨¢lisis qu¨ªmico. Sanger mostr¨® que se equivocaban en un an¨¢lisis detectivesco que le llev¨® a determinar en qu¨¦ consist¨ªa la estructura de la insulina, y de paso de cualquier otra prote¨ªna. Demostr¨® que las prote¨ªnas eran rosarios de amino¨¢cidos y aport¨® de paso la primera secuencia de una prote¨ªna, la insulina. Por este trabajo recibi¨® su primer Nobel, en 1958.
Su segundo Nobel lleg¨® 22 a?os m¨¢s tarde, en 1980, y, por expresarlo con brutal brevedad, fue por hacer lo mismo con la otra gran macromol¨¦cula biol¨®gica, el ADN, que constituye los genes. Como antes con la insulina, Sanger logr¨® esta vez un m¨¦todo brillante y eficaz para leer (secuenciar, en la jerga) el ADN. Este es el fundamento de esas ya c¨¦lebres tgaagcct¡ que, en n¨²mero de 3.000 millones, constituyen nuestro genoma, y el de cualquier otro ser vivo del planeta Tierra.
El m¨¦todo de Sanger para secuenciar ADN no fue el ¨²nico ¡ªy as¨ª lo reconoci¨® la Academia Sueca al hacerle compartir el premio¡ª, pero, visto en retrospectiva, es probablemente el que ha resultado m¨¢s ¨²til y fruct¨ªfero. La tecnolog¨ªa para secuenciar ADN ha dado un salto de gigante en los ¨²ltimos a?os, pero hasta hace poco ha seguido utilizando el m¨¦todo de lectura de Sanger. Tambi¨¦n puede decirse que la t¨¦cnica de Sanger es la m¨¢s elegante, pues se basa en principios biol¨®gicos muy fundamentales. M¨¢s que imponerse a la naturaleza, toma partido de ella, o la enga?a como los buenos yudocas.
El nodo brit¨¢nico del proyecto genoma p¨²blico se llama Sanger. No pod¨ªa ser de otra forma.
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