En el cerebro de un disl¨¦xico
Una investigaci¨®n demuestra que los afectados por el trastorno tienen menos conectados los m¨®dulos ling¨¹¨ªsticos de la mente El hallazgo cambia la forma de entender y abordar la patolog¨ªa
La dislexia es cualquier cosa menos un trastorno raro: se estima que afecta al 10% de la poblaci¨®n, o 700 millones de personas en el mundo. D¨¦cadas de investigaciones psicol¨®gicas han localizado el problema en las representaciones fon¨¦ticas del cerebro, que estar¨ªan distorsionadas en los disl¨¦xicos. Un estudio de imagen cerebral con 22 voluntarios sin este trastorno y 23 disl¨¦xicos demuestra ahora que las representaciones fon¨¦ticas en el cerebro est¨¢n completamente intactas, y que la verdadera raz¨®n de la dislexia es un d¨¦ficit en su conexi¨®n con las otras 13 ¨¢reas cerebrales implicadas en el procesamiento de alto nivel del lenguaje. Las terapias del futuro deber¨¢n basarse, proponen los autores, en mejorar esa conectividad.
D¨¦cadas de estudios culpaban a las representaciones fon¨¦ticas
La dislexia consiste en una dificultad para aprender a leer con fluidez y comprendiendo bien el texto, pese a que los afectados tienen una inteligencia no verbal normal, o a menudo alta. La disfunci¨®n no es espec¨ªfica de la lectura, porque el disl¨¦xico suele encontrar la misma dificultad para procesar el lenguaje hablado, y para pronunciarlo. Los psic¨®logos han localizado el problema en el cart¨®grafo cerebral que se ocupa de clasificar el magma sonoro del mundo real como un mapa de solo unas decenas de fonemas, las unidades b¨¢sicas de cualquier lenguaje humano.
Radiograf¨ªa de la dislexia
- La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de car¨¢cter persistente y espec¨ªfico, que se da en ni?os que no presentan ning¨²n impedimento f¨ªsico, ps¨ªquico ni sociocultural.
- Es la causa m¨¢s com¨²n de las dificultades de leer, escribir y deletrear.
- Unos 700 millones de personas, el 10% de la poblaci¨®n, son disl¨¦xicas.
- Uno de cada cinco estudiantes tiene dificultades para el aprendizaje.
- Menos de un tercio de los ni?os con problemas de lectura reciben tratamiento espec¨ªfico en las escuelas.
- Afecta a un mayor n¨²mero de hombres que de mujeres.
- La dislexia tiene un fuerte componente hereditario.
- Los disl¨¦xicos ven afectada su coordinaci¨®n motora, el c¨¢lculo mental, la concentraci¨®n y la organizaci¨®n personal.
- Es habitual que presenten hiperactividad, dispraxia o d¨¦ficit de atenci¨®n asociados al trastorno.
- Un estudio de 2012 apuntaba a que los nacidos en oto?o que comienzan el colegio a una menor edad presentan un mayor ¨ªndice de afectaci¨®n.
- Idiomas como el espa?ol, con una fon¨¦tica m¨¢s regular, dificultan la detecci¨®n de la dislexia. En ingl¨¦s, por ejemplo, donde a una letra le corresponden varios sonidos, el diagn¨®stico es m¨¢s precoz.
Las letras del lenguaje escrito son intentos humanos de mapear los fonemas como s¨ªmbolos, m¨¢s o menos acertados en seg¨²n qu¨¦ lengua. Pero mientras que la facultad del habla est¨¢ en los genes ¡ªes uno de los grandes patrimonios gen¨¦ticos comunes a toda la humanidad¡ª, la escritura es una invenci¨®n con solo unos milenios de historia.
Los fonemas est¨¢n en los genes, y las letras est¨¢n en la cultura. Pero la dificultad de leer del disl¨¦xico no tiene que ver con la visi¨®n de las letras, sino con los fonemas que las letras significan. De ah¨ª que una dificultad de lectura tenga un fuerte componente gen¨¦tico. La dislexia tiende a agruparse en familias, y es el triple de com¨²n en hombres que en mujeres.
El neurocient¨ªfico Bart Boets y sus colegas de la Universidad Cat¨®lica de Lovaina, el University College de Londres, la Universidad de Oxford y el ETH de Z¨²rich han utilizado las t¨¦cnicas m¨¢s avanzadas para examinar el cerebro en acci¨®n de una muestra notable (45 personas) de voluntarios disl¨¦xicos y normales (enti¨¦ndase normales en el sentido de que representan al 90% de la poblaci¨®n mundial). Ello incluye la resonancia magn¨¦tica funcional, que cartograf¨ªa (o ilumina) las zonas del cerebro activas mientras el paciente hace tareas de lectura y dem¨¢s, y las modernas t¨¦cnicas de computaci¨®n que permiten detectar la conectividad entre unas zonas y otras: tanto las conexiones estructurales, o estables, como las funcionales que dependen de la tarea. Presentan sus resultados en Science.
La dislexia afecta al 10% de la poblaci¨®n, unos 700 millones de personas
Estas t¨¦cnicas de alta resoluci¨®n biol¨®gica les han permitido ver lo que pasa en las partes relevantes del cerebro mientras los disl¨¦xicos y los controles procesan el lenguaje. Como casi toda facultad mental, la representaci¨®n de los fonemas ocupa un lugar concreto e identificable en el c¨®rtex cerebral: por una vez donde cabr¨ªa esperar, cerca de las orejas, y llamado c¨®rtex auditivo primario y secundario. La actividad cerebral all¨ª se ha revelado tan robusta y precisa en los disl¨¦xicos como en los controles. Hasta aqu¨ª la resonancia magn¨¦tica funcional.
Pero los mapas de conectividad han revelado una diferencia consistente entre los dos grupos de voluntarios. Los mapas de fonemas (el c¨®rtex auditivo primario y secundario) se conectan normalmente con fuerza a las ¨¢reas ling¨¹¨ªsticas de alto nivel, situadas en otra estructura distinta, el giro frontal inferior, cerca de la sien. Aqu¨ª se cuecen los an¨¢lisis sint¨¢cticos y las asignaciones sem¨¢nticas que se estudian en la escuela, y que son las que dan sentido al lenguaje. Es la conexi¨®n del c¨®rtex auditivo con estos procesadores de alto nivel la que est¨¢ debilitada en las personas disl¨¦xicas.
Los afectados tienen problemas para aprender a leer y para hablar
No todos los neurocient¨ªficos est¨¢n convencidos, sin embargo, de que la dislexia sea por completo independiente de la representaci¨®n fon¨¦tica, o habilidad para distinguir claramente un fonema de otro. El neur¨®logo Michael Merzenich, de la Universidad de California en San Francisco, se?ala en la revista Science que ¡°d¨¦cadas de trabajo muy extenso y convincente¡± han mostrado que las personas con dislexia distinguen las representaciones fon¨¦ticas con menos fidelidad de lo normal. Merzenich y otros cient¨ªficos no relacionados con el estudio consideran que las distinciones fon¨¦ticas utilizadas en la investigaci¨®n de Lovaina no son lo bastante finas.
Pero otros expertos s¨ª parecen m¨¢s impresionados por el nuevo trabajo, como el cient¨ªfico cognitivo Franck Ramus, de la ?cole Normale Sup¨¦rieure de Par¨ªs: ¡°Es el estudio m¨¢s concluyente que he visto en el campo en los ¨²ltimos cinco a?os; los resultados, de ser ciertos, modifican nuestro entendimiento de la dislexia de manera notable¡±. Ramus ve implicaciones para los programas de entrenamiento auditivo que se usan actualmente contra la dislexia.
Algunos cient¨ªficos cuestionan las conclusiones del trabajo
¡°En las sociedades alfabetizadas actuales¡±, dice Boets, el primer autor del estudio, ¡°las dificultades para leer y escribir no solo afectan a la educaci¨®n y el desarrollo cognitivo, sino que tambi¨¦n tienen un gran impacto en el bienestar socio-emocional, las oportunidades de trabajo y otros aspectos¡±.
El neurocient¨ªfico de Lovaina explica que, en la mayor¨ªa de las lenguas, el sistema de escritura es alfab¨¦tico, o una correspondencia entre las unidades b¨¢sicas del habla (los fonemas) y los s¨ªmbolos visuales (letras o grafemas). La mayor¨ªa de los ni?os pueden as¨ª aprender a leer y escribir estudiando las reglas de correspondencia entre fonemas y grafemas. ¡°Pero este proceso requiere cierto entendimiento de la estructura sonora, o fonol¨®gica, del lenguaje, y aqu¨ª es donde reside la dificultad de los disl¨¦xicos¡±, concluye Boets.
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