Uruguay aprueba una ley in¨¦dita para regular el comercio de marihuana
El Estado otorgar¨¢ licencias para cultivarla y venderla en farmacias El Gobierno calcula que saldr¨¢ al mercado por un d¨®lar cada gramo
Uruguay ha hecho historia este martes al aprobar una novedosa ley para regular la producci¨®n, distribuci¨®n y venta de marihuana, una medida ¨²nica en el mundo, no exenta de pol¨¦mica. La aprobaci¨®n del texto en el Senado convierte a este pa¨ªs de 3,3 millones de habitantes en el primero en legislar en este sentido en un momento en el que se plantean nuevos m¨¦todos para combatir el narcotr¨¢fico en Am¨¦rica Latina.
El proyecto de ley, que fue aprobado el 31 de julio en la C¨¢mara de Representantes con un ajustado resultado, pas¨® su ¨²ltimo tr¨¢mite en el Senado con 16 votos a favor - todos los senadores del gubernamental Frente Amplio - y 13 en contra. Tras un debate de 13 horas, el resultado fue recibido con aplausos en la tribuna y gritos de ¡°Uruguay, Uruguay¡± por los activistas que esperaban fuera para escuchar el resultado.
La ley permitir¨¢ a los mayores de 18 a?os el cultivo dom¨¦stico de hasta seis plantas de cannabis, con un m¨¢ximo de 480 gramos de producci¨®n anual. Adem¨¢s, se permite el cultivo en clubes de membres¨ªa con entre 15 y 45 socios (con un m¨¢ximo de 99 plantas) y la venta en farmacias autorizadas de un m¨¢ximo de 40 gramos al mes para cada comprador, que tendr¨¢ que anotarse previamente en un registro obligatorio.
La regulaci¨®n del cannabis en Uruguay se suma a una serie de leyes liberales que ha aprobado el pa¨ªs en el ¨²ltimo a?o como la despenalizaci¨®n del aborto y el matrimonio homosexual.
El gubernamental Frente Amplio defendi¨® en la C¨¢mara Alta que el objetivo de la ley es ¡°minimizar los riesgos y reducir los da?os del uso del cannabis¡±. La sustancia representa el 80% del total de las drogas en Uruguay, donde las autoridades estiman que hay unos 120.000 usuarios de cannabis, aunque las asociaciones aseguran que la cifra alcanza los 200.000.
En una sesi¨®n que fue seguida por decenas de periodistas de todo el mundo, el senador frenteamplista Roberto Conde defendi¨® la medida alegando que ¡°los problemas que genera el narcotr¨¢fico en Uruguay no pueden esperar a los consensos de los organismos multilaterales¡± y la ¡°ineficiencia¡± de los enfoques de ¡°criminalizaci¨®n y el castigo¡± ha llevado al Gobierno de Jos¨¦ Mujica a explorar otras v¨ªas con esta droga.
Clubes para fumar
Holanda. La legislaci¨®n holandesa es un caso ¨²nico en Europa. La capital de este pa¨ªs, ?msterdam, es de hecho considerada el para¨ªso del turismo del porro. La normativa permite el consumo de cannabis dentro de los llamados coffeeshops, aunque el anterior Gobierno de centroderecha aprob¨® una ley para exigir desde 2012 un carn¨¦ de socio y ser residente en el pa¨ªs para poder fumar en estos locales. El actual Ejecutivo de centroizquierda suprimi¨® a principios de este a?o la obligaci¨®n de ser socio, aunque mantuvo la obligaci¨®n de residir en el pa¨ªs. No obstante, el Ayuntamiento de ?msterdam ha decidido aplicar el margen de maniobra que le permite la ley nacional para seguir permitiendo a los turistas la entrada a estos establecimientos. De los siete millones de visitantes anuales que tiene la ciudad, un mill¨®n y medio sigue acudiendo a ellos.
Alemania. Hace apenas dos semanas los gobernantes de un distrito de Berl¨ªn decidieron legalizar la compra y consumo de cannabis y marihuana en coffeeshops, establecimientos autorizados similares a los holandeses. La medida, que a¨²n debe pasar un tr¨¢mite antes de ser aprobada, pretende acabar con el tr¨¢fico de drogas y la criminalidad creciente en el distrito.
Espa?a. Los coffeeshops no son legales en Espa?a, pero existen muchos clubes privados, sobre todo en las grandes ciudades, que gestionan plantaciones colectivas de cannabis para producir la marihuana y el hach¨ªs que consumen los socios en sus locales. El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que va a poner freno a la proliferaci¨®n de estas asociaciones con inspecciones para comprobar si, como dicen muchos en sus estatutos, tienen fines terap¨¦uticos. El vac¨ªo legal se evidenci¨® a principios de 2012, durante la pol¨¦mica que gener¨® la intenci¨®n del Ayuntamiento de Rasquera (Tarragona) de ceder unos terrenos a uno de estos clubes para que plantara marihuana. Una sentencia judicial anul¨® la cesi¨®n, aunque el alcalde la ha recurrido. El Parlamento vasco ha abierto un debate para decidir si debe regularse la actividad de estas asociaciones.
M¨¦xico. Una propuesta del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD, de izquierdas) para despenalizar el consumo terap¨¦utico de marihuana en la capital, donde es fuerza mayoritaria, ha encendido el debate en el pa¨ªs. Los progresistas quieren extender su propuesta a todo el territorio nacional.
El legislador afirm¨® que la ley busca un equilibrio entre la libertad del individuo y su integridad f¨ªsica, y solucionar la "incongruencia jur¨ªdica" existente. En Uruguay est¨¢ permitido el consumo de marihuana pero no su producci¨®n y comercializaci¨®n, algo que, seg¨²n los defensores de la norma, llevaba al usuario a recurrir al mercado ilegal. ¡°No se trata de crear un mercado de marihuana, se trata de regular el mercado que ahora est¨¢ en manos del narcotr¨¢fico¡±.
El proyecto de ley, que fue aprobado el 31 de julio en la C¨¢mara de Representantes con un ajustado resultado, sigue sin convencer a la oposici¨®n. Esta defiende que la medida minimiza los ¡°peligros¡± de la marihuana y los ¡°efectos irreversibles a largo plazo¡±, como el impacto en el aprendizaje, seg¨²n dijo el senador del Partido Colorado, Alfredo Solari, m¨¦dico y exministro de Salud. Seg¨²n la Junta Nacional de Drogas, el 80% de los j¨®venes que admiti¨® haber probado la marihuana lo hizo por ¡°curiosidad¡±.
La oposici¨®n tach¨® el proyecto de ¡°improvisado¡± y augur¨® un ¡°fracaso¡± que puede llevar a la ¡°ingobernabilidad¡± del mercado, en vez de a su control. Una de las preocupaciones de los partidos de oposici¨®n es c¨®mo se va a ejercer el control para evitar la venta irregular de marihuana legal. Si bien para tener acceso a la marihuana hay que inscribirse en un registro oficial y no habr¨¢ coffee shops al estilo de ?msterdam -puesto que la ley antitabaco proh¨ªbe fumar en espacios p¨²blicos cerrados-, el senador Jorge Larra?aga del Partido Nacional se pregunt¨® qu¨¦ pasar¨¢ con el excedente que tengan los consumidores uruguayos y c¨®mo van a asegurarse de que no habr¨¢ un mercado irregular de la ¡°marihuana estatal¡±.
El debate tambi¨¦n gir¨® en torno a las declaraciones de Mujica a los medios, que se ha referido a esta ley como un ¡°experimento¡± y ha reconocido que ¡°totalmente preparados no estamos¡±. Adem¨¢s, ha pedido a la comunidad internacional que contribuya para que funcione y se ha mostrado dispuesto a dar marcha atr¨¢s si la ley no da resultados. El senador del partido colorado Pedro Bordaberry contest¨® a este planteamiento que ¡°los uruguayos no somos cobayas¡±.
En respuesta al argumento de la lucha contra las drogas, Solari se?al¨® que ¡°Montevideo no es Tijuana, ni Uruguay es Paraguay. Nosotros no estamos en el epicentro de la lucha contra las drogas, ni nada que se le parezca¡± , dijo y advirti¨® que Uruguay puede convertirse en ¡°un foco de difusi¨®n internacional como lo temen nuestros pa¨ªses vecinos¡±. Debido a la atenci¨®n que ha suscitado esta medida internacionalmente, el senador dijo a los pa¨ªses que ven con buenos ojos esta ley que ¡°si las consecuencias fueran negativas, tengan la misma disposici¨®n a colaborar en su correcci¨®n y mitigar secuelas que puedan llegar a ser irreversibles¡±.
Todav¨ªa quedan asuntos pendientes como qu¨¦ tipo de semilla se cultivar¨¢, c¨®mo se realizar¨¢ el registro de los usuarios (algo que ha generado reticencia entre los consumidores) y pendiente el precio final. El Gobierno busca ofrecer una marihuana m¨¢s barata y de mejor calidad que la que se consigue en el mercado ilegal. La Junta Nacional de Drogas de Uruguay ha adelantado que, para que el producto sea competitivo, se calcula que saldr¨¢ al mercado con un precio de un d¨®lar por gramo.
Una vez sancionada la ley, el Ejecutivo tiene 120 d¨ªas para elaborar la reglamentaci¨®n con la que se espera que queden despejadas estas dudas. Si el proceso sigue estos plazos, las primeras licencias concedidas por el Gobierno y los primeros cultivos amparados bajo esta ley podr¨ªan comenzar a plantarse en el segundo semestre de 2014. Sobre la participaci¨®n del Estado en la producci¨®n, el prosecretario de Presidencia, Diego Canepa, coment¨® a un grupo de periodistas en los pasillos que ¡°el Estado puede llegar a producir marihuana en parte, pero tambi¨¦n est¨¢ pensado dar un r¨¦gimen muy controlado de licencias¡± a trav¨¦s el Instituto de Regulaci¨®n y Control del Cannabis (IRCCA), que se crea para controlar que se cumplan las normas y va a ser el que otorgue las licencias para la producci¨®n, la comercializaci¨®n y la distribuci¨®n. ¡°Es parte de lo que vamos a anunciar en la reglamentaci¨®n¡±, se?al¨®.
Con ambiente festivo, los partidarios de la ley se concentraron en las puertas del palacio legislativo con una gran pancarta verde en la que se le¨ªa: ¡°Cultivando la libertad Uruguay Crece¡±. ¡°Hoy es un momento para festejar, para estar contento porque es un d¨ªa hist¨®rico, hoy es el ¨²ltimo d¨ªa de la prohibici¨®n global. Es la primera vez que se desaf¨ªa a las convenciones de esta manera y desarrolla una pol¨ªtica de regulaci¨®n del mercado¡±, se?al¨® a este diario Mart¨ªn Collado, portavoz de la plataforma Regulaci¨®n Responsable que ha defendido el proyecto de ley durante un proceso que ha durado m¨¢s de a?o y medio.
Despu¨¦s de m¨¢s de un a?o y medio de debate, la poblaci¨®n todav¨ªa parece no estar muy convencida con el proyecto. Si bien el porcentaje de ciudadanos a favor de la marihuana m¨¦dica aument¨® al 74%, seg¨²n la consultora Equipos Mori, el 61% de la poblaci¨®n se manifest¨® en contra de la ley en la ¨²ltima encuesta realizada por la consultora CIFRA en septiembre. El porcentaje es casi similar al de julio de 2012, cuando la oposici¨®n era del 66 %. La ley cuenta adem¨¢s con la oposici¨®n de los qu¨ªmicos farmac¨¦uticos, contrarios a que la marihuana para uso recreativo sea vendida en las farmacias.
Miles de persona festejan la aprobaci¨®n de la ley
En un ambiente festivo, las organizaciones prolegalizaci¨®n y los partidarios de la ley que regula el cultivo, la distribuci¨®n y el consumo de la marihuana en Uruguay celebraron a las puertas del Palacio Legislativo la aprobaci¨®n de la primera ley de este tipo en el mundo.
Con tambores a ritmo de candombe, petardos y el tema Legalizaci¨®n del grupo de m¨²sica espa?ol Ska-P de fondo, miles de personas se concentraron en torno a una gran pancarta verde en la que se pod¨ªa leer "Cultivando la libertad Uruguay Crece".
¡°Vengo porque no puedo creer esto. Para m¨ª, que me cri¨¦ en el miedo y que ten¨ªa miedo de que a mis hijos les pudiera pasar algo, es un paso muy importante que est¨¢ dando Uruguay. Me siento muy feliz¡±, dijo a este diario Cecilia L¨®pez, de 57 a?os, quien sosten¨ªa uno de los extremos de la gran pancarta.
L¨®pez tiene dos hijos de 25 y 21 a?os y aconseja a los padres ¡°que no tengan miedo, que conversen con los hijos¡±. En su opini¨®n, m¨¢s all¨¢ del tema del narcotr¨¢fico o de la ¨¦tica esta ley aborda una cuesti¨®n de ¡°libertad del individuo¡±. ¡°Espero que a Uruguay le vaya bien y podamos ampliar la experiencia a otros lugares del mundo¡±.
La ley permite a los mayores de 18 a?os acceder a la marihuana mediante el cultivo dom¨¦stico -con un l¨ªmite de seis plantas por persona-, el cultivo en clubes regulados o compr¨¢ndola en farmacias autorizadas, con un tope de 40 gramos mensuales por persona y previa inclusi¨®n en un registro.
Est¨¢ prohibido fumar marihuana en espacio p¨²blicos cerrados, tal y como recoge la ley antitabaco, y publicitar la sustancia. Ser¨¢ el Estado el que conceda licencias para producir marihuana y autorizar los puntos de venta.
Otra pareja de j¨®venes - Mariana, de 21 a?os, y Gast¨®n, de 19 a?os - tambi¨¦n celebra la aprobaci¨®n de la ley sobre la que, aseguran, se han estado informando. ¡°Hemos visto encuestas, foros en internet y esta ley es buena para nosotros¡±. Gast¨®n asegura que ¡°no molestamos a nadie. Y quien no quiera, que no consuma¡± a la vez que ¡°nosotros nos sentimos m¨¢s libres¡±.
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