¡°La ultraderecha y el nacionalcatolicismo han ganado la batalla¡±
La responsable de Igualdad con Zapatero cree que la reforma se debe a un pacto entre Gobierno, la Conferencia Episcopal y los grupos provida
¡°La ultraderecha y el nacionalcatolicismo han ganado la batalla¡±, sentencia Soledad Murillo, responsable de las pol¨ªticas de Igualdad en el primer Ejecutivo de Rodr¨ªguez Zapatero (2004- 2008) y art¨ªfice de las leyes de Violencia de G¨¦nero e Igualdad. Sit¨²a esas fuerzas dentro del propio Gobierno y cree, adem¨¢s, que la reforma restrictiva del aborto tiene mucho que ver con ¡°un pacto impl¨ªcito entre el Gabinete de Rajoy, la Conferencia Episcopal y los grupos provida¡±; un pacto que se produce ¡°precisamente cuando el papa Francisco ha calificado como ¡®obsesi¨®n¡¯ la lucha contra el aborto¡±. ¡°Las espa?olas volver¨¢n a tener que viajar al extranjero para interrumpir la gestaci¨®n¡±, advierte.
¡°Hemos vuelto a los a?os ochenta del siglo pasado¡±, critica Murillo, veterana feminista. Esta ¡°involuci¨®n¡± desplaza a Espa?a hasta situarla ¡°al nivel de los pa¨ªses de la UE con legislaciones m¨¢s restrictivas sobre interrupci¨®n del embarazo¡±. ¡°Ahora el Gobierno limita el aborto a dos supuestos que son irrenunciables, seg¨²n la doctrina de Naciones Unidas: la violaci¨®n y el peligro para la salud de la madre¡±. Pero adem¨¢s, introduce ¡°obst¨¢culos a?adidos¡±, como la necesidad de dos dict¨¢menes m¨¦dicos y la ampliaci¨®n del plazo de reflexi¨®n de tres a siete d¨ªas. ¡°El resultado es que se criminaliza a las mujeres que quieran interrumpir la gestaci¨®n¡±, asegura esta experta. A?ade otra objeci¨®n: con la reforma se perder¨¢ el contenido sobre prevenci¨®n del embarazo y aliento a la educaci¨®n sexual que s¨ª figuraba en la legislaci¨®n de 2010, la que estableci¨® el aborto como derecho ¡ªsin necesidad de tener que alegar causas en las primeras 14 semanas¡ª. Murillo tambi¨¦n lamenta las futuras limitaciones al aborto que establece la ley Gallard¨®n cuando haya malformaci¨®n del feto.
¡°La nueva ley genera una enorme incertidumbre entre las mujeres. El ministro debe explicar qu¨¦ es eso de que no habr¨¢ reproche penal, porque el C¨®digo Penal no reprocha, sino que castiga. ?Qu¨¦ pasar¨¢ adem¨¢s si alguna cl¨ªnica privada orilla la ley?¡±, plantea la soci¨®loga. Cree que las espa?olas volver¨¢n a verse obligadas a viajar al extranjero para interrumpir la gestaci¨®n, como ocurr¨ªa antes de la despenalizaci¨®n de 1985. ¡°All¨ª podr¨¢n hacerlo sin sentirse victimizadas y sin tener que dar razones¡±, puntualiza. Recuerda que, hist¨®ricamente, en la gran mayor¨ªa de los abortos se ha aducido el riesgo psicol¨®gico para la mujer, un supuesto que quedar¨¢ muy limitado con la contrarreforma del PP.
¡°Hay una involuci¨®n general en lo que a derechos de las mujeres se refiere¡±, concluye Murillo. A la restricci¨®n al aborto suma la ¡°derogaci¨®n de facto¡± de la Ley de Dependencia ¡ªmiles de mujeres han dejado de cotizar como cuidadoras y no hay nuevos beneficiarios¡ª o la intenci¨®n de que las amenazas en violencia machista dejen de ser delito para convertirse en falta.
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