Anomal¨ªas grav¨ªsimas e incurables pero no mortales, sin amparo
El aborto por malformaci¨®n precisar¨¢ un informe sobre la mujer y otro sobre el feto
La mujer no podr¨¢ abortar alegando un diagn¨®stico fetal de s¨ªndrome de Down. Pero tampoco podr¨¢ hacerlo como causa de que al hijo que espera le hayan diagnosticado una anomal¨ªa en los surcos cerebrales, considerada extremadamente grave. Aunque ello perjudique su salud mental. La nueva ley del aborto suprime el supuesto de interrupci¨®n del embarazo por anomal¨ªa fetal. Sin embargo, deja la puerta abierta a que la mujer pueda someterse a esa intervenci¨®n si prueba que enfrentarse a un embarazo de un feto ¡°incompatible con la vida¡± supone un riesgo psicol¨®gico para su salud. Deber¨¢ contar con un informe m¨¦dico que certifique ese da?o y otro que pruebe el car¨¢cter mortal de la malformaci¨®n. Podr¨¢ hacerlo hasta la semana 22, como marca la ley, o despu¨¦s de ese tiempo si la patolog¨ªa no ha sido detectada antes ¡°con un diagn¨®stico certero¡±.
Una m¨¦dica alerta: ¡°Habr¨¢ que volver a viajar para poner fin al embarazo¡±
La definici¨®n de que la anomal¨ªa es ¡°incompatible con la vida¡± se har¨¢, precis¨® este viernes el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, siguiendo las indicaciones de la Sociedad Espa?ola de Ginecolog¨ªa y Obstetricia (SEGO). El comit¨¦ bio¨¦tico de esta organizaci¨®n define la anomal¨ªa fetal incompatible con la vida como ¡°aquella que previsiblemente o habitualmente se asocia con la muerte del feto o del reci¨¦n nacido durante el periodo neonatal, aunque en condiciones excepcionales la supervivencia sea mayor¡±. La anencefalia (nacer si cerebro o cr¨¢neo), por ejemplo s¨ª entra dentro de este diagn¨®stico.
Esta pauta, sin embargo, deja fuera anomal¨ªas extremadamente graves e incurables que hasta ahora s¨ª amparaba la ley sin l¨ªmite de plazo. Patolog¨ªas que aunque, como define la SEGO, tengan una ¡°alta probabilidad de mortalidad tras el nacimiento y un desarrollo neurol¨®gico profundamente deficiente o de dependencia extrema para el desarrollo de su vida posnatal¡± no quedar¨ªan cubiertas.
¡°Quedar¨ªan fuera, por ejemplo, algunas infecciones del sistema nervioso central producidas por el citomegalovirus o la toxoplasmosis, algunas cardiopat¨ªas, sobre todo las dilatadas. Algunas pueden no dar la cara hasta el tercer trimestre del embarazo¡±, explica la experta en diagn¨®stico prenatal Pilar Mart¨ªnez-Ten.
Si dentro de las 22 primeras semanas de gestaci¨®n la mujer ocultase la patolog¨ªa fetal y alegara riesgo para su salud ps¨ªquica ¡ªy lograse que dos m¨¦dicos lo confirmaran¡ª podr¨ªa abortar, pero se perder¨ªa informaci¨®n muy valiosa sobre el diagn¨®stico prenatal que podr¨ªa arrojar luz en futuros embarazos complicados.
Mart¨ªnez-Ten alerta de que con la nueva ley las mujeres con un diagn¨®stico tard¨ªo de una patolog¨ªa fetal que no sea mortal, pero s¨ª grav¨ªsima, tendr¨¢n que verse obligadas a viajar al extranjero para someterse a esta intervenci¨®n. Como hasta 2010, cuando el aborto por malformaci¨®n solo se permit¨ªa hasta la semana 22 de gestaci¨®n. ¡°Y eso tiene un alto riesgo, no estamos hablando de una intervenci¨®n m¨¦dica como la que se hace en las primeras semanas de embarazo, sino de una prestaci¨®n sanitaria compleja que puede llegar a costar unos 5.000 euros¡±, dice. ¡°Y tampoco todas las mujeres tienen las v¨ªas para poder costearla¡±, mantiene. Hasta 2010 las familias acud¨ªan a Par¨ªs o Toulouse. Francia permite la interrupci¨®n voluntaria del embarazo sin plazo para anomal¨ªas extremadamente graves o incompatibles con la vida si un comit¨¦ confirma el diagn¨®stico. El mismo sistema de Espa?a ¡ªque tiene comit¨¦s de expertos designados por las autonom¨ªas¡ª, que el Gobierno derogar¨¢.
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