Los maestros intentan salir de la lista de ¡°profesiones m¨¢s pat¨¦ticas¡± de Brasil
El Plan de Educaci¨®n mejora los salarios de los profesionales, pero no garantiza un plan de carrera Si no es modificado, el proyecto beneficiar¨¢ m¨¢s a la sempresas privadas para garantizar cantidad y no calidad
Una gran cantidad de dinero puede ir a parar a la educaci¨®n en Brasil en los pr¨®ximos diez a?os, seg¨²n el Plan Nacional de Educaci¨®n, aprobado por Senado y que puede ser sancionado hasta febrero por la C¨¢mara de Diputados. Si se dedicase a la ense?anza el 10% del Producto Interior Bruto del pa¨ªs, como prev¨¦ el plan, el porcentaje representar¨ªa nada menos que 440.000 millones de reales (unos 185.000 millones de d¨®lares), teniendo como base el PIB de 2012. Hoy, el pa¨ªs invierte el equivalente al 5% del PIB. Lo que parece una buena noticia, sin embargo, frustra a los expertos, pues beneficia a la cantidad y no a la calidad de la ense?anza.
Si el tema no se trata con la seriedad debida, el oficio de profesor se mantendr¨¢ en la lista de las ¡°profesiones m¨¢s pat¨¦ticas de Brasil¡±. As¨ª describi¨® la ense?anza la escritora Vanessa Barbara en un art¨ªculo en The New York Times el pasado 16 de diciembre. No se trata de una exageraci¨®n. Una de las metas del plan del Gobierno es equiparar el salario de los maestros de la educaci¨®n p¨²blica con el de otros trabajos de nivel superior para el Estado. Hoy, los profesores ganan un 40% menos que sus iguales. Si la famosa meta 17 (de las 21 que constan en el plan) se cumple, podr¨¢n rescatar, al menos a medio plazo, la dignidad de ser remunerados conforme a sus a?os de estudios. El salario base de estos trabajadores es de unos 1.700 reales (unos 700 d¨®lares) al mes, una cantidad que no se corresponde con el n¨²mero de alumnos matriculados en la red p¨²blica, explica Roberto Le?o, presidente de la Confederaci¨®n Nacional de los Trabajadores de la Educaci¨®n. ¡°Es rid¨ªculo¡±, dice Le?o.
Hay m¨¢s frustraciones para los profesionales de la ense?anza, que lideran las huelgas que se repiten cada a?o en el pa¨ªs por las malas condiciones de trabajo. Esto se refleja en la calidad de la ense?anza y en el tratamiento que la sociedad ofrece al profesor. En Internet no faltan las quejas indignadas, como la de la profesora Amanda Gurgel, de Rio Grande do Norte (Nordeste), que en 2011 hizo un relato tan sincero durante una audiencia p¨²blica sobre educaci¨®n que obtuvo millones de visualizaciones en el portal de v¨ªdeos YouTube. ¡°En ning¨²n momento en nuestra ciudad, en nuestro Estado o en nuestro pa¨ªs la educaci¨®n ha sido prioritaria. Estamos aceptando la educaci¨®n como una fatalidad, y coloc¨¢ndome a m¨ª en aulas superpobladas. ?Soy acaso yo la redentora del pa¨ªs, a¨²n m¨¢s con el salario que gano?¡±, se preguntaba Amanda.
Durante las manifestaciones de junio el tema de la educaci¨®n estuvo en las calles, especialmente en un grito de protesta. ¡°Al? Brasil! ?Vamos a despertar! ?Un profesor vale m¨¢s que Neymar!¡±, cantaban a coro los manifestantes. Las protestas tuvieron un papel importante en la elaboraci¨®n del Plan Nacional de Educaci¨®n, que fue formulado inicialmente por el Ministerio de?Educaci¨®n y representantes de la sociedad civil. La ferocidad de las calles hizo que el Ejecutivo y el Legislativo diesen respuestas r¨¢pidas: se decidi¨®, por ejemplo, que parte de los derechos del petr¨®leo de los yacimientos de presal ser¨ªan destinados a educaci¨®n, con el objetivo de llegar a una inversi¨®n del 10% del PIB.
La meta 17, que garantiza el ajuste del salario de los profesores, es percibida como un primer paso para un mejor trato a los profesionales de ense?anza. Pero a¨²n es insuficiente. ¡°Es positivo, pero el desaf¨ªo es superar esa media, hacer de hecho la carrera docente atractiva. No es solo cuesti¨®n de salario¡±, dice Daniel Cara, cient¨ªfico pol¨ªtico que coordina la Campa?a Nacional por el Derecho a la Educaci¨®n.
Con un frustrante puesto 55 en el ranking del Programa Internacional de Evaluaci¨®n de Alumnos (PISA) del a?o pasado, Brasil puede aprobar un plan que, en vez de mejorar en t¨¦rminos de calidad, mantenga los mismos problemas, advierten los expertos. ¡°Es colocar dinero nuevo en estructuras viejas¡±, opina Ryon Braga, de Hoper Consultor¨ªa, especializada en educaci¨®n. Braga reconoce que el pa¨ªs tuvo avances durante los ¨²ltimos a?os, como el aumento del n¨²mero de alumnos en la ense?anza superior, que pas¨® de 2,6 millones en 2000 a 7 millones el a?o pasado. Pero, para ¨¦l, el esfuerzo en calidad no est¨¢ siendo el ideal.
El Plan de Educaci¨®n ha pasado por la C¨¢mara de Diputados y seguido hacia el Senado, donde ha sufrido modificaciones. Ahora vuelve a la C¨¢mara, donde habr¨¢ presiones para que algunos puntos sean retomados. Uno de ellos es el destino claro de los recursos, la obligaci¨®n del Estado de destinar presupuestos para ampliar las plazas y la contrataci¨®n de profesores de educaci¨®n b¨¢sica.
El plan prev¨¦ m¨¢s recursos para la capacitaci¨®n de profesores, pero las estrategias para llevarlo a cabo no est¨¢n expuestas con claridad. ¡° Hoy nadie quiere ser profesor en Brasil. Ya estamos en desempleo cero. En esa situaci¨®n, otras profesiones resultan m¨¢s atractivas. ?Por qu¨¦ alguien har¨ªa Magisterio?¡±, dice Priscila Cruz, de la ONG Todos por la Educaci¨®n, que recuerda que la infraestructura de las escuelas p¨²blicas es muy precaria. ¡°Y no es preciso ir muy lejos para verlo. Basta ir a la periferia de S?o Paulo. Las salas son un horno, no entra ni luz. Si yo no valoro el espacio, no valoro al profesional ni al alumno¡±, a?ade.
Otra cr¨ªtica severa al texto son las brechas abiertas para que esa monta?a de recursos sea repartida por el Gobierno en diversos programas educacionales, incluyendo los de financiaci¨®n de ense?anza con l¨ªneas de cr¨¦dito, que puede beneficiar el acceso de la universidades privadas. Lo que, a priori es positivo es visto con desconfianza por algunos expertos. ¡°Al final solo ayuda esas empresas de educaci¨®n a ser m¨¢s lucrativas¡±, asegura el senador Cristovam Buarque, que fue ministro de Educaci¨®n en el Gobierno de Lula da Silva.
Daniel Cara tambi¨¦n teme esa distorsi¨®n. Al menos el 40% de los alumnos de cursos superiores est¨¢n atados a programas de financiaci¨®n con intereses subsidiados por el Gobierno. ¡°Entre bastidores ya se habla de que, despu¨¦s de las constructoras como grandes financiadoras de campa?as, es el turno de las empresas de educaci¨®n, adem¨¢s de las petroleras¡±, dice Cara.
El sector educacional en el Brasil cuenta hoy con gran n¨²mero de compa?¨ªas vinculadas a fondos de inversiones extranjeras. Todas se benefician de las l¨ªneas de cr¨¦dito subsidiadas por el Gobierno para aumentar su n¨²mero de alumnos. ¡°Brasil es el pa¨ªs con mayor n¨²mero de instituciones de ense?anza superior con fines lucrativos del mundo¡±, dice el consultor Braga. Muchas de ellas destacan por sus resultados en la Bolsa de Valores, como Kroton. Esta empresa ha comprado varias facultades que ofrecen cursos a precios accesibles, principalmente para la clase C, que volvi¨® a estudiar con la mejor¨ªa de ingresos? de los ¨²ltimos a?os.
Los representantes del sector deben presionar para que las distorsiones sean corregidas en la C¨¢mara y para que Brasil no desperdicie otra d¨¦cada sin mejorar la calidad de la ense?anza, opinan los expertos consultados. ¡°Con ese plan, la educaci¨®n no va a empeorar. Pero va a mejorar en la velocidad actual, quedando atr¨¢s en comparaci¨®n con el avance de otros pa¨ªses¡±, afirma el senador Cristovam Buarque. La meta del Gobierno era que el Plan Nacional fuera aprobado con el regreso al trabajo del Congreso, pero los l¨ªderes del sector de educaci¨®n quieren aplazar la votaci¨®n hasta despu¨¦s de la Conferencia Nacional de Educaci¨®n, que se celebra cada cuatro a?os y est¨¢ programada para el pr¨®ximo 17 de febrero. El plan ser¨¢, previsiblemente, el tema central de los cuatro d¨ªas de encuentro.
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