En mi casa el agua cae del cielo

En 2011 cayeron de media en Espa?a 578 litros de lluvia por metro cuadrado, seg¨²n la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa. Aunque esta cifra var¨ªa much¨ªsimo seg¨²n la regi¨®n, en casi todo el pa¨ªs pasa lo mismo: el agua que cae sobre las zonas pobladas acaba en ca?er¨ªas y canalones y termina en el alcantarillado, perdi¨¦ndose para el consumo humano.

Ese desperdicio contrasta con la cada vez m¨¢s acentuada tendencia a nivel mundial de buscar formas de garantizar la llamada ¡°seguridad h¨ªdrica¡±, es decir, que todos tengan qu¨¦ beber, con qu¨¦ lavarse y con qu¨¦ regar los cultivos. Seg¨²n un informe de ONU-H¨¢bitat, el programa de Naciones Unidas para los asentamientos humanos, la recogida de lluvia es la ¡°respuesta a largo plazo a los problemas de escasez de agua¡±.

No es por falta de tradici¨®n. En el campo espa?ol los aljibes de agua de lluvia han sido durante siglos una de las fuentes fundamentales para obtener el preciado l¨ªquido, tanto para el riego como para el consumo humano. Pero en las ciudades, hasta ahora, ha pesado m¨¢s el sentido pr¨¢ctico. ¡°En Espa?a llueve poco, y de forma concentrada en pocos meses¡±, se?ala Jaime Santa Cruz, profesor en el departamento de Tecnolog¨ªa de la Edificaci¨®n de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, ¡°y eso obligar¨ªa a construir grandes dep¨®sitos¡±.

Un problema adicional es que la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica reduce la calidad y, lo que es m¨¢s importante, la potabilidad del agua de lluvia. Pero, aunque no sea lo suficientemente bueno para beber, el l¨ªquido ca¨ªdo del cielo puede usarse para llenar los inodoros, regar o, incluso, lavar la ropa.

?Pero cu¨¢nto ahorro supone aprovechar el agua de lluvia? Un estudio encabezado por Santa Cruz afirma que un bloque residencial de cinco plantas y 20 viviendas, con un tejado de 800 metros cuadrados, puede captar 10,5 metros c¨²bicos por vivienda y a?o ¡ªun 7,5% del consumo promedio anual del edificio¡ª aun en un a?o relativamente seco. Al actual precio medio del agua en Espa?a, esa cifra representa un ahorro de 16 euros por familia y a?o.

Que el ahorro potencial sea menor que en otros pa¨ªses europeos donde cada vez se implanta m¨¢s este sistema ¡ª como Alemania¡ª se debe a que en Espa?a ¡°el modelo de construcci¨®n dominante es en altura¡±, apunta Santa Cruz, ¡°lo que hace que se recoja muy poca agua de lluvia por vivienda¡±. S¨®lo un 35,1% de los espa?oles vive en viviendas unifamiliares, mayoritariamente en chalets pareados. Es el tercer menor porcentaje de la UE, tras Letonia y Estonia. Son precisamente esta clase de edificios los que le pueden sacar m¨¢s partido al agua de lluvia.

Para incrementar el ahorro, otra opci¨®n es aprovechar las llamadas aguas grises, las que restan del lavado de ropa y utensilios as¨ª como de las duchas. Este l¨ªquido puede ser reaprovechado, especialmente para el uso en los retretes, que se llevan casi un tercio del agua que se consume en los hogares.

Varios municipios han cambiado sus ordenanzas para incentivar el aprovechamiento de estas aguas en casa. Sant Cugat del Vall¨¨s (Barcelona), fue uno de los pioneros, al obligar a la instalaci¨®n de equipos para recuperar las aguas grises. ¡°Al principio hubo problemas¡±, se?ala el regidor de Medio Ambiente, Joan Puigdomenech. ¡°Los promotores lo ve¨ªan como una barrera econ¨®mica; los instaladores no ten¨ªan experiencia, y los usuarios desconoc¨ªan los m¨¦todos de ahorro¡±. Pero el proyecto dio sus frutos; en 2009, los santcugatenses retiraron de la red 151 metros c¨²bicos de agua por habitante, m¨¢s de un 20% menos que cinco a?os antes.

La patronal del sector, AquaEspa?a, quiere llevar al Gobierno "antes de Semana Santa" dos informes t¨¦cnicos para impulsar la implantaci¨®n de estos proyectos. Pero del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente recuerdan que, en Espa?a, la regulaci¨®n del agua para uso dom¨¦stico en los municipios depende de los ayuntamientos.

Adem¨¢s de su impacto ecol¨®gico, los espa?oles se encontrar¨¢n con un incentivo adicional para pensar en formas de ahorrar agua. El art¨ªculo nueve de la Directiva Europea del Agua de 2000 dio a los estados miembros 10 a?os para ajustar el precio del agua a lo que cuesta obtenerla. Y, en el caso de Espa?a, el dinero de la factura sigue sin cubrir los costes, especialmente en el caso del alcantarillado. Seg¨²n un informe de 2013 de la Agencia Europea del Medio Ambiente, los espa?oles pagan por el tratamiento de las aguas residuales menos del 50% de su coste. El alza del precio del agua a los consumidores puede ser pronto una realidad. Y una de las soluciones a la subida puede venir ca¨ªda del cielo.