Midiendo la violencia del mar
El temporal del pasado fin de semana en el Cant¨¢brico es un fen¨®meno extremo pero no extra?o. La red de boyas mide alturas de ola casi de r¨¦cord
Olas como no se recuerdan, aseguran muchos testigos, una persona desaparecida en el mar, destrozos de infraestructuras costeras, im¨¢genes asombrosas de la violencia del oc¨¦ano en el litoral del Cant¨¢brico... el temporal de este fin de semana ha sido extraordinario. Y lo es en la percepci¨®n de la gente, pero tambi¨¦n en los datos oceanogr¨¢ficos: ¡°La boya de Estaca de Bares (A Coru?a) midi¨® alturas de oleaje de 12,8 metros, cercanas al r¨¦cord hist¨®rico de 12,9 metros¡±, informa Puertos del Estado. Y se trata de la media de las olas m¨¢s altas, por lo que cabe esperar que, cuando se analicen los datos de las boyas de alta mar, haya ¡°registros de olas individuales de m¨¢s de 20 metros de altura, el equivalente a un edificio de siete pisos¡±, se?ala dicho organismo. Su jefe del ?rea del Medio F¨ªsico, Enrique ?lvarez, resume la valoraci¨®n de los expertos: ¡°Es un fen¨®meno extremo, pero no extra?o¡±.
Los datos ya disponibles del temporal de los ¨²ltimos d¨ªas arrojan valores muy altos, aunque para los expertos son previsibles con la meteorolog¨ªa invernal, cuando la naturaleza combina una gran tormenta con mareas vivas (pleamar m¨¢s alta de lo normal), una profunda borrasca en el Atl¨¢ntico Norte que genera oleaje a larga distancia y fuertes vientos. En Santander, el nivel del mar a las seis de la ma?ana del domingo alcanz¨® 5,36 metros sobre el punto cero del puerto, dos cent¨ªmetros por debajo del r¨¦cord hist¨®rico (1992). Una fuerte marea astron¨®mica (por las posiciones de la Luna y el Sol) ha coincidido con una subida adicional del nivel del mar por la propia tormenta, explica Puertos del Estado.
Un total de 15 boyas, situadas estrat¨¦gicamente en alta mar alrededor del litoral espa?ol, a m¨¢s de 50 kil¨®metros del litoral, forman la red nacional que mide el oleaje. Adem¨¢s, otra red costera y los mare¨®grafos toman las medidas marinas constantemente. A este dispositivo hay que a?adir boyas de los servicios de algunas autonom¨ªas y una del Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa (IEO). Y con estos instrumentos se toman los datos marinos constantemente. ¡°Cada boya mide cada segundo la elevaci¨®n de la superficie del mar, durante 30 minutos cada hora¡±, explica la matem¨¢tica Marta de Alfonso, responsable de la red exterior de boyas de Puertos del Estado (Ministerio de Fomento).
¡°Los datos de altura de las olas que manejamos se refieren a lo que denominamos ola significante, que es la media de la tercera parte de las olas m¨¢s altas medidas durante media hora¡±, a?ade esta experta. Este par¨¢metro aparentemente extra?o tiene su explicaci¨®n: hasta que llegaron los aparatos capaces de medir directamente el oleaje, en la segunda mitad del siglo?XX, eran los expertos en observaci¨®n los que, a bordo de buques en las l¨ªneas mar¨ªtimas principales, hac¨ªan las estimaciones de oleaje, que iban a parar a los bancos de datos. ¡°Cuando llegaron los aparatos de medida se constat¨® que el ojo humano sobrestima la altura de las olas, y sus datos se corresponden bien con la media del tercio m¨¢s alto¡±, se?ala De Alfonso. Y la ventaja de seguir utilizando ese par¨¢metro, la ola significante, es que los expertos tienen a su disposici¨®n los necesarios registros hist¨®rico de referencia compatibles con las mediciones instrumentales de las ¨²ltimas d¨¦cadas.
El temporal y las mareas vivas se conjugaron en las costas del Norte
¡°La utilidad portuaria de las medidas de oleaje se extiende en todas las fases: desde el dise?o de un puerto, que tiene que hacer frente a ese agente de las olas, hasta la misma construcci¨®n, cuando es m¨¢s vulnerable, y la operaci¨®n del mismo¡±, apunta ?lvarez. Sin olvidar las alertas y los estudios oceanogr¨¢ficos y clim¨¢ticos.
Una boya de la red exterior est¨¢ fijada en el fondo marino (entre 400 y 2.000 metros) y la sujeta un cable el¨¢stico con dispositivos para que se mueva libremente en el agua. ¡°A ras de mar tiene un sensor de oleaje con paneles solares, bater¨ªas, un procesador y un sistema de GPS para fijar su posici¨®n exacta; encima van los sensores meteorol¨®gicos y debajo, los que miden temperatura del agua, salinidad y corrientes¡±, explica De Alfonso. ¡°El sensor de oleaje, con un aceler¨®metro, mide la fuerza con la que se eleva y cae la superficie del mar, tomando un dato aproximadamente cada segundo, durante 30 minutos cada hora; los datos, con un primer procesado en la boya, se transmiten v¨ªa sat¨¦lite y todos los registros brutos se recuperan al hacer el mantenimiento¡±, a?ade.
La red espa?ola de boyas exteriores se despleg¨® entre 1996 y 1998 y es, seg¨²n su responsable, equiparable a las de otros pa¨ªses europeos. Cada boya cuesta unos 300.000 euros y el mantenimiento de la red, dos millones al a?o. La de boyas costeras es de los a?os ochenta. Con toda esta informaci¨®n los expertos conocen la forma de las olas, su fuerza, el desplazamiento, etc¨¦tera. La altura significante del oleaje es esencial para saber la situaci¨®n marina, mientras que la altura m¨¢xima individual de ola es un dato anecd¨®tico, puntualiza De Alfonso.
No hay datos para culpar ya al cambio clim¨¢tico de estos fen¨®menos intensos
Los valores m¨¢ximos de altura significante de olas medidos en las costas espa?olas ronda los 13 metros, todos ellos registrados en invierno, desde 2008 hasta ahora; en cuanto a las olas individuales m¨¢s altas, a la espera de procesar los datos del pasado fin de semana, destaca una de 26,13 metros (24 de enero de 2009) registrada por la boya del IEO en Santander, seguida de una de 23,3 metros (9 de diciembre de 2007), en la boya del Cabo de Pe?as (Asturias) y otra de 22,63 metros (11 de marzo de 2008) de la boya de Bilbao?/?Bizcaia. Son todas olas en alta mar, y el error de las medidas es del 5%.
¡°El oleaje, al llegar a la costa, sufre muchas transformaciones: las aguas son m¨¢s someras, las olas se hacen m¨¢s picudas, las rocas del fondo las aten¨²an... por eso las medidas objetivas se toman lejos del litoral¡±, explica la responsable de la red exterior.
A la vista de los datos, ¡°est¨¢ siendo un invierno severo, pero dentro de la norma¡±, resume De Alfonso. Es el viento, que transfiere energ¨ªa, el que genera el oleaje y, si el viento persiste, las olas se propagan a largas distancias haci¨¦ndose mas regulares. As¨ª, la reciente violencia del Cant¨¢brico ven¨ªa de lejos, de la borrasca situada al suroeste de Irlanda. Y a la pregunta de si se debe al cambio clim¨¢tico, la respuesta de los expertos es un¨¢nime: no hay nada que permita afirmarlo. Los modelos clim¨¢ticos indican que los fen¨®menos extremos se intensificar¨¢n debido al calentamiento global, pero lo que est¨¢ pasando estos d¨ªas entra perfectamente en la variabilidad meteorol¨®gica.
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