¡°El feto era inviable y se lavaron las manos¡±

El Hospital de La Paz, uno de los mayores centros p¨²blicos de Madrid, se ha negado a practicar un aborto a Daniela, una mujer de 32 a?os que hab¨ªa sufrido una rotura de la bolsa y que con 20 semanas de gestaci¨®n estaba sin l¨ªquido amni¨®tico. En esas condiciones, el feto es inviable, seg¨²n los especialistas consultados, y hay riesgo de infecci¨®n grave para la madre. Pese a que cumpl¨ªa los requisitos que marca la vigente ley del aborto ¡ªque el Gobierno planea endurecer¡ª, el centro se neg¨® a interrumpir el embarazo. A Daniela, que se encontraba ingresada y con antibi¨®tico intravenoso, le dieron el alta para que acudiera a una cl¨ªnica privada despu¨¦s de que la Comunidad de Madrid constatara que cumpl¨ªa los requisitos para someterse a un aborto. Una portavoz del hospital confirm¨® que en ese centro todos los m¨¦dicos son objetores y que el servicio de Ginecolog¨ªa y Obstetricia decidi¨® en bloque en 2010 no practicar abortos en ning¨²n caso.

Daniela, fisioterapeuta de profesi¨®n, relata su trauma con entereza. Lleva el pelo reci¨¦n lavado y habla con un suave deje brasile?o: ¡°Era un ni?o muy deseado, llev¨¢bamos dos a?os en tratamiento de fertilidad¡±, cuenta en su piso en el norte de Madrid junto a su marido, Miguel, un profesor de universidad.

Daniela recuerda las fechas con precisi¨®n. ¡°A las 13 semanas tuve un sangrado, pero me dijeron que era normal. El 27 de diciembre, cuando estaba de 16 semanas, me despert¨¦ con todo lleno de sangre¡±. Comenzaron entonces las pruebas, pero pese a los indicios los m¨¦dicos de La Paz descartaron que tuviera rota la bolsa de l¨ªquido amni¨®tico en la que crece el feto. El d¨ªa de fin de a?o volvi¨® al hospital y ah¨ª la ingresaron y le pusieron antibi¨®tico como prevenci¨®n. Una rotura de la bolsa puede generar una infecci¨®n a la madre.

El d¨ªa 7 de enero la mandaron a casa ya con un diagn¨®stico de oligoamnios severo, que implica que hay poco l¨ªquido amni¨®tico. Ella est¨¢ convencida de que entonces ya ten¨ªa la bolsa rota, pero poco importa si hubo un error de diagn¨®stico. ¡°Nos dec¨ªan que el feto ten¨ªa pocas posibilidades, pero decidimos esperar porque era un ni?o muy deseado¡±, dice Miguel.

El 23 de enero, embarazada de 20 semanas, Daniel vuelve a urgencias de La Paz, el hospital p¨²blico m¨¢s cercano a su casa, de nuevo con p¨¦rdida de l¨ªquido. ¡°LA [L¨ªquido Amni¨®tico] ausente, imposible realizar medidas por plegamiento fetal¡±, se?ala el informe cl¨ªnico. El diagn¨®stico ya es inequ¨ªvoco: ¡°RPM [Rotura Prematura de Membranas] en gestaci¨®n previable¡±. La bolsa est¨¢ rota y le ponen antibi¨®tico intravenoso.

Sin l¨ªquido amni¨®tico, el ¨²tero presiona al feto, que no desarrolla capacidad pulmonar y puede sufrir malformaciones, explica Juan Fern¨¢ndez, jefe de secci¨®n de Obstetricia del hospital Severo Ochoa, de Legan¨¦s, uno de los pocos p¨²blicos que practica abortos. Este se?ala que si la rotura de la bolsa se produce con el embarazo m¨¢s avanzado puede tener opciones de sobrevivir, pero si no hay l¨ªquido amni¨®tico antes de la semana 20, ¡°la evoluci¨®n natural de ese cuadro es que el feto se morir¨¢. No es viable y hay riesgo de infecci¨®n para la madre¡±. Se puede dar una infecci¨®n grave que pase a trav¨¦s del ¨²tero a la madre llamada corioamnionitis.

El caso tambi¨¦n est¨¢ claro para Javier P¨¦rez-Pedregosa, especialista en diagn¨®stico prenatal en la cl¨ªnica Sanitas La Moraleja. ¡°Con una rotura de membrana tan precoz la falta de l¨ªquido amni¨®tico provoca indefectiblemente una hipoplasia pulmonar: una alteraci¨®n grav¨ªsima que impide que los pulmones se desarrollen. Adem¨¢s, hay grave riesgo de deformidades en las articulaciones por la falta de movilidad. Un feto con esas caracter¨ªsticas no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir. Puede llegar a nacer, pero entonces morir¨¢¡±, explica.

Ah¨ª empieza lo que Daniela y Miguel califican como una tortura. ¡°Nos dec¨ªan que al ni?o no se le formar¨ªan los pulmones y que hab¨ªa riesgo de infecci¨®n para Daniela. Pintaban un panorama terrible pero no daban una soluci¨®n. Ten¨ªamos una semana para decidir porque se acercaba el plazo que marca la ley¡±, dice Miguel.

Convencidos de que no quedaba otra, y despu¨¦s de esperar cuatro semanas desde la primera p¨¦rdida de l¨ªquido, pidieron al hospital acabar con el embarazo. ¡°Nos dijeron que all¨ª no lo hac¨ªan, que si el feto no ten¨ªa latido me lo sacaban pero que si ten¨ªa no iban a hacer nada¡±, recuerda Daniela.

En estos casos, si el hospital no practica abortos, lo normal es derivarlo a una cl¨ªnica privada. Pero Daniel cuenta que le dijeron que no sab¨ªan qu¨¦ hacer, que si quer¨ªa interrumpir el embarazo deb¨ªa tomar el alta y gestion¨¢rselo ella. ¡°Para m¨ª no es algo voluntario, sino terap¨¦utico. No hab¨ªa soluci¨®n. Me duele que pongan que yo ped¨ª interrumpir el embarazo¡±, se?ala Daniela.

Era viernes y, ante las trabas, Miguel y Daniela deciden irse con el alta m¨¦dica. Le retiran el antibi¨®tico intravenoso y se lo recetan v¨ªa oral. Entonces acuden a una oficina de la Comunidad de Madrid ¡ªla ¨²nica que hay en toda la regi¨®n¡ª para que, ahora s¨ª, les deriven a la cl¨ªnica privada Dator, especializada en abortos. ¡°Es una hipocres¨ªa que te digan que el feto es inviable pero luego ellos se lavan las manos a la hora de resolver la situaci¨®n¡±, reflexiona Miguel. La pareja ha querido contar su caso para que se conozca la realidad del aborto en Madrid y pedir que la sanidad p¨²blica lo garantice ¡°al menos en el caso de interrupciones terap¨¦uticas debidas a que el feto no es viable¡±.

Una portavoz del hospital La Paz se?al¨® ayer que todos sus m¨¦dicos se declaran objetores, tras una decisi¨®n tomada en bloque por el servicio. Este hecho contraviene la Ley del Aborto de 2010, que se?ala que la objeci¨®n de conciencia es un derecho ¡°siempre individual del personal sanitario directamente implicado en la realizaci¨®n de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, que debe manifestarse anticipadamente y por escrito¡±. En La Paz no existe un registro de este tipo. La Ley tambi¨¦n afirma que los profesionales tienen ese derecho ¡°sin que el acceso y la calidad asistencial de la prestaci¨®n puedan resultar menoscabadas por el ejercicio de la objeci¨®n de conciencia¡±.

Ante la posibilidad de que hubiera alg¨²n problema gen¨¦tico, la pareja pidi¨® a La Paz que realizara una necropsia al feto, y de nuevo hubo problemas. Les pidieron que ellos mismos recogieran los restos de la cl¨ªnica Dator y lo llevaran al hospital, trago del que le salv¨® una hermana de Miguel que es enfermera.

En Madrid se realizaron 20.134 interrupciones voluntarias del embarazo en 2012. Solo 27 de ellas (0,13%), en centros hospitalarios p¨²blicos, seg¨²n datos del Ministerio de Sanidad. En Espa?a, hubo 112.390 interrupciones, de las cuales el 6,5% se realizaron en centros p¨²blicos. Hace unos a?os no llegaban al 3%.

La presidenta de la Asociaci¨®n de Cl¨ªnicas de Interrupci¨®n Voluntaria del Embarazo (ACAI), Francisca Garc¨ªa, explica que los hospitales p¨²blicos, en general, se niegan en toda Espa?a a practicar abortos, aunque se trate de fetos inviables y exista riesgo para la gestante. ¡°Si el feto est¨¢ vivo, lo habitual es que se mande a la mujer a las cl¨ªnicas privadas acreditadas¡±, se?ala. Mientras en Pa¨ªs Vasco, Catalu?a, Galicia y Valencia s¨ª hay hospitales p¨²blicos que practican abortos terap¨¦uticos, en Andaluc¨ªa, Murcia, Madrid, Navarra, no, se?alan desde las cl¨ªnicas.

En Andaluc¨ªa existe un protocolo seg¨²n el cual son los hospitales del Servicio Andaluz de Salud (SAS) los que contactan con la cl¨ªnica acreditada, le env¨ªan los papeles necesarios y gestionan la cita. Se hace as¨ª para evitar molestias a las mujeres, explica Eva Rodr¨ªguez, directora m¨¦dica de la cl¨ªnica privada El Sur, de Sevilla. Se?ala tambi¨¦n que en algunos casos los hospitales se encargan del traslado. ¡°Si tienen a una mujer ingresada, por ejemplo, en Almer¨ªa, nos la mandan a Sevilla ¡ªson 500 kil¨®metros¡ª en ambulancia¡±, explica. ¡°Si no se encuentran mal y son de Sevilla, les dan el alta y vienen por su propio pie¡±, a?ade.

¡°En Andaluc¨ªa los m¨¦dicos est¨¢n acostumbrados a que los abortos no se hagan en la p¨²blica y ya ni se lo plantean. Para qu¨¦ liarse preguntando si hay ginec¨®logos que s¨ª lo har¨ªan. No se hace y punto¡±, se?ala Rodr¨ªguez. En Madrid ocurre algo similar. Muchas veces son los jefes de servicio los que deciden no realizarlos, explica un ginec¨®logo que trabaja en Madrid. En cambio, a otro del Pa¨ªs Vasco le extra?a que en un caso como el de Daniela su hospital no se encargue de practicar el aborto cuando ¡°en realidad no es una interrupci¨®n voluntaria¡±.