El Supremo da la maternidad a la expareja de una lesbiana
El tribunal argumenta que actu¨® como progenitora mientras ambas mujeres viv¨ªan juntas
¡°Despu¨¦s de siete a?os de luchas dur¨ªsimas, y del desgaste econ¨®mico y emocional, esto es una recompensa enorme¡±. A trav¨¦s del tel¨¦fono, Maribel Blanco sonaba ayer aliviada. A partir de ahora, gracias a una sentencia del Tribunal Supremo, Blanco constar¨¢ como madre del hijo biol¨®gico de su excompa?era a pesar de no haber estado casada con ella. Este fue concebido mediante semen de donante, mientras las dos manten¨ªan una relaci¨®n.
El Tribunal Supremo considera que en los tres a?os en los que esa mujer convivi¨® con el hijo de su excompa?era (hasta que ambas se separaron) actu¨® como su madre, y por eso debe constar en el Registro Civil como tal. La sentencia no aplica a la pareja la ley de reproducci¨®n asistida, ya que entr¨® en vigor con posterioridad a su ruptura, pero va m¨¢s all¨¢ que esta. Mientras esa norma obliga a que exista matrimonio entre las lesbianas para reconocer la maternidad de ambas sobre el hijo biol¨®gico, en el caso analizado por el Supremo no exist¨ªa matrimonio.
El art¨ªculo 131 del C¨®digo Civil permite reclamar la paternidad o maternidad (la filiaci¨®n, en jerga jur¨ªdica) por ¡°posesi¨®n de estado¡±, es decir, por ejercer como padre o madre de manera constante durante un tiempo. Esa es la norma que han aplicado los magistrados.
Maribel Blanco ahora tiene intenci¨®n de pedir la ¡°custodia total¡±
¡°Esto es un paso enorme en los derechos civiles y la igualdad¡±, afirm¨® Blanco. ¡°Estoy muy feliz por mi hijo, y por todos los ni?os de madres lesbianas en la misma situaci¨®n¡±, es decir, aquellas que tuvieron hijos biol¨®gicos antes de tener derecho a casarse. Pero es que, adem¨¢s, la sentencia ¡°equipara en derechos¡± con las parejas heterosexuales, recuerda Violeta Assiego, del equipo de juristas de la asociaci¨®n FELGTB.
Ahora que figura como madre, Blanco tiene la intenci¨®n de pedir la custodia total. No le preocupa tener que pasar por un proceso judicial de nuevo. Las dos mujeres se hicieron pareja en 1995, y decidieron tener un ni?o en 2003. Se separaron tres a?os despu¨¦s. La sentencia recuerda que est¨¢ probado ¡°el prop¨®sito com¨²n de ambas mujeres para recurrir a la t¨¦cnica de reproducci¨®n asistida¡±, as¨ª como la existencia de una unidad familiar de la que los tres eran parte. Seg¨²n el Supremo, ¡°el consentimiento prestado en su momento¡± por Blanco estaba ¡°investido por un claro inter¨¦s moral o familiar plenamente legitimado en su aspiraci¨®n de ser madre¡±.
Consigui¨® el derecho a visitar al ni?o como ¡°allegada¡± en 2011
El ni?o hoy tiene 10 a?os. Blanco obtuvo en 2011, de este mismo tribunal, el derecho de visitar a su hijo en condici¨®n de ¡°allegada¡±, al conformar todos una familia. ¡°Lo veo regularmente¡±, explica Blanco. El ni?o lleva su apellido, y tanto ella como su familia se refieren a ¨¦l como ¡°hijo¡±, recuerda el Supremo en la nueva sentencia. Esa relaci¨®n familiar ¡°fue de madre¡± y ¡°result¨® beneficiosa y complementaria para el ni?o¡±. Pero, adem¨¢s, los magistrados consideran que el hecho de que la demandante se convierta, a efectos legales, en madre del chico es beneficioso para el inter¨¦s del menor.
La resoluci¨®n, de la que ha sido ponente el magistrado Javier Ordu?a, cuenta con el voto particular discrepante de tres magistrados ¡ªFrancisco Mar¨ªn Cast¨¢n, Antonio Salas Carceller e Ignacio Sancho Gargallo¡ª que consideran que no est¨¢ probado que la mujer consintiera con su pareja en recurrir a t¨¦cnicas de reproducci¨®n asistida. Estos, adem¨¢s, aseguran que debi¨® aplicarse la ley de reproducci¨®n asistida y no el C¨®digo Civil. La filiaci¨®n, mantienen, no debi¨® concederse porque esa ley exige que ambas mujeres est¨¦n casadas. Adem¨¢s, descartan que su concesi¨®n beneficie al menor al poder generar una situaci¨®n potencialmente conflictiva entre ambas madres. ¡°Todav¨ªa no he hablado con ¨¦l¡±, contaba Blanco al cierre de esta edici¨®n, aunque cree que es mejor mantenerlo alejado del ¡°barullo¡±. Al fin y al cabo, ¡°para ¨¦l yo era su madre anteayer, hoy y ma?ana¡±.
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