Carrera para contaminar menos
Las empresas apuestan por avanzar en el proceso de mejora del uso y desecho de sus aguas
El 22% del agua que se consume en Espa?a se destina a usos industriales. Est¨¢ muy por debajo de la empleada en agricultura y ganader¨ªa, que alcanza el 70%, pero muy por encima del que realizan los hogares, que se queda en el 8%. Sin embargo, el paso del agua por procesos con alto potencial contaminante (industrias textil, qu¨ªmica, papelera, alimentaria, minera, metal¨²rgica¡) eleva la necesidad de contar con sistemas que reduzcan el consumo y minimicen el impacto del agua residual e incluso la reutilicen de nuevo en esos procesos.
El an¨¢lisis de la huella h¨ªdrica de la gran mayor¨ªa de industrias ha permitido conocer el consumo de agua en la elaboraci¨®n de numerosos productos. Para poner una naranja en el mercado son necesarios 50 litros; para un tomate, 180; para un huevo de gallina, 200; para un kilo de az¨²car, 1.500; y as¨ª hasta los 2.000 para una camisa de algod¨®n, los 10.850 de un pantal¨®n vaquero o los 15.500 de un kilo de vacuno industrial.
Y nos queda la energ¨ªa. Si alg¨²n sector se ve concernido en especial por el lema elegido este a?o para celebrar el D¨ªa Mundial del Agua (¡°Agua y energ¨ªa¡±), ese es el industrial. Seg¨²n datos aportados por Aqualogy, del grupo Agbar, de cada 10 litros de petr¨®leo que se extraen de los pozos, aproximadamente 7 son aguas contaminadas; adem¨¢s, en la etapa de refino, una planta de tama?o medio emplea un promedio de 80 millones de metros c¨²bicos de agua al a?o, equivalente a 32.000 piscinas ol¨ªmpicas.
No todo el petr¨®leo se destina a producir energ¨ªa en forma de combustible, pero se calcula que la gasolina, el gas¨®leo y el queroseno mueven al 90% del transporte mundial. Menos un porcentaje ¨ªnfimo cubierto por la electricidad, al resto de los motores llegan los biocarburantes, que tambi¨¦n tienen una estrecha relaci¨®n con el agua debido al consumo que precisan los cultivos de ma¨ªz y ca?a de az¨²car y de soja y colza para producir bio?etanol y biodi¨¦sel, respectivamente. Seg¨²n la Agencia Internacional de la Energ¨ªa, el incremento del consumo de estos nuevos combustibles hasta 2030 aumentar¨¢ la demanda de agua en la agricultura un 20%.
¡°Es indispensable que cada industria, cada empresa, por peque?a que sea, cuente con un proceso propio de tratamiento de aguas porque de esta manera eliminamos unos compuestos que pueden ser peque?os en origen, pero que tras diluirse en las corrientes de agua se hacen m¨¢s grandes y m¨¢s complicados de tratar en las depuradoras municipales¡±. Carmen Sans es profesora titular del departamento de ingenier¨ªa qu¨ªmica de la Universitat de Barcelona y junto a Sandra P¨¦rez, del Instituto de Diagn¨®stico Ambiental y Estudio del Agua (IDAEA/CSIC), participan en estudios tanto de la composici¨®n de las sustancias presentes en las aguas residuales como en el desarrollo de sistemas para mejorar su tratamiento.
Superados los tratamientos primario (f¨ªsico) y secundario (biol¨®gico), los an¨¢lisis de investigaciones como las de Sans y P¨¦rez detectan que es indispensable afrontar y regular un terciario que elimine nuevas sustancias, como son restos de f¨¢rmacos y de productos de higiene corporal y del hogar, adem¨¢s de otros derivados de pesticidas, detergentes y aditivos qu¨ªmicos incorporados por la industria. La investigadora del proyecto Ram¨®n y Cajal del IDAEA/CSIC cita algunos de estos tratamientos ya en marcha en los laboratorios y en prueba a escala industrial y municipal: ¡°Oxidaci¨®n avanzada, radiaci¨®n ultravioleta, ozono, carbono activado, filtros de arena¡ Adem¨¢s, tras estos tratamientos se puede obtener agua depurada de gran calidad apta para reutilizar¡±.
La reutilizaci¨®n; aqu¨ª reside uno de los argumentos de peso, el econ¨®mico, que, aparte del ambiental, hace que las empresas apuesten por avanzar en los procesos de mejora del uso y desecho de sus aguas. Seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica de 2004, tras las industrias qu¨ªmicas, las de alimentaci¨®n, bebida y tabaco son las que m¨¢s tiran de las redes p¨²blicas de suministro. Por este motivo acuden a centros tecnol¨®gicos como el de Ainia, en Paterna (Valencia), para optimizar el consumo de sus recursos h¨ªdricos.
En Ainia citan el ejemplo de La Espa?ola, y en concreto, un proyecto de I+D+i a escala semiindustrial, Recisal, que ha conseguido la reutilizaci¨®n del agua residual de las salmueras procedente de la producci¨®n de aceituna de mesa y encurtidos. ¡°Mediante el empleo de ¨²ltimas tecnolog¨ªas de evaporaci¨®n y oxidaci¨®n avanzada, se aprovecha el agua regenerada en el propio proceso productivo, y el residuo s¨®lido salino tiene un uso potencial como complemento alimenticio para alimentaci¨®n animal¡±, destacan en el centro tecnol¨®gico. Con este sistema se logra que por cada 1.000 litros de salmuera residual se aprovechen m¨¢s de 900 litros de agua destilada y 88 kilos de sal. ¡°Con estas y otras t¨¦cnicas, la empresa ha conseguido reducir a la mitad sus costes de tratamiento de aguas y consumo¡±, concluyen desde Ainia.
Por ¨²ltimo, adem¨¢s de los avances en el consumo h¨ªdrico, existen otros tecnol¨®gicos en el campo del ecodise?o que tambi¨¦n contribuyen a mejorar estos balances. El proyecto europeo Life+ Eco-dhybat, en el que adem¨¢s de Ainia participan Frinova, Grupo Leche Pascual y la asociaci¨®n empresarial Amec, desarrolla equipos que se utilizan en la industria alimentaria (pasteurizadoras, freidoras, cintas transportadoras o l¨ªneas de congelado) que se limpian y desinfectan m¨¢s f¨¢cilmente, ya que evitan las rugosidades superficiales, las malas soldaduras o las zonas muertas que propician la acumulaci¨®n de restos de los alimentos procesados y suciedad. De esta manera se prev¨¦ conseguir ahorros de entre un 20% y un 30% de agua.
El historial m¨¢s negro
La rotura y posterior vertido de la balsa de residuos mineros de Boliden sobre el r¨ªo Guadiamar y Do?ana en abril de 1998 es solo la punta de lanza m¨¢s visible de una relaci¨®n turbulenta entre la industria y el agua.
Durante casi un siglo (desde su puesta en marcha en 1900), la qu¨ªmica Ercros, situada en Flix (Tarragona), verti¨® millones de toneladas de lodos, aguas y compuestos t¨®xicos al r¨ªo Ebro que han contaminado gravemente su cauce con compuestos organoclorados, metales pesados (cromo, n¨ªquel, cadmio¡) y algunos elementos radiactivos. Las labores de limpieza, con fondos p¨²blicos espa?oles (50 millones de euros) y europeos (117 millones), est¨¢ previsto que concluyan en 2015.
La colmataci¨®n con residuos mineros de la bah¨ªa de Portm¨¢n (Murcia) derivados de la actividad de la empresa Pe?arroya; la acumulaci¨®n en las marismas de Huelva de millones de toneladas de fosfoyesos, altamente contaminantes, procedentes principalmente de la fabricaci¨®n de fertilizantes de Fertiberia; o las denominadas ¡°lagunas del aceite¡± de Arganda del Rey (Madrid), en donde Aceites Ulibarri y Piqsa acumul¨® 50.000 metros c¨²bicos de residuos y 70.000 de tierra contaminada, son otros ejemplos del peor impacto h¨ªdrico de la industria espa?ola.
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