Brasil liberar¨¢ mosquitos transg¨¦nicos contra el dengue
El Gobierno autoriza el uso de machos de la especie transmisora modificados para que no puedan engendrar cr¨ªas viables. La t¨¦cnica entra?a riesgos biol¨®gicos
Brasil acaba de autorizar el uso de mosquitos Aedes aegypti gen¨¦ticamente modificados con el prop¨®sito de dar un paso crucial en el combate contra estos insectos, principales transmisores de la enfermedad del dengue, que el a?o pasado padecieron 1,5 millones de personas en el pa¨ªs y provoc¨® 545 muertes. La Comisi¨®n T¨¦cnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio), un ¨®rgano dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnolog¨ªa e Innovaci¨®n, aprob¨® el pasado 10 de abril por 16 votos a favor y uno en contra la comercializaci¨®n de la variante macho OX513A de la especie, a la que se han introducido dos genes adicionales que les impiden tener cr¨ªas viables. Con la manipulaci¨®n gen¨¦tica, el mosquito puede procrear, pero sus descendientes morir¨¢n antes de llegar a la fase adulta, lo que puede reducir a su m¨ªnima expresi¨®n la poblaci¨®n de Aedes aegypti. No obstante, algunas organizaciones alertan de que no existen pruebas cient¨ªficas que avalen esta tesis y del riesgo biol¨®gico que podr¨ªa suponer la erradicaci¨®n del insecto.
La firma brit¨¢nica Oxitec ser¨¢ la encargada de poner en marcha la producci¨®n masiva de la variante modificada, despu¨¦s de tres a?os de experimentos en colaboraci¨®n con la organizaci¨®n social brasile?a Moscamed. La decisi¨®n del Gobierno brasile?o se apoya en dos ensayos desarrollados en la localidad de Juazeiro, en el interior del Estado de Bah¨ªa, donde la puesta en libertad de estos mosquitos transg¨¦nicos ha logrado, seg¨²n los investigadores, una disminuci¨®n del 81% y del 93% de la poblaci¨®n de la especie. Los ejemplares liberados sobreviven entre dos y cuatro d¨ªas, de forma que la poblaci¨®n crece al principio artificialmente de manera exponencial para despu¨¦s caer en picado. Los machos transg¨¦nicos no pican y solo las hembras tienen la capacidad de transmitir el dengue a los humanos.
La CTNBio ha alertado de que la liberaci¨®n masiva de estos insectos debe ir acompa?ada de un control exhaustivo de la poblaci¨®n de otra especie transmisora, la Aedes albopictus, ¡°debido al riesgo de que esta ocupe el nicho ecol¨®gico generado por la supresi¨®n del Aedes aegypti¡±. Estas observaciones ya est¨¢n en curso en un tercer experimento que se desarrolla en Jacobina, una localidad de 80.000 habitantes tambi¨¦n enclavada en el Estado de Bah¨ªa, donde Moscamed est¨¢ soltando millones de mosquitos transg¨¦nicos para analizar el comportamiento del albopictus. Seg¨²n los investigadores, ya existen evidencias de que es necesario liberar 500 ejemplares transg¨¦nicos semanales por habitante para garantizar una disminuci¨®n de la poblaci¨®n de los Aedes.
Dos experimentos previos lograron reducir el n¨²mero de insectos
¡°Como cient¨ªfica, no puedo afirmar que el riesgo sea cero, de la misma manera que una vacuna tampoco tiene una eficacia del 100%. Lo que s¨ª puedo decir es que el proyecto funciona y que el potencial de este insecto gen¨¦ticamente modificado es muy bueno. Es importante que tomemos algunas precauciones, como realizar todos los controles de calidad en la producci¨®n. No podemos lanzar al mercado mosquitos con deficiencias, o dejar escapar hembras. Ser¨ªa como vender leche contaminada¡±, explica la bi¨®loga molecular especializada en mosquitos e investigadora del proyecto Margareth Capurro.
Seg¨²n el Ministerio de Sanidad, Brasil tiene 321 ciudades en situaci¨®n de riesgo y 725 en estado de alerta ante una posible epidemia. Todos los a?os, en el periodo de lluvias registrado a partir de marzo, innumerables municipios brasile?os entran en una suerte de histeria colectiva generada por la explosi¨®n del dengue, que provoca v¨®mitos, fiebre y dolores musculares, y contra el que a¨²n no existe ninguna vacuna de eficacia probada. La gran preocupaci¨®n radica en que su variante hemorr¨¢gica puede llevar a la muerte. Por ahora, los ¨²nicos medios de prevenci¨®n se resumen en evitar la acumulaci¨®n de espacios de agua estancada (que se convierten en criaderos de Aedes aegypti), el uso de repelentes contra la picadura de insectos y la pulverizaci¨®n de pesticidas, una opci¨®n que puede entra?ar riesgos para la salud humana.
Solo las hembras
Tras la luz verde de la CTNBio, que se limita a avalar la seguridad de la comercializaci¨®n de los mosquitos transg¨¦nicos, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) tendr¨¢ que aprobar el registro comercial del producto y controlar su salida al mercado.
Capurro asegura que la puesta en libertad del mosquito transg¨¦nico ¡°no persigue la erradicaci¨®n de la especie, sino la reducci¨®n de su poblaci¨®n a niveles que minimicen la transmisi¨®n del dengue¡±. La cient¨ªfica recuerda que la misma especie, que tiene su origen en Singapur y lleg¨® a Brasil a bordo de barcos y aviones, fue erradicada en el pa¨ªs americano en la d¨¦cada de los cincuenta del siglo pasado mediante el uso de insecticidas. Su reintroducci¨®n se produjo en los a?os ochenta.
Seg¨²n el primer ejecutivo de Oxitec, Hadyn Parry, ¡°el perfil medioambiental ben¨¦fico y su excelente eficacia comprobada hacen que el mosquito modificado sea una nueva y valiosa herramienta para complementar los esfuerzos de las autoridades sanitarias de todo el mundo en la lucha contra los mosquitos que transmiten el dengue¡±.
¡°No hay datos que demuestren que este mosquito reduzca la incidencia del dengue¡±, contradice Gabriel Fernandes, asesor de la organizaci¨®n brasile?a de agricultura familiar y agroecolog¨ªa AS-PTA. ¡°Ineficaces y peligrosos, los insectos transg¨¦nicos de Oxitec son un mal escaparate para las exportaciones brit¨¢nicas a Brasil. Un intento desesperado de apoyar la biotecnolog¨ªa brit¨¢nica y de recompensar a los inversores de capital de riesgo no debe cegar a los Gobiernos de Reino Unido y Brasil ante los riesgos de esta tecnolog¨ªa¡±, asegura Helen Wallace, directora de la organizaci¨®n brit¨¢nica GeneWatc.
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