Un vertedero en el fondo del mar
Diez a?os de investigaci¨®n revelan gran acumulaci¨®n de basura en los lechos oce¨¢nicos europeos Organismos internacionales alertan del da?o al ecosistema
Naciones Unidas estima que cada a?o 6,4 millones de toneladas de basura acaban en los oc¨¦anos de todo el mundo. Aves marinas, tortugas y mam¨ªferos mueren al ingerir o enredarse en objetos de pl¨¢stico, redes de pesca y otros residuos peligrosos. La degradaci¨®n de algunos de ellos genera micropl¨¢sticos que pueden contaminar toda la cadena alimenticia. El impacto m¨¢s visual de esta suciedad marina son las gigantescas islas de pl¨¢stico que flotan en varios oc¨¦anos, como el llamado s¨¦ptimo continente, un impresionante vertedero marino en el Pac¨ªfico al que se supone una superficie de entre tres y siete veces Espa?a. Pero, ?qu¨¦ ocurre en el lecho marino, all¨ª donde nadie ha buscado esa basura?
Un estudio publicado ayer en PLOS One da respuesta a la pregunta. Varios equipos de investigadores de toda Europa han estado m¨¢s de una d¨¦cada tomando muestras en 32 puntos repartidos por el Atl¨¢ntico, el ?rtico y el Mediterr¨¢neo. Y han encontrado que la basura generada por el hombre est¨¢ en todas partes: desde las playas hasta los fondos marinos m¨¢s profundos y m¨¢s remotos. Lugares tan rec¨®nditos que ni siquiera se hab¨ªan explorado hasta entonces. ¡°En muchos casos, estas han sido nuestras primeras visitas. Ha sido sorprendente comprobar que nuestra basura ha llegado all¨ª antes que nosotros¡±, resume Kerry Howell, de la Universidad de Plymouth (Reino Unido).
Bolsas de pl¨¢stico, botellas, redes de pesca, madera, vidrio y todo tipo de metales aparecieron en profundidades que van de los escasos 35 metros del Golfo de Le¨®n hasta los 4.500 del ca?¨®n submarino de Cascais. Se encontr¨® basura cerca de la costa, en la plataforma continental, pero tambi¨¦n a 2.000 kil¨®metros del litoral, en la dorsal mesoatl¨¢ntica, la cordillera submarina que divide el oc¨¦ano de norte a sur. Los autores del trabajo, procedentes de 15 instituciones cient¨ªficas europeas, destacan que el alto coste y las dificultades t¨¦cnicas de tomar muestras en las profundidades marinas hab¨ªan impedido hasta ahora obtener un mapa de los lugares y los tipos de basura de los oc¨¦anos. Y, por extensi¨®n, de conocer el alcance del problema.
A Joan B. Company, investigador del Instituto de Ciencias del Mar (CSIC), no le parece que sea una exageraci¨®n llamar vertederos a los oc¨¦anos. ¡°Tenemos el fondo del mar lleno de basura. Es como un sumidero¡±, asegura. El trabajo ha encontrado que un 41% de los residuos son pl¨¢sticos; un 34%, redes de pesca; otro 7% corresponde a metales; un 4%, vidrio; un 1% clinker (residuo de la calcinaci¨®n de metales) y un 13%, otros tipos de basura. La densidad se ha medido en n¨²mero de objetos encontrados por hect¨¢rea. ¡°Imag¨ªnese que en la superficie de un campo de f¨²tbol, una hect¨¢rea, a 2.000 metros de profundidad, donde no tendr¨ªa que haber absolutamente nada, encontramos 30 objetos, desde una botella de vidrio a un bid¨®n de metal o una red de pesca. Yo creo que es grave¡±, a?ade.
El equipo de Company investig¨® desde el ca?¨®n submarino de Blanes, delante de la costa de Barcelona, hasta Creta. Desde dos buques oceanogr¨¢ficos del CSIC lanzaron al fondo redes de arrastre de pesca, con las que se atrapa desde pescado hasta la basura m¨¢s inimaginable. ¡°Hemos visto de todo. Desde una taza de v¨¢ter hasta la caja de un bote salvavidas de un avi¨®n F-15, pasando por una cartera con documentos que la Polic¨ªa de Creta crey¨® que pertenec¨ªa a un hombre desaparecido un a?o atr¨¢s¡±, explica, y a?ade que en algunos puntos extrajeron m¨¢s basura que biomasa. Mientras el equipo del CSIC cont¨® a mano lo que sali¨® de las redes de arrastre, el resto de investigadores emplearon principalmente v¨ªdeos con im¨¢genes submarinas tomadas por veh¨ªculos operados a control remoto.
¡°Desde que hace 20 o 25 a?os empezamos a estudiar la ecolog¨ªa de los grandes fondos marinos vimos que hab¨ªa basura. Sab¨ªamos que estaba all¨ª, y que en algunas zonas era realmente grave. Hab¨ªa que cuantificarla, y hacerlo a nivel europeo¡±, dice Company. ¡°No se puede limpiar a 1.000 metros, as¨ª que no hay otra soluci¨®n que prevenir. La basura no tiene que llegar all¨ª¡±, a?ade. Lo saben bien en la Uni¨®n Europea, que incluy¨® el problema de la basura marina en la directiva marco de estrategia marina de 2008, y la ONU, que lo califica como ¡°desaf¨ªo global¡±. Los l¨ªderes mundiales firmaron en la Conferencia Rio+20 sobre desarrollo sostenible un compromiso ¡°para reducir significativamente en 2025 la cantidad de desechos marinos y as¨ª prevenir da?os al medio ambiente costero y marino¡±.
Coto a las bolsas
La Uni¨®n Europea se ha propuesto eliminar antes de 2019 el 80% de las bolsas de pl¨¢stico que se consumen actualmente. El Parlamento Europeo ha exigido a los Estados miembros que tomen medidas para evitar que cada ciudadano de la uni¨®n emplee, de media, 200 al a?o. La Euroc¨¢mara plantea, por ejemplo, que se impida la distribuci¨®n gratuita en supermercados y otras superficies, o que se establezcan tasas o impuestos. Mientras algunos pa¨ªses han conseguido reducir el n¨²mero de bolsas, en otros se siguen entregando gratis y su consumo es muy elevado.
Cada a?o 8.000 millones de bolsas de pl¨¢stico acaban en la basura, y eso significa que en parte tambi¨¦n acaban en el mar. Solo el 6,6% se reciclan, seg¨²n datos de la Comisi¨®n Europea. El da?o medioambiental es enorme. Las tortugas marinas pueden perfectamente confundir una bolsa con una medusa, una de sus comidas favoritas. El pl¨¢stico tambi¨¦n se pega a los corales. Una bolsa de pl¨¢stico tarda siglos en degradarse, y se va fragmentando en trozos min¨²sculos. Estudios recientes muestran que el zooplancton ingiere estos min¨²sculos trozos de pl¨¢stico, que as¨ª entran en la cadena tr¨®fica. "Es pr¨¢cticamente imposible encontrar un animal marino que no tenga restos de pl¨¢stico en su organismo", asegura Ricardo Aguilar, director de Investigaci¨®n de Oceana. "En m¨¢s del 90% de las inmersiones que hacemos encontramos basura o aparejos de pesca. Pl¨¢sticos, latas, bater¨ªas de coche, pilas, incluso lavadoras. Y una de las principales basuras son las bolsas de pl¨¢stico", a?ade.
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