Las aves: efectivos plaguicidas naturales

Lechuzas, cern¨ªcalos, mochuelos y peque?as aves insect¨ªvoras realizan d¨ªa a d¨ªa, y especialmente en estas fechas, en plena reproducci¨®n, un control biol¨®gico de plagas que nos libra a las personas y a los cultivos de una presi¨®n demogr¨¢fica de roedores e insectos que nos har¨ªa la vida imposible. Diversos estudios y trabajos de conservaci¨®n han desvelado recientemente la importante depredaci¨®n que ejercen lechuzas y cern¨ªcalos sobre topillos y la de peque?as aves insect¨ªvoras, que en un vi?edo de Valladolid consumen una tonelada de insectos al a?o.

¡°Los sistemas de control biol¨®gico de plagas son a medio y largo plazo los m¨¦todos m¨¢s estables y econ¨®micos que existen frente a los plaguicidas qu¨ªmicos, que pueden ser m¨¢s efectivos en el corto plazo, pero con efectos perversos para la salud de las personas, de los ecosistemas (agua y suelo contaminado) y de la biodiversidad¡±. Jos¨¦ Mar¨ªa Rey Benayas, catedr¨¢tico de Ecolog¨ªa de la Universidad de Alcal¨¢ (Madrid), coordina desde la Fundaci¨®n Internacional para la Restauraci¨®n de Ecosistemas (FIRE) el proyecto Control aviar de plagas de invertebrados en cultivos le?osos mediante restauraci¨®n ecol¨®gica estrat¨¦gica, y se expresa as¨ª a la hora de poner en valor estos m¨¦todos. Gracias al proyecto se han conocido los datos de depredaci¨®n de las aves insect¨ªvoras en el vi?edo vallisoletano.

El trabajo que lleva a cabo FIRE, en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n Biodiversidad, conlleva tambi¨¦n el an¨¢lisis de publicaciones cient¨ªficas que comparan los efectos sobre la cantidad y la calidad de la producci¨®n de frutos en parcelas donde se han tomado medidas que favorecen la cr¨ªa de aves insect¨ªvoras y en aquellas donde no hay presencia de estas. ¡°La conclusi¨®n es que la presencia de las aves mejoraron en un 40% el conjunto de indicadores de calidad y cantidad¡±, resume Rey Benayas. Como tambi¨¦n se ha comprobado en Valladolid, esto supone un efecto econ¨®mico beneficioso, por ejemplo en el caso de uvas que no son atacadas por insectos y se impide que favorezca la aparici¨®n de hongos y baje la calidad del vino y su rentabilidad econ¨®mica.

Del vino al aceite. Un mochuelo en cada olivo es el nombre de la campa?a que lleva a cabo Brinzal con el objetivo principal de contribuir a la mejora del estado de las poblaciones ib¨¦ricas del mochuelo europeo, especialmente damnificado por la homogenizaci¨®n del h¨¢bitat que conlleva la intensificaci¨®n de la agricultura. La Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa (SEO/BirdLIfe) le incluye entre las siete aves agrarias en mayor declive y Brinzal considera b¨¢sica la interacci¨®n con los agricultores para revertir la tendencia. La creaci¨®n y mejora de linderos y de mosaicos de vegetaci¨®n, limitar la altura de esta, la instalaci¨®n de postes o majanos de piedra desde los que cazar y la disminuci¨®n del uso de herbicidas e insecticidas est¨¢n entre las medidas a aplicar.

Esta convivencia se ha logrado en ocho municipios de Castilla y Le¨®n gracias al trabajo de campo del Grupo de Rehabilitaci¨®n de la Fauna Aut¨®ctona y de su H¨¢bitat (Grefa) y a las investigaciones de varios centros del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) y de la Universidad de Valaldolid. El punto de partida para el entendimiento era dif¨ªcil: atajar las peri¨®dicas plagas de topillos campesinos que sufren en varios puntos de Castilla y Le¨®n. En un principio la soluci¨®n ideal asumida por la Junta, municipios y agricultores era la de esparcir veneno entre los cultivos. Con el tiempo, el asentamiento de parejas de cern¨ªcalos y lechuzas gracias a la instalaci¨®n de cajas-nido se ha mostrado como un m¨¦todo eficaz en los municipios elegidos.

A pesar de algunos desmanes cometidos por la Junta de Castilla y Le¨®n (colocar venenos en terrenos con cajas-nido y parejas asentadas), por los que ha pedido disculpas, Fernando Garc¨¦s, de Grefa, avala la eficacia del sistema: ¡°elegimos al cern¨ªcalo y la lechuza para cubrir la depredaci¨®n durante todo el tiempo de actividad de los topillos, que abarca tanto el d¨ªa como la noche, y tras comprobar que el grado de ocupaci¨®n de cajas-nido supera el 50% (unas 500 con nidificaci¨®n sobre 1.000), tambi¨¦n hemos detectado que cuando aumenta el n¨²mero de topillos lo hace la ocupaci¨®n de nidos y que, ante el vaticinio de una explosi¨®n demogr¨¢fica de topillos para este a?o, de momento en los primeros meses ha remitido la plaga¡±. Grefa calcula que durante el per¨ªodo de reproducci¨®n setenta parejas con sus polluelos repartidas por 2.000 hect¨¢reas podr¨ªan dar cuenta de 42.000 topillos. Si esa cifra se extrapola a los 500 nidos la cifra sube a 300.000.