Mi reciclaje est¨¢ vivo

Visto de cerca, no parece gran cosa: un bicho de entre cinco y nueve cent¨ªmetros de largo, sin dientes, sin huesos, sin ojos. Sin embargo, este humilde an¨¦lido, la Eisenia fetida o lombriz roja de California, es capaz de convertir alrededor de una cuarta parte de los residuos org¨¢nicos de una casa, creando en el proceso el llamado oro del jardinero: un humus cargado de nutrientes, excelente para las macetas o para los huertos.

¡°Aqu¨ª est¨¢n¡±. En la terraza de su apartamento en Rivas Vaciamadrid (Madrid), el inform¨¢tico Ra¨²l Rodr¨ªguez levanta la cobertura de su vermicompostador de pl¨¢stico negro, de alrededor de 50 cent¨ªmetros de alto. En una bandeja con agujeros se atisban restos de fresas, lechugas y otras plantas. Sorprendentemente, el olor no es muy fuerte, no m¨¢s que el de cualquier cubo de la basura normal.

Al levantar la primera bandeja, Ra¨²l Rodr¨ªguez revela el tesoro que produce su vermicompostador: alrededor de cuatro kilos de compost, fertilizante producto de la descomposici¨®n de la materia org¨¢nica, de primera calidad. La clave est¨¢ en la acci¨®n combinada de los cerca de 500 an¨¦lidos que pululan por la gruesa y negra tierra y una multitud de seres microsc¨®picos. ¡°En el aparato digestivo de la lombriz coexisten muchos microorganismos y enzimas", comenta Rogelio Nogales, investigador del CSIC en la Estaci¨®n Experimental del Zaid¨ªn (Granada). ¡°Estos modifican la composici¨®n qu¨ªmica y microbiol¨®gica de los residuos ingeridos, aumentando su contenido de nutrientes y convirti¨¦ndolos en solubles y asimilables por los cultivos¡±.

¡°La idea fue de mi novia¡±, comenta Ra¨²l Rodr¨ªguez. ¡°Hace algo m¨¢s de dos a?os, el ayuntamiento de Rivas nos ofreci¨® el vermicompostador y las lombrices a cambio de que nos comprometi¨¦semos a usarlo y que no lo sac¨¢semos del municipio. Nos dieron un curso sobre c¨®mo utilizarlo¡±. El objetivo, reducir la cantidad de materia org¨¢nica que va a la basura. ¡°Creo que, m¨¢s o menos, va a parar al compostador medio kilo de residuos por semana. M¨¢s en verano, porque comemos m¨¢s verduras¡±.

Lo primero que se necesita para hacer compost en casa es un espacio seco y sombroso. ¡°Lo importante es que no est¨¦n al sol¡±, indica Ra¨²l Urquiaga, de la asociaci¨®n Grama. Las lombrices rojas aguantan una temperatura de hasta 30 grados cent¨ªgrados y necesitan mantener un cierto nivel de humedad. Los an¨¦lidos resisten igualmente bien al fr¨ªo, siempre y cuando no sea intenso: por debajo de los cinco grados empiezan a morir. ¡°La temperatura ideal est¨¢ entre los 20 y los 24 grados, es cuando est¨¢n al tope de actividad¡±, apunta.

Una vez encontrado el lugar, hay que elegir el cubo. ¡°Nosotros fabricamos algunos¡±, apunta Urquiaga, ¡°pero nuestros socios los han llegado a fabricar ellos mismos utilizando cubos de pintura¡±. Pero atenci¨®n: ¡°Hay que limpiar muy bien el recipiente para evitar que haya sustancias que envenenen a las lombrices¡±, alerta Nogales. El recipiente debe de tener al menos dos compartimentos separados por agujeros, para poder reponer el material org¨¢nico. ¡°Comen lo que les dejo en la bandeja, y el compost que vaya saliendo lo recojo y lo dejo en la bandeja de abajo¡±, cuenta Rodr¨ªguez.

Es importante que el recipiente tenga una tapa, est¨¦ bien ventilado, y que incluya una salida para el lixiviado, un l¨ªquido parduzco, de olor fuerte, derivado del proceso de fermentaci¨®n. ¡°Tiene propiedades fertilizantes¡±, se?ala Urquiaga, ¡°y puede usarse en las plantas, pero con moderaci¨®n¡±. ¡°Yo lo uso diluido, para regar¡±, comenta Rodr¨ªguez, ¡°pero la verdad es que se produce tanto que a veces no s¨¦ qu¨¦ hacer con ¨¦l¡±.

Antes de empezar el vermicompostaje, hace falta forrar el fondo del cubo con papel de peri¨®dico o cart¨®n, antes de incorporar una capa de esti¨¦rcol maduro bien humedecido. ¡°En la inmensa mayor¨ªa de los casos, a la hora de comprar, las lombrices vendr¨¢n en su propio sustrato¡±, indica Urquiaga.

Una vez todo listo, es hora de dar de comer a las lombrices. Lo esencial es que la materia org¨¢nica se descomponga sin pudrirse, manteniendo el equilibrio entre dos ingredientes b¨¢sicos: el carbono y el nitr¨®geno. El carbono puede encontrarse en la hojarasca o en la celulosa del papel, especialmente el que no ha sufrido un tratamiento previo. El nitr¨®geno, por otra parte, se encuentra en los restos de frutas y verduras. Otros residuos, como c¨¢scaras de huevo, bolsitas de infusiones o incluso pelo, pueden ir a parar al cubo sin ning¨²n problema.

Lo que debe evitarse es depositar en el cubo productos que aumenten la acidez de la tierra, como los c¨ªtricos y sus c¨¢scaras. Los alimentos cocinados, as¨ª como los restos con muchas grasas y prote¨ªnas, especialmente de origen animal (como carnes, pescados, l¨¢cteos, huesos y salsas) tienden a pudrirse y a da?ar a las lombrices, por lo que tambi¨¦n deben tirarse aparte. Tambi¨¦n debe evitarse el procesar las hojas de plantas resinosas, como el pino, as¨ª como las heces de animales dom¨¦sticos.

Controlar la humedad es imprescindible. ¡°No hay que echarle agua; los restos ya lo tienen¡±, explica Rodr¨ªguez. ¡°De hecho yo le echo cosas como serr¨ªn o papel picado, que absorben el agua. Hay gente que compra piel de coco, pero yo no lo veo necesario¡±.

El compost puede hacerse sin la presencia de lombrices. Pero requiere unas condiciones de temperatura y presi¨®n que obligan a crear instalaciones de gran tama?o, demasiado grandes como para caber en una casa corriente. ¡°Se puede hablar con la comunidad de propietarios para instalarlas en las zonas comunes¡±, apunta Jorge Romea, de la plataforma Composta en Red. Es esta clase de equipos de compostaje la que se ha instalado en algunos colegios y huertos urbanos.