Paridad en ratones de laboratorio
Los Institutos de Salud de EE UU exigen el equilibrio de g¨¦nero en experimentos con animales Se pretende afinar los efectos en mujeres en el dise?o de f¨¢rmacos
Los efectos de un medicamento no son necesariamente iguales en un hombre que en una mujer. Por eso, las compa?¨ªas que desarrollan f¨¢rmacos ¡ªaunque ha costado d¨¦cadas¡ª tienen cada vez m¨¢s presente el equilibrio de g¨¦nero en la selecci¨®n de los participantes en los ensayos cl¨ªnicos, donde se analiza la eficacia de las nuevas mol¨¦culas, se mide las reacciones que provocan o c¨®mo se asimilan, entre otros aspectos.
No sucede lo mismo en las fases iniciales del dise?o de un medicamento: las pruebas con animales o con cultivos celulares. Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en ingl¨¦s), la mayor red mundial de investigaci¨®n biom¨¦dica, quieren dar un vuelco a esta situaci¨®n e introducir la variable de g¨¦nero tambi¨¦n en estas etapas tempranas. Si se usan ratones (o cerdos, o perros) macho en los estudios, tambi¨¦n deber¨¢n emplearse hembras. Y cuando se analice en el laboratorio c¨®mo reaccionan las c¨¦lulas humanas al f¨¢rmaco, habr¨¢ que emplear cultivos desarrollados a partir de muestras de hombres, pero tambi¨¦n de mujeres.
Los NIH son la mayor red mundial de investigaci¨®n biom¨¦dica
No es una sugerencia. En un art¨ªculo publicado el mi¨¦rcoles en Nature, el director de los NIH, Francis Collins, y la directora de la divisi¨®n de investigaci¨®n en salud de la mujer, Janine Clayton, plantean que desde octubre los trabajos financiados por esta entidad deber¨¢n respetar el equilibrio de g¨¦nero en animales y cultivos celulares, salvo excepciones justificadas.
¡°Si el f¨¢rmaco se va a usar con mujeres, es l¨®gico que est¨¦n representadas en todas las fases del estudio¡±, relata Salvador Peir¨®, director del ¨¢rea de investigaci¨®n en servicios de salud del Centro Superior de Investigaci¨®n en Salud P¨²blica (CSISP) de Valencia.
Hace d¨¦cadas era corriente excluir a las mujeres en los ensayos cl¨ªnicos. Ante el riesgo de que alguna de ellas estuviera embarazada y que como consecuencia de la administraci¨®n del f¨¢rmaco en desarrollo el feto sufriera alguna malformaci¨®n se discrimin¨® su participaci¨®n.
Pero esta prevenci¨®n ha sido, en muchos casos, m¨¢s perjudicial que beneficiosa. La falta de mujeres acababa por limitar la validez de las conclusiones obtenidas. Como consecuencia de ello, se han producido casos como el relacionado con el zolpidem (un an¨¢logo de las benzodiacepinas), usado para tratar el insomnio. La FDA recomend¨® el a?o pasado a las mujeres que tomaran la mitad de la dosis recomendada, ya que estudios recientes demostraban que metabolizaban el compuesto de forma distinta a los hombres.
En 1993, los NIH dieron un paso similar al actual al exigir la inclusi¨®n de mujeres en todos los proyectos financiados por este organismo p¨²blico. Ahora, como recuerdan los autores del art¨ªculo, m¨¢s de la mitad de los participantes en ensayos ya son mujeres. Y se ha extendido la presencia femenina en los estudios sobre f¨¢rmacos, como admite Javier D¨ªez, investigador del CSIPS que ha participado en m¨¢s de 30 ensayos cl¨ªnicos de vacunas. Y ello, a pesar de que en Espa?a no existe ninguna norma que exija mantener cuotas en los ensayos cl¨ªnicos.
La intenci¨®n de los autores del art¨ªculo es extender la presencia femenina m¨¢s all¨¢ de los ensayos, hacia las pruebas precl¨ªnicas; lo que consideran de especial relevancia ya que, en funci¨®n de los resultados obtenidos, ¡°se pueden orientar mejor los posteriores ensayos cl¨ªnicos¡±.
¡°No solo es importante, sino necesario mantener un equilibrio de g¨¦nero¡± en todas las pruebas, desde el laboratorio a los ensayos, ¡°puesto que se ha comprobado que entre las mujeres hay m¨¢s efectos secundarios a los medicamentos que en los hombres¡±, apunta Amparo Alemany, presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola de Compa?¨ªas de Investigaci¨®n Cl¨ªnica, unas entidades que funcionan de intermediarias entre los investigadores y los laboratorios que financian los estudios.
Jos¨¦ Vicente Castell, director del Instituto de Investigaci¨®n del hospital La Fe de Valencia apuesta por ser flexible en la aplicaci¨®n de la medida que impulsan los NIH. ¡°En mi ¨¢rea, la toxicidad hep¨¢tica, apenas hay diferencias de g¨¦nero¡±, comenta. E introduce un nuevo debate: ¡°Creo que hay m¨¢s diferencias entre etnias que de g¨¦nero ¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.