¡°Minamos el futuro con pol¨ªticas a corto plazo¡±
Recibi¨® el tercer premio a la mujer m¨¢s innovadora de la UE en 2014
¡°Todo es mucho m¨¢s fr¨¢gil de lo que parece¡±. La advertencia es de Ana Maiques. Esta economista pas¨® la semana pasada por San Francisco. La que viene estar¨¢ en Boston; entre medias, Barcelona, adonde vuelve siempre. Maiques (Valencia, 1972) es cofundadora de Starlab y Neuroelectrics y hace unas semanas recibi¨® el tercer premio a la mujer m¨¢s innovadora de la UE en 2014. Licenciada en Econ¨®micas, es la cara comercial de una empresa puntera en investigaci¨®n espacial y neurocient¨ªfica que dirige junto a su marido, matem¨¢tico y cient¨ªfico, Giulio Ruffini. ¡°Siempre salgo yo. Como soy chica... A ¨¦l no le sacan nada, pero el secreto del ¨¦xito es el t¨¢ndem de los dos¡±. Sonr¨ªe.
Starlab lleva 13 a?os funcionando y ha logrado cerrar el ciclo. ¡°Transformamos la ciencia en productos y servicios de impacto social. Nos ha costado Dios y ayuda llegar hasta aqu¨ª. Ir de la investigaci¨®n a un producto lleva muchos a?os, requiere una mente de cient¨ªfica, pero tambi¨¦n comercial¡±. Tiene cuatro hijos, cocina y no ve la tele. Reconoce que siempre hay algo que tienes que sacrificar.
En sus dos empresas barcelonesas trabajan 40 personas y facturan cerca de cuatro millones de euros. Entre sus creaciones, la economista valenciana se siente orgullosa del lector inal¨¢mbrico de actividad cerebral que tiene aplicaciones para diagnosticar la epilepsia o la hiperactividad en ni?os; y otro lector que adem¨¢s inyecta corrientes en el cerebro que permiten excitar o inhibir la actividad neuronal con el objetivo, por ejemplo, de reducir el dolor.
Todo empez¨® en un castillo, parecido al de Tint¨ªn, en Bruselas. Maiques y Ruffini fueron fichados por un multimillonario. Junto a un centenar de cient¨ªficos se pusieron a buscar las tecnolog¨ªas del futuro. All¨ª trabajaban, com¨ªan ¡ªalguna vez langosta¡ª y dorm¨ªan, ellos concretamente en la caseta del guarda ¡ª¡°un casopl¨®n¡±, recuerda Maiques¡ª. ¡°Estuvimos un a?o. ?l ped¨ªa mucho, mucho dinero a los inversores a cambio de poner las mejores mentes en distintas disciplinas para forzar la serendipity¡±. Pero la crisis de las puntocom, en 2001, se los llev¨® por delante. La empresa belga quebr¨®. Y Maiques demostr¨® su empuje: ¡°Fue un gran aprendizaje; en el mundo empresarial no te has de agarrar a nada. Al principio daba un poco de susto, pero luego se convierte en una oportunidad. Pasamos de empleados a empleadores, compramos la empresa del Estado belga y la redefinimos. No com¨ªamos langosta ni dorm¨ªamos en un castillo, todo empez¨® a funcionar m¨¢s humildemente¡±.
Trece a?os despu¨¦s, Maiques acumula premios y la llaman para dar charlas a emprendedores. Esta semana participa en el congreso sobre innovaci¨®n en salud MiHealth Forum de Fira de Barcelona. En 2010 fue seleccionada por el IESE entre los m¨¢s influyentes emprendedores de menos de 40 a?os. Ella les dice siempre: ¡°Para ser un emprendedor no hay que ser VIP sino VEP (visi¨®n, ejecuci¨®n y pasi¨®n)¡±. Y les explica que el ¨¦xito de su empresa es la internacionalizaci¨®n: ¡°Vengas de donde vengas, el idioma para hablar en Starlab es el ingl¨¦s¡±.
Maiques se muestra preocupada por el presente: ¡°Es un error no tener pol¨ªticas sostenidas en el tiempo que apuesten por la investigaci¨®n. Como pa¨ªs no nos damos cuenta de que minamos el futuro haciendo pol¨ªticas de corto plazo¡±.
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