El n¨²mero iglesias evang¨¦licas en Espa?a se duplica en 10 a?os
La inmigraci¨®n latinoamericana ha impulsado el aumento de centros de culto
Shirley volvi¨® a hablar con Cristo hace ocho a?os. ¡°Cuando llegu¨¦ a Espa?a decid¨ª pasar de todo. Fumaba, beb¨ªa, ten¨ªa novios¡ Pero un d¨ªa, cuando me encontraba en una discoteca, me pregunt¨¦: ¡°?C¨®mo he llegado aqu¨ª?¡±. Hoy, esta venezolana de 30 a?os se junta durante la semana con otros amigos en Puerta del Sol, en el centro de Madrid, para pregonar el evangelio. Los domingos acude al culto de su iglesia protestante.
La Iglesia evang¨¦lica no para de ganar terreno en Espa?a. Ha experimentado un incremento sobre todo en los ¨²ltimos 10 a?os. En 2004, hab¨ªa un total de 979 iglesias evang¨¦licas registradas en el Ministerio de Justicia. En 2014, hay 2.103. ¡°Este impulso est¨¢ relacionado con la inmigraci¨®n, sobre todo de latinoamericanos¡±, asegura Jorge Fern¨¢ndez, portavoz de la Federaci¨®n de Entidades Religiosas Evang¨¦licas de Espa?a (Ferede).
¡°No se trata de cambiar de religi¨®n, sino de encontrar a Cristo¡±
Los latinoamericanos son el principal grupo de inmigrantes en Espa?a, aunque miles hayan vuelto a sus pa¨ªses debido a la crisis econ¨®mica. En enero de 2004 hab¨ªa un total de 514.485 ciudadanos de Am¨¦rica Latina residentes en el pa¨ªs. En junio de 2013 eran 1.494.284, seg¨²n la Secretar¨ªa de Estado de Inmigraci¨®n y Emigraci¨®n.
Los protestantes son tambi¨¦n la principal minor¨ªa religiosa de Espa?a: de los 6.125 lugares de culto de todas las minor¨ªas, 3.521 son evang¨¦licos, un 57,49%; seguidos se encuentran los musulmanes, que representan un 21,36%; y los testigos de Jehov¨¢, con un 11%, seg¨²n datos del Observatorio del Pluralismo Religioso en Espa?a, vinculado al Ministerio de Justicia. No hay datos concretos sobre el n¨²mero de evang¨¦licos. Los ¨²ltimos son tambi¨¦n de 2004, cuando hab¨ªa aproximadamente 400.000 en Espa?a, seg¨²n Ferede. ¡°Pero son datos orientativos, basados en el n¨²mero de iglesias en el pa¨ªs¡±, aclara Fern¨¢ndez.
Aunque no haya datos concretos, los latinoamericanos se hacen notar. Muchos ya frecuentaban una iglesia protestante en su pa¨ªs y, al llegar a Espa?a, buscan una para seguir yendo a las ceremonias. Es el caso del brasile?o Carlos, que lleg¨® al pa¨ªs en 2010. Est¨¢ bautizado por la iglesia cat¨®lica, pero a lo largo de su juventud prob¨® otras religiones. ¡°Pero siempre ten¨ªa cuestionamientos. Hasta que un colega del colegio me llev¨® a una iglesia protestante cuando ten¨ªa 16 a?os¡±, cuenta el brasile?o, de 33 a?os. ¡°Busqu¨¦ un centro antes de venir¡±.
Carlos espera en la cafeter¨ªa de la sede del grupo Caja Roja, en la Puerta del Sol. ¡°No somos una iglesia, sino que nos juntamos para pregonar el evangelio en la calle¡±, explica Karen Prevost, una de las responsables del grupo. All¨ª, entre espa?oles y estadounidenses, destacan los latinoamericanos. Todos los d¨ªas, a las siete de la tarde, bajan a la plaza para pregonar. Llevan una caja roja y varios objetos para contar el evangelio. Lo hacen de una manera muy sencilla: suben en la caja y, entre tres y cinco minutos, cuentan una historia:
Las cifras
- En 2004 hab¨ªa aproximadamente 400.000 evang¨¦licos en Espa?a, seg¨²n Ferede. En ese mismo a?o, 979 iglesias evang¨¦licas estaban registradas, en el Ministerio de Justicia en 2004. En 2014, hay 2.103 grupos protestantes.
- De los 6.125 lugares de culto de todas las minor¨ªas religiosas, 3.521 son centros evang¨¦licos, un 57,49%.
- En enero de 2004, hab¨ªa 514.485 latinoamericanos en Espa?a, seg¨²n la Secretar¨ªa de Estado de Inmigraci¨®n y Emigraci¨®n. En junio de 2013, los latinos eran 1.494.284.
- Brasil es el pa¨ªs con la mayor poblaci¨®n protestante (42 millones) seguido por Colombia (10 millones), M¨¦xico (8,3 millones) y Venezuela (7,8 millones).
¡ª Sal¨ªa a estudiar con una mochila muy pesada. Y me di cuenta de que llevaba mucho tiempo con este peso. Sentimos que algo nos pesa. Este peso es el pecado. Vamos a presentar la mochila de nuestra vida a Dios. Que la hagamos m¨¢s ligera, ?pero llena de paz, de esperanza, de amor!
Las palabras son del mexicano Mauricio, de 29 a?os. Lleg¨® a Espa?a hace 10 para estudiar y vivir. Su familia es protestante, pero ¨¦l se consideraba ateo. Llevaba 10 meses en el pa¨ªs cuando busc¨® una iglesia protestante ¡°Me di cuenta de que ten¨ªa muchos pecados y pensaba que Dios me iba a castigar. Empec¨¦ a leer la biblia y la sensaci¨®n es que la biblia me le¨ªa¡±, cuenta.
Muchos de los que se juntan durante la semana en la Caja Roja acuden los domingos a la iglesia Amistad Cristiana, cerca de Ciudad Universitaria. La pastora Rebeca Jacob cuenta que cuando crearon el centro, en 1987, acud¨ªan cinco personas para ver el culto de domingo. Ahora, se suman 250. ¡°Es una iglesia bastante multicultural. La mayor¨ªa son espa?oles, pero hemos contado 27 nacionalidades distintas. Est¨¢ presente todo el continente americano, desde Canad¨¢ hasta Chile¡±, comenta.
Como el mexicano Mauricio, muchos tambi¨¦n han buscado una iglesia evang¨¦lica por primera vez en Espa?a. Aunque sea una cuesti¨®n personal de cada uno, la pastora Jacob opina que muchos buscan amistad y ayuda. ¡°La iglesia es muy cercana. No es como en una misa, que la gente entra y sale sin hablar. Aqu¨ª todos te hablan, te preguntan sobre tu vida... Y muchos acaban encontrando el apoyo que necesitaba¡±, opina.
En Am¨¦rica Latina, que siempre ha sido tradicionalmente cat¨®lica, la Iglesia evang¨¦lica ya conquist¨® su espacio. Brasil es el pa¨ªs con la mayor poblaci¨®n protestante, un total de 42 millones, seguido por Colombia (10 millones), M¨¦xico (8,3 millones) y Venezuela (7,8 millones), seg¨²n datos de Pew Research. El mismo centro de investigaci¨®n asegura que uno de cada cuatro hispanos en EE UU ha abandonado el catolicismo. ¡°No es verdad que robemos fieles de la Iglesia Cat¨®lica. La mayor¨ªa de los que buscan la iglesia evang¨¦lica, aunque sean bautizados, no eran creyentes¡±, sostiene Fern¨¢ndez, de Ferede.
Ram¨®n, sin embargo, s¨ª frecuentaba la Iglesia Cat¨®lica hasta sus 17 a?os, en Rep¨²blica Dominicana. Admite que en esa ¨¦poca sent¨ªa mucho odio y no hablaba con su padre, algo que le molestaba. Hasta que busc¨®, hace ocho a?os, una iglesia evang¨¦lica, poco antes de venirse a Espa?a. ¡°Y todo ha cambiado. Ya no siento odio, ya puedo hablar con mi padre...¡±, cuenta, hoy con 25 a?os. ¡°Pero no se trata de cambiar de religi¨®n. Fue un encuentro con Cristo. Hoy s¨¦ que mis pecados fueron borrados¡±, finaliza.
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