Un f¨®sil de reptil de 90 millones de a?os es encontrado en el interior de Minas Gerais

El descubrimiento, la semana pasada, del f¨®sil de un reptil carn¨ªvoro en el interior de Minas Gerais, regi¨®n sudeste del Brasil, anim¨® los estudiosos de la era pre-hist¨®rica brasile?a. Avisados por el due?o de una hacienda de la regi¨®n, un equipo de la Universidade Federal do Tri?ngulo Mineiro sigui¨® para Honor¨®polis, a 750 kil¨®metros de la capital de Minas, sin mucha expectativa. "Pensamos que ser¨ªa solo otra recolecci¨®n, pero volvemos muy empolgados del campo. Nunca encontramos nada tan grande as¨ª", explica Thiago da Silva Marinho, especialista en paleontolog¨ªa de vertebrados de la Universidade Federal do Tri?ngulo Mineiro (UFTM), y miembro del grupo de diez profesionales que exploraron el sitio paleontol¨®gico.

Se trata de un crocodilo, de la especie Crocodiliforme baurusuqu¨ªdeo, que pertenecer¨ªa al periodo Cret¨¢ceo Superior, entre 99 y 65 millones de a?os atr¨¢s. Solamente el cr¨¢neo del f¨®sil encontrado tiene cerca de 40 cent¨ªmetros de largura, con algunos dientes intactos, y un cuerpo de aproximadamente 2,4 metros. La importancia del descubrimiento est¨¢ en la posibilidad de determinar cual era la fauna y el clima durante el Cret¨¢ceo Superior en la regi¨®n, llenando otra laguna en la l¨ªnea del tiempo de la pre-historia brasile?a.

Adem¨¢s de ese f¨®sil, los paleont¨®logos tambi¨¦n encontraron en el mismo local ¡°tortugas y restos de dinosaurios, lo que prueba que los crocodilos ten¨ªan otros animales asociados a ¨¦l en su ambiente¡±. Y, entre los descubrimientos m¨¢s importantes, est¨¢n los ostracodes, poco conocidos del grande p¨²blico, pero que son cient¨ªficamente importantes. "Son crust¨¢ceos de un mil¨ªmetro que son ¨®ptimos indicadores de edad y ambiente, y hab¨ªa una capa de ellos luego abajo del crocodilo", complementa Marinho.

Los especialistas ¨C tres paleont¨®logos, un ge¨®logo, cuatro t¨¦cnicos en excavaci¨®n y dos bi¨®logos ¨C llegaron hasta el local donde se encontraba el f¨®sil, avisados por Amarildo Martins de Queiroz, comerciante y propietario de la Fazenda Tres Antas, en Honor¨®polis. ES la segunda vez que ¨¦l entra en contacto con el Museu dos Dinossauros, en Uberaba, donde est¨¢ acogido el Complexo Cultural y Cient¨ªfico de Peir¨®polis da UFTM, que cuida de este tipo de pesquisa. La primera fue cuando recolect¨® una piedra en un afloramento (porci¨®n de capa rocosa) de una propiedad vecina. "En 2010 yo llev¨¦ al Museu una parte de la piedra donde hab¨ªa un diente, que ya estaba all¨ª hace 60 a?os, pero no ve¨ªamos con una mirada cl¨ªnica", explica. Si trataba de un crocodilo Campinasuchus dinizi, bautizado as¨ª, seg¨²n cuenta Queiroz, en homenaje a su hijo "que se llamaba Izonel Queiroz Diniz Neto", y que muri¨® a los seis a?os.

Como muchos sitios de inter¨¦s arqueol¨®gico y paleontol¨®gico est¨¢n localizados en ¨¢reas privadas, la colaboraci¨®n de due?os de tierras es fundamental y, a la vez, rara. "Eso es inusual. Observamos que hay resistencia por parte de los fazendeiros, por miedo la embargar y tomar la tierra de ellos, algo que dif¨ªcilmente sucede. Nuestra recolecci¨®n agrede poco", explica Marinho. A pesar de eso, cont¨® que cuando el f¨®sil lleg¨® a la ciudad, en un bloque envuelto por tierra y rocas que pesaba 280 kilos, hube una "mayor comprensi¨®n por parte de los habitantes".

Queiroz, sin embargo, que localiz¨® el f¨®sil en sus tierras, es una excepci¨®n. El inter¨¦s del fazendeiro por los objetos de la pre-historia comenz¨® pronto. Durante la infancia fue seminarista en Belo Horizonte, donde gan¨® "un f¨®sil de un padre. Era un pescado de la Chapada do Araripe [un sitio arqueol¨®gico en el Cear¨¢]". Desde entonces, siempre se sinti¨® atra¨ªdo por el ejercicio de buscar se?ales en piedras de la regi¨®n. Su sue?o, inclusive, es que un museo sea construido en su regi¨®n, a ejemplo del que existe en Uberaba, que est¨¢ hace m¨¢s de 250 kil¨®metros de Honor¨®polis.

El crocodilo descubierto esta semana es de la misma familia del primero que Queiroz encontr¨® en 2010, pero a¨²n no es posible afirmar al correcto "se se trata de una nueva especie", afirma Marinho.

S¨ªtios paleontol¨®gicos

As m¨¢s recientes descubrimientos en el ¨¢rea de paleontolog¨ªa en el Brasil se centraron en la Bacia Bauru, que abarca los estados S?o Paulo, Minas Gerais, Goi¨¢s, Mato Grosso y Minas Gerais, en la Chapada do Araripe (Cear¨¢), y en la regi¨®n de Uberaba, tambi¨¦n conocida como la tierra de los dinosaurios, en el oeste del estado de Minas. En esta ¨²ltima, hay aproximadamente un mes, fue encontrada una v¨¦rtebra del dinosaurio herb¨ªvoro Uberabatitan ribeiroi, llamado por los mineros de Uberaba Tit?, el mayor dinosaurio encontrado hasta hoy en el Brasil. "Solamente una v¨¦rtebra del cuello de ¨¦l mide 60 cent¨ªmetros, estimando el tama?o total entre 20 y 24 metros de largura", aclara Marinho. El descubrimiento acab¨® por revisar los estudios anteriores sobre ese dinosaurio, pues se cre¨ªa que ¨¦l era m¨¢s peque?o. En el museo de los Dinossauros, en Uberaba, por ejemplo, hay una r¨¦plica, de 18 metros.