Dos semanas para vencer el virus del ¨¦bola
Quince d¨ªas es el umbral a partir del cual se considera que el sistema inmune se ha sobrepuesto a la infecci¨®n
¡°Desde que aparecen los primeros s¨ªntomas, cuanto m¨¢s se acercan los pacientes a las dos semanas, m¨¢s posibilidades hay de sobrevivir¡±. Miriam Al¨ªa regres¨® el 18 de julio de Guinea donde permaneci¨® durante cinco semanas como responsable de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) en la intervenci¨®n sanitaria contra el ¨¦bola en la localidad de Gu¨¦ck¨¦dou. Esta enfermera intensivista del hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid relata que la fase aguda de la enfermedad var¨ªa en funci¨®n del paciente pero dura unos 15 d¨ªas de media. Desde entonces, si se han podido controlar los s¨ªntomas y no ha habido un desenlace fatal -hay un pico de mortalidad a los cinco d¨ªas-, lo m¨¢s probable es que el enfermo supere la infecci¨®n. Los d¨ªas m¨¢s cr¨ªticos son del 10 hasta el 14 posteriores al inicio de los s¨ªntomas. As¨ª lo han observado desde la organizaci¨®n humanitaria a partir de las personas atendidas en el brote que comenz¨® el pasado mes de marzo y que presenta una letalidad que ronda el 60%.
Ante la falta de tratamiento espec¨ªfico contra el pat¨®geno, la ¨²nica opci¨®n pasa por ofrecer a los pacientes asistencia para paliar no solo los s¨ªntomas, sino las complicaciones asociadas a la evoluci¨®n de la enfermedad. En esta situaci¨®n se encuentra el sacerdote Miguel Pajares, que desde este jueves se encuentra en el hospital Carlos III de Madrid procedente de Monrovia (Liberia), donde se contagi¨® de ¨¦bola. El religioso, de 75 a?os, lleva desde el viernes pasado con s¨ªntomas. Al ser reconocido nada m¨¢s llegar a la base a¨¦rea de Torrej¨®n de Ardoz presentaba una situaci¨®n cl¨ªnica estable y respiraba por s¨ª mismo, aunque estaba algo desorientado y febril.
Al¨ªa relata, a partir de la experiencia del reciente brote, que la evoluci¨®n de la enfermedad no sigue patrones fijos asociados a unos s¨ªntomas determinados. Hay una etapa aguda en la que el paciente manifiesta en la pr¨¢ctica totalidad de los casos fiebre y -normalmente- n¨¢useas, v¨®mito, diarrea, dolor de cabeza y fatiga. Durante este periodo, en el que el virus se multiplica, puede haber tambi¨¦n dificultad respiratoria, falta de apetito, dolor articular, muscular, hipo o dificultad para tragar. Tambi¨¦n infecciones secundarias, o hemorragias (en un 50% de los casos), aunque limitadas: ¡°suele manifestarse con la membrana conjuntiva de los ojos coloreada, sangrado de las enc¨ªas, en la nariz o restos de sangre en las heces¡±.
En funci¨®n de los s¨ªntomas (diarrea, v¨®mitos), estos ir¨¢n acompa?ados de complicaciones (deshidrataci¨®n), que requerir¨¢n un tratamiento espec¨ªfico (administraci¨®n de suero por v¨ªa intravenosa para paliar la falta de l¨ªquidos). Si hay insuficiencia en ¨®rganos vitales (ri?ones, pulmones) puede ser necesario el uso de equipos de hemodi¨¢lisis o respiraci¨®n mec¨¢nica para mantener al paciente con vida. Pero no hay reglas fijas en la evoluci¨®n de la enfermedad. No s¨®lo est¨¢ en relaci¨®n con el tiempo transcurrido hasta que llegan los primeros cuidados sanitarios, tambi¨¦n influye, por ejemplo, la fortaleza del sistema inmune del afectado.
La supervivencia frente a la enfermedad depende de que las defensas del organismo reaccionen con rapidez y neutralicen a tiempo el virus en el paciente. Lo hacen a trav¨¦s de anticuerpos de reacci¨®n r¨¢pida (inmunoglobulina M), los primeros que aparecen para combatir la infecci¨®n, y los que se generan algo m¨¢s tarde pero que ofrecen una cobertura protectora m¨¢s prolongada (ibnmunoglobulina G), ¡°creemos que de por vida¡±, apunta la especialista en ¨¦bola de MSF.
Es este proceso de producci¨®n de anticuerpos el que se prolonga unos 15 d¨ªas, hasta que, en el mejor de los casos, el sistema inmune da un vuelco a la situaci¨®n y controla al pat¨®geno. Entonces la fase de aguda deja paso a la de convalecencia, caracterizada por unos niveles de anticuerpos elevados. La supervivencia pasa por superar estas dos semanas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.