En el funeral de Miguel Pajares se recuerda a los enfermos de ¨¦bola
Ana Mato, que asisti¨® a la ceremonia, se ha mostrado satisfecha con la gesti¨®n de su ministerio La religiosa Juliana Bonoha espera este jueves los resultados que descarten su contagio
En la capilla del hospital San Rafael, llena a rebosar, Miguel Pajares fue despedido este mi¨¦rcoles por sus dos familias: la biol¨®gica y la de San Juan de Dios, la orden a la que perteneci¨® desde ni?o. El sacerdote espa?ol, el primer muerto de ¨¦bola fuera de ?frica, estuvo en el lugar de siempre, frente al altar. Como cuando oficiaba misa en La Iglesuela (Toledo), donde naci¨® hace 75 a?os, o en Monrovia (Liberia), donde se contagi¨® hace casi dos semanas.
A la misma hora, la religiosa Juliana Bonoha, que fue repatriada junto con Pajares, descansaba en el hospital Carlos III, donde le practicaban una nueva prueba para descartar la presencia del virus. Este jueves se conocer¨¢ el resultado, seg¨²n un portavoz de La Paz. Si sale negativo, le dar¨¢n de alta. Pero si fuera positivo, "habr¨¢ que dejarla encerrada", se?al¨® el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodr¨ªguez, seg¨²n Efe.
La urna de Pajares, frente a la cruz, estaba rodeada de 32 sacerdotes, flores blancas, la Biblia y una bufanda de ?frica, donde fue misionero durante 18 a?os. La capilla result¨® min¨²scula. All¨ª fueron a verle 40 familiares, amigos, religiosos y pol¨ªticos, como la ministra de Sanidad, Ana Mato.
A su llegada, Mato habl¨® del "magn¨ªfico personal sanitario" y, cuando se le pregunt¨® que por qu¨¦ no hab¨ªa comparecido antes, respondi¨® que "lo importante no es el protagonismo de un ministro por las gestiones, sino la gesti¨®n en s¨ª". Para la ministra, ha quedado demostrado que tienen "un sistema de alertas que funciona perfectamente y unos protocolos que se cumplen". Al referirse al suero experimental que recibi¨® el sacerdote, Mato dijo que "ojal¨¢ hubiese funcionado con Pajares". Y a?adi¨®: "Lo trajimos a Espa?a y no ha podido ser de utilidad".
En el funeral, de 70 minutos, Jos¨¦ Mar¨ªa Viadero fue el primero en tomar la palabra. El director de Juan Ciudad, la ONG de la orden, cont¨® emocionado que a Pajares le llamaban papi y Bonoha, mami. Pero mantuvo la compostura: "Habi¨¦ndole conocido como le conoc¨ª, s¨¦ que no me dejar¨ªa que en estos momentos habl¨¢semos de ¨¦l. Me lo prohibir¨ªa. Me dir¨ªa que hablemos de los enfermos. Me dir¨ªa que tenemos que hacer todo lo posible por ayudarlos. Me dir¨ªa que recordara a los fallecidos por el ¨¦bola".
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodr¨ªguez Plaza, pidi¨® a las autoridades que sean "valientes". "La raz¨®n no est¨¢ en quien tiene miedo, no invierte y no quiere cambiar la situaci¨®n", expres¨®. El misionero de La Iglesuela quer¨ªa morir en ?frica, pero esperaba ser enterrado en el pante¨®n que la orden tiene en el cementerio madrile?o de San Isidro.
No se conoce cu¨¢l ser¨¢ el destino de Bonoha, pero desde los setenta es casi una vecina m¨¢s en la localidad navarra de M¨¦lida. Blasa Musgo Ferrer, de 82 a?os, recuerda que la religiosa llegaba de vacaciones cada uno o dos veranos. La llevaban a misa, a pasear por el pueblo o a tomar un caf¨¦.
Fue la hermana de Musgo ¡ªfallecida hace 14 a?os¡ª quien llev¨® a Bonoha a casa por primera vez. Se hab¨ªan conocido en la congregaci¨®n de las Misioneras de la Inmaculada Concepci¨®n y, desde entonces, se hicieron muy amigas.
Bonoha naci¨® en Guinea Ecuatorial hace 65 a?os, cuando todav¨ªa era una colonia espa?ola. En 1964 lleg¨® a Elizondo, en el norte de Navarra, para ser novicia. Cuatro a?os m¨¢s tarde, con el cierre de fronteras en plena dictadura de Francisco Mac¨ªas Nguema, ya no pudo regresar a su tierra. "Se tuvo que quedar en Espa?a como 15 o 20 a?os, casi sin saber nada de su familia", recuerda Mar¨ªa Jes¨²s Garde Musgo, hija de Blasa.
Sus a?os de servicio se dividieron entre Madrid y Pamplona, pero las vacaciones no variaban: siempre en M¨¦lida. Al regresar a Guinea, el horror: sus padres hab¨ªan muerto. Las tres hermanas que a¨²n le quedaban ¡ªy que alcanz¨® a ver¡ª tambi¨¦n han fallecido; la ¨²ltima, hace dos meses.
Su familia de acogida cuenta que Bonoha decidi¨® trabajar como enfermera en ?frica, primero en su pa¨ªs de origen y despu¨¦s de Liberia. A pesar de la distancia, hablaba constantemente por tel¨¦fono con los Musgo. "Conversamos unos 20 d¨ªas antes de que pasara todo esto. Le pregunt¨¦ por el ¨¦bola y le ped¨ª que tuviera cuidado, pero le quit¨® importancia. Me dijo que no nos preocup¨¢ramos de nada", rememora Garde.
Esta es, precisamente, una de las caracter¨ªsticas de Bonoha que la familia resalta: nunca quiere preocupar a nadie. Eso y que es "excelente cocinera", asegura Musgo. La ¨²ltima vez que vieron a la religiosa fue en septiembre pasado. Sus ¨²ltimas vacaciones coincidieron con las Fiestas de la Exaltaci¨®n de la Cruz, pero decidi¨® adelantar su regreso a Liberia para poder viajar con Pajares. Los Musgo recuerdan que "ten¨ªan una relaci¨®n muy estrecha".
Muere otro doctor en Freetown
Dos semanas despu¨¦s del fallecimiento por ¨¦bola de Umar Khan, el m¨¢ximo experto en la lucha contra el virus en Sierra Leona, otro de los doctores responsables ha muerto este mi¨¦rcoles por la misma causa. El m¨¦dico Modupeh Cole fallece justo un d¨ªa despu¨¦s de que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) diera su consentimiento a utilizar tratamientos experimentales en los enfermos.
El director de Sanidad del pa¨ªs, Brima Kargbo, ha calificado de ¡°imprescindible¡± el papel que ha jugado Cole en la batalla que se libra contra el ¨¦bola.
En Liberia, otro de los pa¨ªses duramente azotados por el virus, se intenta salvar a otros dos m¨¦dicos infectados y se espera que el suero experimental ZMapp, procedente de Estados Unidos, pueda llegar antes de que la situaci¨®n de ambos sea irreversible.
Los dos doctores de Liberia han dado su consentimiento escrito para que puedan recibir el suero en cuanto aterrice en el pa¨ªs, lo que se espera en las pr¨®ximas 48 horas.
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