El hombre de neandertal se extingui¨® hace 40.000 a?os
El solapamiento con la especie humana actual dur¨® entre 2.600 y 5.400 a?os, dependiendo de la regi¨®n.
Hace 45.000 a?os, el continente europeo era fundamentalmente neandertal, con algunas bolsas de una nueva especie humana, la nuestra. Pocos miles de a?os despu¨¦s, los segundos se extend¨ªan por todo el territorio y los primeros hab¨ªan desaparecido. Dicha extinci¨®n se produjo hace 40.000 a?os (entre 41.000 y 39.000) seg¨²n una nueva investigaci¨®n basada en la dataci¨®n, con t¨¦cnicas avanzadas, de huesos y artefactos procedentes de yacimientos arqueol¨®gicos de todo el continente, desde Rusia hasta Espa?a. La informaci¨®n es importante, se?alan los investigadores en la revista Nature, para explicar ¡°los factores culturales, tecnol¨®gicos y biol¨®gicos implicados en la sustituci¨®n de los neandertales¡± por nuestros antepasados directos, as¨ª como la interrelaci¨®n entre unos y otros. El solapamiento de las dos especies y la eliminaci¨®n de una de ellas dur¨® entre 2.600 y 5.400 a?os, dependiendo de la regi¨®n.
¡°Es crucial determinar la relaci¨®n espaciotemporal entre las dos poblaciones si queremos comprender los procesos, la cronolog¨ªa y las razones que condujeron a la desaparici¨®n de los neandertales y el probable intercambio cultural y gen¨¦tico¡±, explican Tom Higham (Universidad de Oxford) y sus colegas.
Los cient¨ªficos han usado t¨¦cnicas de espectrometr¨ªa de masas (los an¨¢lisis convencionales de carbono 14 pierden precisi¨®n en las edades cruciales del final de los neandertales) para datar piezas rescatadas en 40 yacimientos y fijan el final de los neandertales y su cultura musteriense hace unos 40.000 a?os. Este l¨ªmite temporal, subraya en Nature William Davies, de la Universidad de Southampton (Reino Unido), sit¨²a en ¡°mera hip¨®tesis¡± la supervivencia posterior de neandertales en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica, como algunos han defendido bas¨¢ndose en la presencia tard¨ªa de industria l¨ªtica musteriense en regiones como Gibraltar. Se sabe que, en otras zonas, los humanos modernos fabricaban piezas similares, recuerda el experto brit¨¢nico.
La transici¨®n, esos pocos miles de a?os en los que la distribuci¨®n geogr¨¢fica de las dos especies conform¨® un mosaico din¨¢mico en el territorio, ¡°sugiere que hubo tiempo suficiente para la transmisi¨®n cultural y de comportamientos simb¨®licos, as¨ª como para el posible intercambio gen¨¦tico entre los dos grupos¡±, se?ala los autores de la investigaci¨®n.
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