El uso del suero contra el ¨¦bola no permite sacar conclusiones
Con solo seis casos muy heterog¨¦neos el ensayo resulta insuficiente
La buena noticia de la recuperaci¨®n del ¨¦bola de los dos cooperantes estadounidenses Ken Brantly y Nancy Writebol ha puesto en el punto de mira de investigadores, organizaciones humanitarias y simples curiosos el papel que haya podido tener el suero experimental que ambos recibieron. Lo desesperado de la situaci¨®n en ?frica (el n¨²mero de casos se duplica cada mes) obliga a buscar remedios donde sea. Pero los expertos piden que haya, por lo menos, cautela. Empezando por el jefe del equipo m¨¦dico que atendi¨® a los misioneros en el hospital Emory de Atlanta, Bruce Ribner: ¡°Sinceramente, no sabemos si [el suero] les ayud¨®, si no tuvo el menor impacto o incluso si, te¨®ricamente, pudo retrasar su recuperaci¨®n¡±, seg¨²n informa The New York Times. Estas palabras tienen m¨¢s relevancia en este brote de ¨¦bola. Aunque el tipo de virus, el Zaire, hab¨ªa tenido en episodios anteriores mortalidades del 90%, esta vez est¨¢ en el 55%. Eso quiere decir que 4 de cada 10 infectados se curan habiendo recibido apenas lo m¨¢s b¨¢sico.
En Espa?a, Fernando de la Calle, m¨¦dico de la Unidad de Patolog¨ªa Tropical y del Viajero del hospital La Paz-Carlos III que fue uno de los que trat¨® a Miguel Pajares (con el suero Zmapp y el resto de cuidados), coincide: ¡°Hay que tener cautela. No se ha descubierto de repente la penicilina¡±, declar¨® a EL PA?S.
De la Calle es claro en su postura. ¡°El problema de este f¨¢rmaco es que su investigaci¨®n se ha saltado muchas fases, desde los ensayos en cultivos hasta los de seguridad y dem¨¢s trabajos previos a la aproximaci¨®n en humanos¡±, dice, porque solo se hab¨ªa ensayado en monos.
"Ha habido mucho ocultismo", dice un m¨¦dico que trat¨® a Miguel Pajares
Aunque la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) aval¨® a posteriori la ¨¦tica de dar medicamentos no probados, es precisamente el sistema de los ensayos el que da validez a los resultados. Y ah¨ª empiezan las pegas. ¡°En Medicina, cualquier estudio cient¨ªfico tiene que calcular el tama?o muestral, saber a cuanta gente hay que aplicarle algo para que el resultado sea fiable¡±, explica De la Calle. De momento ¡ªy parece que por unos meses, ya que el fabricante se ha quedado sin suministro¡ª el Zmapp se ha probado en seis personas: Pajares, los dos estadounidenses y tres liberianos, de los que dos parecen que han mejorado bastante. ¡°Ese n¨²mero ser¨ªa poco hasta para un ensayo en fase I, cuando solo se mide la seguridad del f¨¢rmaco en personas¡±, indica el m¨¦dico. Jos¨¦ Mar¨ªa Mir¨®, presidente de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas y Microbiolog¨ªa Cl¨ªnica (Seimc), tambi¨¦n insiste en que ¡°lo m¨ªnimo es aumentar el n¨²mero de casos¡±.
Pero no es solo cuesti¨®n de cantidad. ¡°Las seis personas son muy heterog¨¦neas¡±, afirma De la Calle. Pajares ten¨ªa 75 a?os, Writebol, 59, y Brantly, 33. ¡°Tampoco sabemos sus historias cl¨ªnicas, en qu¨¦ estado estaban cuando recibieron el f¨¢rmaco ni que otros tratamientos les aplicaron¡±, dice De la Calle.
Esta es solo parte de la informaci¨®n que falta. Ni Pajares ni los estadounidenses permitieron que se hicieran p¨²blicos sus informes m¨¦dicos, con lo que resulta imposible intentar adivinar por qu¨¦ unos sobrevivieron y el otro no. ¡°Ha habido mucho secretismo. Incluso nosotros pedimos a los americanos, que hab¨ªan empezado con el tratamiento antes, que nos aportaran m¨¢s datos, y tampoco nos dieron mucha informaci¨®n¡±, afirma el m¨¦dico espa?ol. S¨ª se sabe que en Atlanta tuvieron especial cuidado con evitar los trombos (el virus act¨²a colapsando los capilares) y vigilando el nivel de electrolitos en la sangre, ya que estos se pierden por las diarreas, hemorragias y v¨®mitos.
Mir¨® cree que en este caso ser¨¢ imposible establecer un ensayo cl¨ªnico al uso, con un grupo de control que reciba un placebo, ¡°porque no ser¨ªa ¨¦tico¡±. Sin embargo, ¡°si se hace un buen seguimiento de los que reciban el f¨¢rmaco, luego se puede comparar con otros que est¨¦n en sus mismas circunstancias [edad, sexo, antecedentes m¨¦dicos, otros tratamientos recibidos] y que no lo hayan tomado y si en el grupo que lo recibi¨® la mortalidad es menor se podr¨¢ concluir que es efecto del suero¡±, explica.
Como no se est¨¢ en esas condiciones, los casos de los tres misioneros pierden valor para sacar conclusiones para otros ¡ªal margen de saber que se hizo todo lo posible¡ª. De la Calle lo explica as¨ª: ¡°Como ni ha habido ensayos de seguridad, incluso puede ser que Brantly se haya curado por s¨ª mismo, y que, en cambio, el suero le haya causado una insuficiencia renal de por vida¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.