Los te¨®logos de la Juan XXIII piden a Francisco reformas radicales

"Si la reforma de la Iglesia se hace de espaldas a los marginados, estar¨¢ siendo infiel a sus or¨ªgenes y a los pobres, y si no es paritaria e inclusiva, se alejar¨¢ del movimiento de Jes¨²s". Con esta contundencia se expresa el manifiesto aprobado por el 34 congreso de la Asociaci¨®n de Te¨®logos y Te¨®logas Juan XXIII. Consideran la reforma necesaria, pero la piden "radical", para ser coherente con el fundador cristiano y con "los desaf¨ªos de este tiempo". Con la esperanza puesta en el papa Francisco, los te¨®logos proclaman, adem¨¢s, que la reforma "requiere la pr¨¢ctica de la democracia, el reconocimiento y ejercicio de los derechos humanos, entre ellos los derechos sexuales y reproductivos, as¨ª como el gobierno sinodal con la participaci¨®n del laicado, que es la base de la Iglesia, para as¨ª superar la incoherencia vaticana de defender los derechos humanos y la democracia en la sociedad y no aplicarlos en su seno".

El mensaje del congreso de la principal organizaci¨®n de te¨®logos espa?oles se inicia con una pregunta: ?Fund¨® Jes¨²s la Iglesia? Responde el manifiesto: "Lo que puso en marcha Jes¨²s fue una comunidad de iguales, un movimiento de hombres y de mujeres, que le acompa?aron y se comprometieron en la construcci¨®n del Reino de Dios. Dicho movimiento continu¨® en las comunidades cristianas con responsabilidades compartidas y especial protagonismo de las mujeres. En ellas se tomaban las decisiones con la deliberaci¨®n de todos sus miembros y se ten¨ªa como ideal la comunidad de bienes. Con el paso del tiempo este ideal fue desdibuj¨¢ndose hasta desembocar en una Iglesia aliada con el poder, clerical, piramidal y patriarcal, si bien hubo siempre colectivos que trabajaron por la reforma y el retorno al ideal evang¨¦lico de vida".

M¨¢s contundente que el manifiesto, el te¨®logo que desarroll¨® este tema en una larga ponencia, Federico Pastor, dijo: "Jes¨²s puso en marcha una comunidad igualitaria de seguidores y seguidoras, no fund¨® la Iglesia tal como posteriormente se organiz¨®, es decir, jer¨¢rquica, patriarcal, clerical, aliada con el poder, confesionalizadora de la sociedad e imperial".

Jes¨²s puso en marcha una comunidad igualitaria de seguidores y seguidoras, no fund¨® la Iglesia tal como posteriormente se organiz¨®, es decir, jer¨¢rquica, patriarcal, clerical, aliada con el poder, confesionalizadora de la sociedad e imperial Federico Pastor, te¨®logo

Como consecuencia de esa posici¨®n, los te¨®logos de la Juan XXIII creen que la reforma de su Iglesia ha de traducirse en el respeto a la laicidad, la cr¨ªtica del poder y el compromiso con los sectores m¨¢s vulnerables. Con palabras de Francisco, a?aden que tambi¨¦n debe producirse una permanente denuncia del neoliberalismo, que este papa ha calificado, textualmente "injusto en su ra¨ªz porque fomenta una econom¨ªa de exclusi¨®n, una globalizaci¨®n de la indiferencia, una nueva idolatr¨ªa del dinero, un medio ambiente indefenso ante los intereses del mercado divinizado, y una incapacidad para compadecernos ante los clamores de los otros".

El sacerdote y ex defensor del Pueblo en Andaluc¨ªa, Jos¨¦ Chamizo, hab¨ªa expresado antes algunas decepciones del presente eclesi¨¢stico romano. "La Iglesia es divina en su dimensi¨®n religiosa, pero pecadora en la administraci¨®n humana. Los curas j¨®venes son m¨¢s viejos que nosotros y tienen un concepci¨®n funcionarial del sacerdocio", dijo.

Sobre la figura del pontificado, tan discutida entre las iglesias populares, Jos¨¦ Mar¨ªa Castillo, exjesuita y el primer te¨®logo espa?ol distinguido con un doctorado Honoris Causa por una Universidad civil, la de Granada, se mostr¨® optimista porque, pese a que "Francisco es considerado un bicho raro por buena parte de la Curia y del clero vaticano, a este papa le interesa m¨¢s el Evangelio que la religi¨®n". A?adi¨® que conviene mantener el papado como ¨²ltima instancia a la que recurrir, como punto de encuentro y ¨¢mbito de coordinaci¨®n, pero que hay que "recuperar el gobierno sinodal, que estuvo vigente durante los diez primeros siglos de la Iglesia con participaci¨®n de los laicos".