La juez declara a Pistorius culpable de homicidio por la muerte de su novia
La magistrada tambi¨¦n le considera responsable de disparar un arma en un restaurante La juez descart¨® que el atleta matara intencionadamente a su novia en febrero de 2013
No ha habido martillo para enfatizar el veredicto final, pero la decisi¨®n de la juez Thokozile Masipa ha cerrado esta ma?ana seis meses de m¨¢xima expectaci¨®n. Ha declarado culpable al acusado m¨¢s c¨¦lebre que ha pasado por este tribunal de Pretoria: Oscar Pistorius. Aunque las pruebas no han sido suficientes, seg¨²n la magistrada, para demostrar que el atleta mat¨® intencionadamente a su novia Reeva Steenkamp, libr¨¢ndole de la pena m¨¢s severa, la cadena perpetua, la magistrada ha considerado que su conducta no fue ¡°razonable¡±, ha aceptado que hubo negligencia y por eso le ha declarado culpable de ¡°homicidio culposo¡±, es decir, involuntario.
Masipa ha explicado que los hechos, lo ¨²nico que ha podido tener en cuenta en un homicidio sin testigos oculares, coincid¨ªan m¨¢s con la versi¨®n del atleta que con la teor¨ªa defendida por la Fiscal¨ªa. Pistorius siempre ha sostenido que pens¨® que un intruso hab¨ªa entrado en la casa y que, preso por el p¨¢nico, dispar¨® a trav¨¦s de la puerta del ba?o donde hab¨ªa o¨ªdo ruidos sospechosos. El Ministerio P¨²blico en cambio, quiso demostrar que la relaci¨®n de pareja entre la modelo y el paral¨ªmpico no era sana, que la noche del 14 de febrero de 2013 en la que se produjo el homicidio Reeva y Oscar hab¨ªan discutido y que ella se encerr¨® en el ba?o para protegerse de un Oscar encolerizado. Pero ni los vecinos que escucharon gritos, ni los testigos que apuntaban a una personalidad conflictiva del atleta han podido probarlo.
Ahora queda solo saber con cu¨¢ntos a?os de c¨¢rcel la juez decide castigarle, si es que decide condenarle. Pueden ser hasta 15 a?os de prisi¨®n, pero tambi¨¦n puede ser ninguno. La decisi¨®n queda a discreci¨®n de la juez. Pero de momento sigue libre y lo seguir¨¢ siendo al menos hasta el 13 de octubre, cuando se sabr¨¢ la sentencia.
Tanto la indignaci¨®n como la euforia han estallado en la puerta del tribunal al saberse el veredicto. Los abucheos y la alegr¨ªa se han confundido en gritos cuando el atleta ha salido a la calle. ¡°Es indignante y manda un mensaje triste a los sudafricanos: que no hay justicia en nuestro pa¨ªs¡±, dec¨ªa un hombre que esperaba a la puerta. ¡°Yo he venido a ver a la juez Masipa, quiero mirarla y decirle que ha tomado una decisi¨®n horrible, nos ha decepcionado¡±, gritaba una apuesta joven. Otra mujer, en cambio, expresaba sin timidez su felicidad a?adiendo que ¡°el crimen en este pa¨ªs hace que el miedo nos invada. Mi madre fue violada en su casa¡± justificando as¨ª la paranoia social y la de Pistorius.
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