Sierra Leona identifica decenas de nuevos casos de ¨¦bola durante el toque de queda

Sierra Leona ha puesto hoy fin al toque de queda que desde el pasado viernes ha obligado a sus seis millones de ciudadanos a permanecer en sus casas, una medida con la que han conseguido identificar decenas de nuevos casos de ¨¦bola. El brote, el m¨¢s feroz de la historia, ha matado ya a 2.793 personas y afectado a 5.762, seg¨²n los datos actualizados hoy por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS).

"Hasta esta ma?ana, hemos identificamos 22 nuevos casos. La respuesta de los equipos m¨¦dicos y de entierro ha mejorado, ya que han podido enterrar entre 60 y 70 cad¨¢veres en los ¨²ltimos dos d¨ªas", ha asegurado a la agencia Efe el m¨¦dico Sarian Kamara, al frente de la coordinaci¨®n de los equipos m¨¦dicos durante el toque de queda en Sierra Leona. "De no haber sido descubiertos, el nivel de transmisi¨®n habr¨ªa aumentado enormemente", remarc¨® Kamara, que consider¨® que esta medida ha supuesto un avance en la lucha contra la enfermedad.

Hoy muchos residentes han podido salir a la calle tras permanecer encerrados en sus casas durante los ¨²ltimos tres d¨ªas, en un intento del Gobierno de contener la propagaci¨®n del virus, que ya ha matado a m¨¢s de 500 personas en el pa¨ªs. Esta medida gubernamental fue criticada por muchos residentes y organizaciones internacionales, que consideraban que el encierro s¨®lo conseguir¨ªa minar la confianza entre los ciudadanos y los responsables de la salud p¨²blica.

Mabel Sandy, que vive en Lumley, localidad cercana a la capital de Sierra Leona, relat¨® a Efe que estos ¨²ltimos d¨ªas fueron "un infierno" debido a las dificultades para alimentar a los siete miembros de su familia. "Nunca estuve a favor de esta medida. La poca comida que ten¨ªamos se acab¨® el ¨²ltimo d¨ªa, y los ni?os lloraban de hambre mientras est¨¢bamos aqu¨ª encerrados. Fue un infierno", lament¨® Sandy.

Otros residentes, sin embargo, la apoyaron, como es el caso de Kebbah Mariama, residente de la localidad de Kenema, en el este del pa¨ªs, y que perdi¨® hace dos meses a su padre a causa del ¨¦bola. "Creo que no vale la pena cuestionar la decisi¨®n del Gobierno de obligarnos a quedarnos en nuestras casas si eso va a ayudar a hacer frente al problema", afirm¨® Mariama.

Desde el viernes hasta el domingo, cerca de 30.000 voluntarios acudieron casa por casa para tomar la temperatura, repartir 1,5 millones de pastillas de jab¨®n e informar a los ciudadanos sobre las medidas para prevenir el ¨¦bola.

"En general, la medida ha tenido ¨¦xito. Estamos convencidos de que los problemas iniciales a los que nos enfrent¨¢bamos se han reducido", se?al¨® este fin de semana el portavoz del ministerio de Sanidad, Sidi Yahya Tunis.

As¨ª, explic¨®, "nuestro objetivo era legar a todos los hogares del pa¨ªs y asegurar que todas las familias tuvieran la informaci¨®n adecuada sobre el ¨¦bola".

Para garantizar el cumplimiento de este "cierre" del pa¨ªs, el Gobierno reforz¨® la seguridad en las calles de Sierra Leona con un amplio dispositivo policial, aunque finalmente no se registr¨® ning¨²n incidente relevante.

Sierra Leona, con m¨¢s de 1.600 casos, es el segundo pa¨ªs de ?frica Occidental donde se han registrado m¨¢s enfermos de ¨¦bola, de los que m¨¢s de 500 han muerto.

Este brote de ¨¦bola, el primero que se detecta en Africa Occidental, surgi¨® el pasado mes de marzo en Guinea Conakry y se extendi¨® posteriormente a Liberia, Sierra Leona, Nigeria y Senegal. Las autoridades sanitarias, empezando por la OMS, y las asociaciones que trabajan sobre el terreno no dejan de advertir de que el mundo se enfrenta a una "emergencia de salud p¨²blica de alcance internacional" y de pedir recursos para combatir el brote. La soluci¨®n no es, dicen, cancelar vuelos y cerrar fronteras que obstaculizan la entrada de personal y material de emergencia y a¨ªslan a¨²n m¨¢s a los pa¨ªses afectados.