Las personas atendidas por C¨¢ritas pasan de 1,9 a 2,5 millones
Los fondos p¨²blicos que recibe la organizaci¨®n son los m¨¢s bajos de los ¨²ltimos cinco a?os La Confederaci¨®n ha ayudado en total a cinco millones de personas de 40 pa¨ªses
La pobreza se perpet¨²a en Espa?a. C¨¢ritas registr¨® en 2013 el mayor aumento del n¨²mero de personas atendidas desde el inicio de la crisis. 2,5 millones de ciudadanos en riesgo de exclusi¨®n social, 600.000 m¨¢s que en 2012, buscaron su ayuda. Esa cifra representa un 31% de aumento en un a?o frente al 24,6% del a?o 2008. En la organizaci¨®n apuntan a dos tipos de hogares como los especialmente vulnerables: las familias numerosas y las madres solteras. La crisis econ¨®mica ¡°se est¨¢ cebando con los hogares con m¨¢s miembros o con personas dependientes¡±, explic¨® Sebasti¨¢n Mora, el secretario general de C¨¢ritas en la presentaci¨®n de la Memoria Anual de 2013 que elabora la organizaci¨®n.
Griselys, dominicana de 28 a?os, encabeza una de esas familias monoparentales que menciona C¨¢ritas en su informe. Desde hace cuatro meses, cuando su marido ingres¨® en prisi¨®n, mantiene sola a sus tres hijos, de tres, cinco y siete a?os. Lo logra a trav¨¦s de las ayudas sociales. Ayer mismo Griselys recibi¨® 70 euros de C¨¢ritas para comprar cuadernos y lapiceros para sus hijos. ¡°Tambi¨¦n voy a la organizaci¨®n a pedir una bolsa de alimentos, pero hay que hacer cola desde las 5.00 de la ma?ana, y hay d¨ªas en los que no hay comida para todos porque no dan abasto¡±. Gabriela Jorquera, coordinadora de la Red Europea de la Lucha contra la Pobreza y la Exclusi¨®n Social en Madrid, valora el aumento reportado por C¨¢ritas como ¡°muy significativo, ya que es una de las organizaciones m¨¢s grandes de Espa?a¡±. Jorquera tambi¨¦n habla de las familias monoparentales como colectivo golpeado fuertemente por la crisis. ¡°Siempre tienen m¨¢s riesgo de pobreza porque solo cuentan con un sueldo para vivir, pero en el caso de las mujeres es m¨¢s grave porque su salario suele ser m¨¢s bajo¡±.
Francisco Lorenzo, coordinador del equipo de estudios de C¨¢ritas, constata este cambio de perfil de las personas que acuden a la organizaci¨®n. ¡°Cada vez hay m¨¢s familias numerosas entre los atendidos, adem¨¢s de un aumento en el n¨²mero de espa?oles¡±. En 2007 la crisis econ¨®mica ¡°golpeaba especialmente a los inmigrantes¡±, recuerda Lorenzo, pero en los ¨²ltimos a?os el porcentaje se ha igualado. Entre ese a?o y 2008, el n¨²mero de atendidos por C¨¢ritas aument¨® un 71,1%.
La organizaci¨®n ha percibido tambi¨¦n un cambio en el n¨²mero de problem¨¢ticas por las que acude la gente. Mientras hace a?os se ayudaba a la poblaci¨®n por temas relacionados con p¨¦rdida de empleo, y todas las consecuencias que eso conlleva, ya sea el pago del alquiler, la alimentaci¨®n y dem¨¢s necesidades b¨¢sicas, este ¨²ltimo a?o tambi¨¦n se ha hecho frente a una falta de medios sanitarios, como la dispensaci¨®n de medicamentos. Ana de la Calle, directora del centro social de Villaverde (Madrid), cuenta que no solo reparten alimentos. ¡°Este a?o hemos visto c¨®mo las familias nos piden hasta vacunas¡±. De la Calle se refiere a algunas de las que han retirado de la Seguridad Social como ¡°la de la meningitis¡±. ¡°A la vuelta del verano hemos notado una gran afluencia de gente, sobre todo de familias con hijos porque uno puede comer cualquier cosa, pero cuando no tienes para darles a tus hijos¡¡±, lamenta esta trabajadora social. El comedor que ella atiende tiene capacidad para 200 plazas al d¨ªa, pero no logran mermar la lista de espera.
El director de Acci¨®n Social de Acci¨®n Contra el Hambre, Luis Gonz¨¢lez, trabaja diariamente con desempleados de larga duraci¨®n. ¡°Nos hemos encontrado con que la vulnerabilidad de este colectivo ha aumentado much¨ªsimo¡±. Precisamente Acci¨®n Contra el Hambre est¨¢ preparando un informe sobre la situaci¨®n nutricional de estas familias. ¡°No se puede decir que la desnutrici¨®n est¨¦ directamente relacionada con los procesos de exclusi¨®n social, pero s¨ª la inseguridad alimentaria¡±. Gonz¨¢lez recuerda que tanto personas mayores como n¨²cleos familiares se han visto obligados a modificar su dieta.
De lunes a viernes Griselys y sus tres hijos acuden a un comedor social de Villaverde y viven ¡ª¡°sobreviven¡±, aclara ella¡ª en un piso del Ivima, que la mujer logra pagar con los 532 euros de la Renta M¨ªnima de Inserci¨®n (RMI) que le entrega la Comunidad de Madrid desde hace tres meses. Pero Griselys se muerde siempre las u?as contando los d¨ªas que le quedan para llegar a fin de mes. ¡°D¨ªas antes de llegar al 30 de septiembre ya estaba molestando a una vecina para que me dejase un litro de leche o algo para darles a los ni?os por las noches¡±.
En la Memoria de C¨¢ritas tambi¨¦n hay lugar para los datos positivos. El n¨²mero de voluntarios que han acudido a la organizaci¨®n en los ¨²ltimos cinco a?os ha aumentado un 30%, lo que se traduce en 18.000 personas solidarias m¨¢s. La organizaci¨®n tambi¨¦n ha informado de que ha atendido a 2,5 millones de personas en otros 40 pa¨ªses. En cuanto al dinero destinado a los colectivos que atienden, se encuentran las personas mayores para las que se reservan 28,5 millones de euros; familia e infancia con 22,8 millones, personas sin hogar con 21 millones e Inmigrantes con 4,7 millones.
La organizaci¨®n ha podido dar cobertura a las necesidades de las personas que han acudido a ella gracias a los fondos privados (el 75 % del total), ya que los p¨²blicos que se han invertido son los m¨¢s bajos de los ¨²ltimos cinco a?os. Mientras que en 2009 la financiaci¨®n p¨²blica superaba los 87 millones de euros, en 2013 apenas llega a los 73 millones. Evoluci¨®n totalmente opuesta a las donaciones de particulares que han aumentado 25 millones de euros en el ¨²ltimo a?o, llegando a los 218.290.147 euross.
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