Abolir la prostituci¨®n
El feminismo ha elegido este 25-N la lucha contra la explotaci¨®n sexual como una de las formas m¨¢s brutales de violencia patriarcal
El d¨ªa 25 de noviembre se celebra el d¨ªa internacional de la violencia contra las mujeres. Y ese d¨ªa el movimiento feminista convoca movilizaciones en muchas ciudades del mundo para mostrar que la violencia patriarcal es una enfermedad social que pone al descubierto las relaciones de poder entre los sexos.
?La singularidad de este 25 de noviembre es que el feminismo espa?ol ha decidido incluir en su lucha pol¨ªtica la prostituci¨®n. Sin embargo, colocar la prostituci¨®n en el coraz¨®n de la agenda pol¨ªtica feminista nos obliga a preguntarnos por qu¨¦ el feminismo elige como objetivo pol¨ªtico una violencia que afecta a un grupo reducido de mujeres en nuestro pa¨ªs que, adem¨¢s, mayoritariamente es migrante.El feminismo ha analizado la prostituci¨®n como una realidad fundamental del sistema patriarcal, pero tambi¨¦n del capitalista. Por una parte, la prostituci¨®n es una instituci¨®n fundacional del patriarcado que tiene como finalidad garantizar el derecho de los varones a acceder sexualmente al cuerpo de un reducido grupo de mujeres para as¨ª satisfacer sus deseos de poder.
De otra parte, hasta hace poco m¨¢s de tres d¨¦cadas la prostituci¨®n estaba formada por un conjunto de peque?os negocios artesanales que no ten¨ªan ning¨²n impacto econ¨®mico. Hoy esos peque?os negocios se han transformado en una gran industria global, con un modo de funcionamiento propio de una gran multinacional. Burdeles, pisos, hoteles, agencias de turismo, locales de masajes, venta de art¨ªculos sexuales y el negocio de la pornograf¨ªa, entre otros actores econ¨®micos, configuran una industria que en su mayor parte se desarrolla en el marco de la econom¨ªa il¨ªcita. La industria del sexo se ha convertido en una estrategia de desarrollo para algunos pa¨ªses y, a su vez, este negocio criminal permite a esos pa¨ªses engancharse a la econom¨ªa global.
La prostituci¨®n confirma el n¨²cleo del mandato patriarcal: las mujeres son para otros y no para s¨ª mismas
El sistema patriarcal reclama cuerpos femeninos a disposici¨®n de los hombres y el capitalismo neoliberal exige la conversi¨®n de esos cuerpos en mercanc¨ªas. Mujeres con escasos recursos econ¨®micos, racializadas, sin derechos de ciudadan¨ªa, muchas de ellas con un pasado en su infancia de abusos sexuales y llegadas a Espa?a a trav¨¦s de circuitos mafiosos son conducidas a la industria del sexo para que el 40% de la poblaci¨®n masculina pueda acceder sexualmente a sus cuerpos.
El feminismo ha elegido la lucha contra la prostituci¨®n como una de las formas m¨¢s brutales de violencia patriarcal este 25-N porque la prostituci¨®n confirma el n¨²cleo del mandato patriarcal: las mujeres son para otros y no para s¨ª mismas. Pero no solo por eso: tambi¨¦n porque es preciso poner l¨ªmites a la voracidad del mercado. Los cuerpos de mujeres pobres y racializadas no pueden ni deben ser una mercanc¨ªa.
Rosa Cobo es profesora de Sociolog¨ªa del G¨¦nero de la Universidad de A Coru?a.