El arzobispado de Barcelona ayud¨® a huir a un cura pederasta en 1990
EL PA?S localiza en Ecuador al sacerdote, que fue enviado de misiones para evitar un juicio por abusos y ha estado 28 a?os oculto. La archidi¨®cesis sab¨ªa de su paradero.
Jordi Ignasi Senabre, p¨¢rroco de Poliny¨¤, en Barcelona, desapareci¨® tras ser acusado de abusar de un menor de 13 a?os en 1988, con una petici¨®n fiscal de cinco a?os de c¨¢rcel y nunca m¨¢s se ha vuelto a saber de ¨¦l. La Audiencia de la capital catalana le llam¨® a declarar en octubre de 1991 y no se present¨®. El arzobispado de Barcelona argument¨® que hab¨ªa salido del pa¨ªs "de misiones", pero no aclar¨® nada m¨¢s. No hubo m¨¢s noticias de su paradero hasta que Senabre fue arrestado en enero de 1994 en Uruguay, donde hab¨ªa entrado con un visado tur¨ªstico. Espa?a pidi¨® su extradici¨®n el 4 de marzo de ese a?o, pero fue denegada en junio. El pa¨ªs sudamericano no lleg¨® ni a contestar, seg¨²n confirma el Ministerio de Justicia. El cura qued¨® libre y se perdi¨® su pista. Hasta hoy. EL PA?S le ha localizado en la di¨®cesis de Santo Domingo de los Colorados, en Ecuador. Siempre estuvo all¨ª, y el arzobispado de Barcelona siempre lo supo: lo mand¨® la propia di¨®cesis en 1990 tras enviar una solicitud por carta, seg¨²n confirma el vicario general de Santo Domingo, Galo Robalino. Contactado por este peri¨®dico, Sanabre ha colgado al saber que se trataba de un periodista espa?ol: "Se equivoca usted".
El vicario de la di¨®cesis ecuatoriana, en conversaci¨®n telef¨®nica, muestra su consternaci¨®n y sorpresa por los antecedentes de Senabre, que en algunos documentos aparece como ¡°Sanabre¡±. Est¨¢ jubilado desde hace cinco a?os y ha ejercido como cura en esta localidad, a 150 kil¨®metros de Quito. ¡°Esta noticia me cae de sorpresa, me entero por usted, dudo mucho de que nos informaran de su situaci¨®n, no creo que el obispo de entonces, don Emilio Stehle, lo hubiera permitido, pero vamos a mirar la carpeta de este sacerdote a ver qu¨¦ hay¡±, explica. Al contrario que la mayor¨ªa de las di¨®cesis espa?olas contactadas ante casos de abusos, este vicario colabora sin titubeos en aclarar lo ocurrido. Abre la carpeta del expediente de Senabre y encuentra la carta enviada por el obispado de Barcelona, fechada en 1990: ¡°Le confirmo que aqu¨ª no dice nada, nada, de la denuncia contra ¨¦l en Espa?a, solo es la solicitud de que le acojamos¡±.
Barcelona cambi¨® de arzobispo justo ese a?o, en marzo de 1990, con la marcha de Narc¨ªs Jubany y la llegada de Ricard Maria Carles. Por tanto, al menos tres obispos de la ciudad desde 1990, todos ellos cardenales ¡ªCarles, Lluis Mart¨ªnez Sistach y el actual, Juan Jos¨¦ Omella¡ª, han sabido del paradero de este sacerdote. El arzobispado de Barcelona se ha negado a aclarar a este peri¨®dico cu¨¢les fueron las circunstancias de la fuga de Senabre y su actuaci¨®n en este caso. Hay muchas preguntas por responder: por qu¨¦ se le permiti¨® salir del pa¨ªs con un proceso abierto, d¨®nde ha estado hasta ahora, por qu¨¦ no se ha informado a las autoridades de su paradero, por qu¨¦ no le ha abierto un proceso can¨®nico... El arzobispado se ha limitado a responder con una frase: ¡°El exmisionero Jordi Senabre tiene un proceso en curso en Roma reabierto el 16 de junio de 2016, en la l¨ªnea de tolerancia cero manifestada por la Santa Sede¡±.
Fuentes de ¨®rganos de Tutela de Menores vaticanos confirman que la Santa Sede ha revisado en los ¨²ltimos a?os muchos casos antiguos que no hab¨ªan sido gestionados correctamente por los obispos, que no hab¨ªan avanzado por falta de testimonios o que se cerraron en falso. El de Senabre es uno de ellos, tal y como confirma la propia di¨®cesis de Barcelona. Pero visto el estado de la investigaci¨®n, se ha hecho caso omiso de la insistencia del Vaticano para abordarlo desde 2016.
Por su parte, la di¨®cesis de Santo Domingo, en Ecuador, confirma que en 2016 recibi¨® una comunicaci¨®n del Vaticano para que informara sobre Senabre. El obispo consult¨® a tres veteranos sacerdotes del lugar, cuya opini¨®n fue positiva, y envi¨® la respuesta a Roma. ¡°Pero en estos a?os no hemos tenido ni un solo contacto de la archidi¨®cesis de Barcelona¡±, asegura el vicario.
Senabre fue enviado en 1990 en misi¨®n fidei donum, f¨®rmula de las di¨®cesis para prestar sacerdotes a otros pa¨ªses de forma temporal. Aunque siempre permanecen incardinados en su obispado de origen, que sabe en todo momento d¨®nde est¨¢n.
Fuentes del Ministerio del Interior se?alan que actualmente no hay una orden de arresto vigente contra este cura, porque probablemente el proceso no se ha mantenido abierto. La Audiencia de Barcelona est¨¢ tratando de confirmarlo, pero al tratarse de un caso tan antiguo la b¨²squeda de informaci¨®n requiere tiempo. En todo caso, lo m¨¢s probable es que el delito haya prescrito.
El arresto en Uruguay de Senabre y su posterior puesta en libertad son bastante misteriosos. La prensa local public¨® en aquel momento que el entonces arzobispo de Montevideo, Jos¨¦ Gottardi, hab¨ªa intervenido para ayudarle e incluso la di¨®cesis pag¨® la fianza para su libertad provisional. Portavoces de la di¨®cesis de Montevideo aseguran que en sus archivos no consta ninguna informaci¨®n, y no pueden confirmar ni desmentir nada. ?nicamente se?alan que el caso pudo gestionarse en otra di¨®cesis, la de Canelones, pero este obispado no ha dado respuesta a este peri¨®dico.
Si conoce alg¨²n caso que no ha sido denunciado puede hac¨¦rnoslo llegar a trav¨¦s de la direcci¨®n de correo abusos@elpais.es
El caso sali¨® a la luz por el temor de un monaguillo a contraer el sida
El ni?o de 13 a?os que acus¨® de abusos a Jorge Ignacio Senabre en 1988 lo hizo ante el temor de haber contra¨ªdo el sida. Escuch¨® una charla en el colegio sobre la enfermedad, vio que ten¨ªa unos granos en la espalda y entonces decidi¨® contar a sus padres lo ocurrido, seg¨²n revel¨® el sumario del caso. La familia decidi¨® entonces presentar una denuncia contra el sacerdote, que ten¨ªa unos 40 a?os, por m¨¢s de una decena de agresiones.
Seg¨²n cuenta el coordinador de la facultad de periodismo de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, Pepe Rodr¨ªguez, en su libro de 2002 Pederastia en la Iglesia espa?ola, el caso hizo cerrar filas al obispado de la ciudad en defensa del cura y la v¨ªctima "tuvo que soportar un sinf¨ªn de agresiones morales, instigadas desde el clero". Dos miembros de la asociaci¨®n de padres del colegio donde estudiaba el ni?o salieron incluso en defensa del sacerdote con un documento en el que atacaban al menor y le desacreditaban: "Es un muchacho conflictivo, debido a su car¨¢cter d¨ªscolo, inestable y violento, siendo motivo de queja por parte del profesorado por estas causas y por su bajo rendimiento escolar". Por el contrario, la directora del colegio, una monja carmelita defendi¨® al ni?o como "el m¨¢s inocente de la clase". "El mos¨¦n ya sab¨ªa lo que se hac¨ªa, escogi¨® al m¨¢s d¨¦bil para dar rienda suelta a sus miserias", sentenci¨®.
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