Pasi¨®n por la investigaci¨®n

El 16 de diciembre falleci¨® en Pamplona a los 96 a?os el profesor Ismael S¨¢nchez Bella, el pionero en quien confi¨® Josemar¨ªa Escriv¨¢ de Balaguer para llevar a cabo el proyecto de la Universidad de Navarra, que, aunque naci¨® peque?o en 1952, llevaba en s¨ª el germen de una instituci¨®n de relevancia universal.

Bien es cierto que hasta entonces la vida universitaria de don Ismael ¡ªcomo le conoc¨ªamos¡ª ya hab¨ªa sido muy brillante. En 1940, comenz¨® sus estudios de Derecho en la Universidad de Valencia y los complet¨® en la de Sevilla. La lectura del Tratado de Historia del Derecho Espa?ol de Alfonso Garc¨ªa-Gallo influir¨ªa decisivamente en su orientaci¨®n profesional hacia la historia del derecho.

En Sevilla, se especializ¨® en la reci¨¦n fundada Escuela de Estudios Hispanoamericanos en la historia del derecho indiano, y tom¨® contacto con el que llegar¨ªa a ser para ¨¦l un foco de atracci¨®n permanente: el Archivo General de Indias. En 1946, se traslad¨® a Madrid y se doctor¨® un a?o despu¨¦s con una tesis sobre los organismos administrativos de la Real Hacienda Indiana.

En 1949, obtuvo por oposici¨®n la c¨¢tedra de Historia del Derecho de la Universidad de la Laguna, pero apenas tuvo tiempo de tomar posesi¨®n de su plaza, pues el 11 de marzo de 1950 se march¨® a Argentina para comenzar la labor del Opus Dei en aquellas tierras. Durante los dos a?os que permaneci¨® en Argentina se hizo cargo de la c¨¢tedra de Historia de Espa?a en la Facultad de Filosof¨ªa y Letras de la naciente Universidad del Litoral, de Rosario.

Fue en julio de 1952 cuando regres¨® a Espa?a para iniciar el sue?o universitario de Escriv¨¢. Los dos primeros cursos, adem¨¢s de profesor ordinario de Historia del Derecho, fue el director de la Escuela de Derecho y, desde 1954 hasta 1960, rector del Estudio General de Navarra. Desde ese a?o, en que la Universidad de Navarra se erigi¨® como tal, hasta 1986, sigui¨® prestando sus servicios como vicerrector. En julio de 1985, fue nombrado presidente de la junta directiva de la Asociaci¨®n de Amigos de la Universidad de Navarra, cargo que desempe?¨® hasta febrero de 1998.

Cuantos hemos tenido la fortuna de coincidir con ¨¦l en la Universidad de Navarra pensamos que Escriv¨¢ de Balaguer dio con la persona adecuada para emprender una empresa que se presentaba como una locura para la gente sensata: establecer en la Espa?a de la posguerra, sin contar con medio econ¨®mico alguno, una genuina universidad no estatal. Porque don Ismael, adem¨¢s de contar con una inteligencia preclara y un talante optimista a prueba de bombas, era una persona con un profundo sentido sobrenatural que confi¨® en Dios para acometer la tarea.

La Universidad de Navarra le debe muchas cosas, pero quisiera fijarme en dos. La primera es la pasi¨®n por la investigaci¨®n: ¨¦l la ten¨ªa innata y dio un ejemplo relevante al compaginar la dedicaci¨®n a los trabajos del gobierno acad¨¦mico con una entusiasta tarea investigadora en el ¨¢mbito de la historia del derecho indiano y de las instituciones indianas. Recuerdo con agradecimiento c¨®mo nos animaba a quienes compon¨ªamos la junta directiva de la Escuela de Ingenieros de Sebasti¨¢n para que envi¨¢ramos a j¨®venes ingenieros a formarse en centros de excelencia de todo el mundo con el fin de que luego pudieran incorporarse como profesores.

Y la segunda, su preocupaci¨®n por las personas que forman parte de la universidad: profesores, investigadores, estudiantes, personal de administraci¨®n y servicios, antiguos alumnos, amigos...

Jos¨¦ Mar¨ªa Bastero de Eleizalde fue rector de la Universidad de Navarra entre 1996 y 2005.