¡®Apps¡¯ para fans de Trump, al¨¦rgicos al gluten o que se ven feos... Ligar ya no es lo que era
La pujante industria de aplicaciones de citas crece y se sofistica en EE UU con m¨¢s de 2.500 aplicaciones
¡°?Cu¨¢les son sus fortalezas y debilidades?¡±. ¡°?Niveles de estudio?¡±. ¡°?Ingresos al a?o?¡±. Estas preguntas podr¨ªan estar enmarcadas en una entrevista de trabajo, pero est¨¢n lejos de eso. Aqu¨ª el que paga es el que las contesta. Las interrogantes son parte del cuestionario que hay que rellenar para abrir un perfil en la aplicaci¨®n de citas EliteSingles. Si quiere iniciar una conversaci¨®n o leer lo que le escribi¨® otro usuario debe contratar un plan m¨ªnimo de 90 d¨®lares (78,50 euros) por tres meses. Para gustos, los colores¡ y las apps para ligar. Las hay para quienes no se sienten atractivos, para los seguidores de Donald Trump o para los intolerantes al gluten. Incluso, si su objetivo solo es concebir un hijo, puede descargar Just A Baby: ¡°Con¨¦ctate con otras personas que quieren tener un beb¨¦¡±.
Las m¨¢s de 2.500 aplicaciones de citas existentes en Estados Unidos son la musculatura de un mercado al alza que mueve m¨¢s tres mil millones de d¨®lares al a?o, seg¨²n la consultora IBIS World. ¡°Hace 10 a?os estas apps eran una de las tantas maneras de conocer a alguien, hoy son la principal¡±, sostiene Matt Lundquist, terapeuta de parejas en Manhattan. Lundquist atribuye el florecimiento de nuevas plataformas a que inicialmente las minor¨ªas fueron ignoradas y muchas veces vapuleadas. ¡°Las mujeres afroamericanas no ten¨ªan ¨¦xito en Tinder y crearon su propia app¡±, ejemplifica. Lo mismo hicieron las lesbianas, los jud¨ªos (tambi¨¦n los que no se convertir¨ªan al juda¨ªsmo), los latinos, y un largo listado formado por 50 millones de ciudadanos estadounidenses, seg¨²n un estudio de Pew Research Center realizado en 2016 -que con la vertiginosa evoluci¨®n del fen¨®meno se ha quedado viejo-.
Las plataformas han proliferado de la mano de una sofisticaci¨®n de los men¨²s que ofrecen con casos como OKCupid (m¨¢s de cinco millones de usuarios) que permite elegir entre 12 identidades de g¨¦nero. Seg¨²n un art¨ªculo de The Economist titulado Amor Moderno, el 70% de las parejas del mismo sexo se conocen a trav¨¦s de este tipo de aplicaciones. Kaushik, heterosexual de 35 a?os, ¡°abierto a probar todo al menos una vez en la vida¡±, se cre¨® un perfil en?OKCupid hace un mes. Antes usaba Coffee Meets Bagel -famosa por convencional- en la que solo la mujer puede romper el hielo. Kaushik se aburri¨® de esperar. ¡°Las apps de citas sirven para que las mujeres tomen el control y sacien sus ganas de ser tratadas de manera s¨²per especial. Las relaciones no son as¨ª, son parejas¡±, comenta por chat. As¨ª como existen opciones para los m¨¢s abiertos, tambi¨¦n las hay para los que abrazan sus gustos como mandamientos: amantes de las barbas (Bristlr), de las granjas (FarmersOnly), o del ¨¦xito profesional (The League).
Uno de los coladores m¨¢s efectivos es Donald Trump. S¨ª, tambi¨¦n se mete en la cama de los estadounidenses. A ra¨ªz de la frecuencia con que aparec¨ªa el mensaje "Si vot¨® por el presidente Trump, deslice hacia la izquierda (acci¨®n para descartar un encuentro)", Emily Moreno cre¨® DonaldDaters. ¡°Es lamentable que la creciente intolerancia de la extrema izquierda est¨¦ obligando a los partidarios del presidente Trump a abandonar las aplicaciones de citas convencionales¡±, lamenta la emprendedora, que se ha sumado a la nueva ola. Entre las casillas ¡°Descr¨ªbase a s¨ª mismo¡± y ¡°Un s¨¢bado por la noche suele¡¡± hay que rellenar ¡°Mi presidente favorito es¡¡±. En Twitter, con Washington cubierta de nieve, la aplicaci¨®n poste¨®: ¡°?Mucho fr¨ªo all¨¢ afuera? Qu¨¦date en casa con Fox News esta noche [la cadena de televisi¨®n que simpatiza con el mandatario] ¡±. Moreno, que esquiva responder cu¨¢ntos usuarios tiene la app, sostiene que la plataforma es un punto de encuentro para los republicanos, donde la pol¨ªtica ¡°no es motivo de romper relaciones, sino de romper el hielo¡±.
El producto es la media naranja
Abrirse una cuenta en alguna de estas aplicaciones ya no es un procedimiento sencillo. Lo de subir una foto de perfil y publicar los datos personales b¨¢sicos es algo del Antiguo Testamento de apps de citas. Ahora es necesario dedicar al menos media hora para contestar formularios de hasta 100 preguntas y situaciones hipot¨¦ticas. El objetivo de las plataformas es afinar al m¨¢ximo los o las candidatas con las que podr¨ªa congeniar. La primera pregunta de OKCupid ayuda a entrar en calor: ¡°?Cu¨¢nto quieres que dure tu pr¨®xima relaci¨®n: una noche, un par de meses, varios a?os o toda la vida?¡±. A los que se complican con esta interrogante se les deber¨ªa de advertir de que abandonen el cuestionario porque se enfrentar¨¢n a dilemas del calibre de La decisi¨®n de Sophie.
¡°Una encuesta no te permite saber c¨®mo es una persona en una pelea, c¨®mo responde al estr¨¦s, c¨®mo huele o con qu¨¦ frecuencia se afeita. Creo que es una lecci¨®n dif¨ªcil, pero tenemos que aprender que la tecnolog¨ªa no resolver¨¢ el problema de las citas¡±, plantea Holly Michelle Wood, soci¨®loga de Harvard y autora de un art¨ªculo sobre el comportamiento de los solteros en este tipo de apps. Wood agrega que muchos, cuando comienzan a salir, est¨¢n obsesionados con alcanzar su m¨¢ximo potencial de pareja, ¡°pero pasan algunos a?os saliendo con sus coincidencias del 99% y se dan cuenta de que el algoritmo es plano, las preguntas no le ayudan a conocer a nadie¡±.
Los cuestionarios de entrada se asemejan a los que hay que rellenar para escoger un producto cuando se hace una compra online. La diferencia es que en Amazon, por ejemplo, existe la certeza de que cuantos m¨¢s detalles se otorguen, menos posibilidades de fallar. Tambi¨¦n que si a los 30 d¨ªas el producto no satisface al cliente se puede devolver con reembolso. ¡°Somos consumidores y Tinder hizo el mejor trabajo al captar la esencia del producto: el ser humano. Una foto, un par de palabras, y ya. Ahora se est¨¢ deshumanizando la idea¡±, comenta el terapeuta Lundquist. Una cr¨ªtica que comparte Wood: ¡°Idealmente las apps permiten conexiones maravillosas con personas que nunca conocer¨ªamos, pero la funci¨®n de deslizar es inhumana, ya que convierte a una persona en un objeto que se puede tirar¡±.
En 2017, el dinero que gastaron los usuarios en las cinco aplicaciones de citas m¨¢s populares de iOS y Google Play casi duplic¨® el del a?o anterior. Sin tener en cuenta las apps de juegos, Tinder, la reina madre de este mercado, fue la app en la que los consumidores m¨¢s gastaron, quedando en segundo lugar solo despu¨¦s de Netflix, seg¨²n el informe anual de la empresa de an¨¢lisis de datos App Annie. En 2018 Tinder diversific¨® su oferta con productos como Tinder U, para conocer universitarios, o Tinder Swipe, con testimonios de solteros que cuentan lo emocionante que es tener una primera cita -como para olvidar lo desastrosas que pueden ser las segundas o terceras-. La empresa tambi¨¦n cre¨® Tinder Social para que los usuarios salieran en grupo, pero fracas¨® y la eliminaron. ¡°Fue evidente que las caracter¨ªsticas de dise?o no encajaban con nuestra direcci¨®n futura, que se enfocar¨¢ en gran medida en el v¨ªdeo, la ubicaci¨®n del usuario y las caracter¨ªsticas impulsadas por la inteligencia artificial¡±, adelantan desde la plataforma.
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