La industria farmac¨¦utica rompe el techo de cristal
Las mujeres ocupan la mitad de los puestos de trabajo y el porcentaje de directivas es del 41% en este sector, donde, adem¨¢s, la diferencia salarial entre g¨¦neros es la m¨¢s baja de todos los sectores industriales
Durante siglos, a las mujeres se les ha vetado el acceso a la mayor¨ªa de las profesiones. El nombre de las que consegu¨ªan alguna relevancia, adem¨¢s, quedaba postergado, salvo contadas excepciones, a una nota a pie de p¨¢gina. Lo sorprendente es que hoy la igualdad sigue siendo una mera declaraci¨®n de intenciones en muchos sectores productivos. Son excepcionales los que han aplicado medidas eficientes para garantizar que hombres y mujeres tengan las mismas posibilidades de desarrollo profesional. Uno de estos es la industria farmac¨¦utica.
El 52% del empleo en el sector farmac¨¦utico es femenino, el doble que la media de la industria, y en el ¨¢rea de I+D se eleva hasta el 63%, el porcentaje m¨¢s alto de todo el tejido productivo en Espa?a. Seis de cada diez nuevas contrataciones corresponden a mujeres y el 41% de los puestos en los comit¨¦s de direcci¨®n de las compa?¨ªas lo ocupan ejecutivas, 3,4 veces m¨¢s que la media de las grandes empresas del IBEX-35, seg¨²n la Encuesta de Empleo de Farmaindustria. Este ¨²ltimo dato es revelador: refleja c¨®mo en este ¨¢mbito se ha roto el techo de cristal, el t¨¦rmino con el que a mediados de la d¨¦cada de los ochenta se describieron en The Wall Street Journal las barreras invisibles que impiden la promoci¨®n laboral de las mujeres en las empresas.
Mar¨ªa Jos¨¦ Lallena, directora del departamento de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Celular del Centro de I+D de Lilly Espa?a, y Marieta Jim¨¦nez, presidenta y directora general de Merck en Espa?a, no han sufrido esas limitaciones. ¡°Dentro de la empresa en la que yo trabajo todo son facilidades para que la mujer pueda desarrollarse y no hay barreras para alcanzar hitos iguales a los del hombre. Yo en 15 a?os he conseguido un puesto de responsabilidad¡±, explica Lallena. La opci¨®n de disponer de jornada reducida, el teletrabajo o la flexibilidad horaria son algunas de las medidas que han permitido a esta jienense, madre de dos ni?os, compatibilizar los ¨¢mbitos personal y profesional, y progresar en Lilly hasta el punto de alcanzar hace 10 a?os, con solo 38, el puesto que ahora ocupa.
¡°El sector farmac¨¦utico tiene un compromiso con el empleo de m¨¢xima calidad: estable, cualificado e igualitario, con una apuesta clara por el talento femenino y joven, como demuestran los datos¡±.
Lo profesional y lo personal est¨¢n engarzados como los eslabones de una cadena, y un ¨¢mbito influye en el otro, en ocasiones de manera determinante. Por las implicaciones que tuvo en su trayectoria profesional, Marieta Jim¨¦nez identifica un momento clave: ser madre. ¡°Me ayud¨® a convertirme en una profesional mejor, a tener una visi¨®n m¨¢s amplia, ser capaz de asumir riesgos, gestionar muchas cosas a la vez y a mejorar mi capacidad de entendimiento y de flexibilidad. Son cualidades que desarroll¨¦ y hoy me han ayudado mucho como gestora¡±.
Al poco tiempo de empezar a trabajar en Merck, la compa?¨ªa le dio la oportunidad de dirigir el grupo en Suecia, un referente en la igualdad de oportunidades. Reci¨¦n llegada, uno de los profesionales m¨¢s destacados de la empresa se fue de baja paternal de seis meses y, cuando regres¨®, fue promocionado igual que si hubiera permanecido en su puesto de trabajo. ¡°Aquello me sirvi¨® para tomar conciencia de que, cuando los valores de igualdad est¨¢n arraigados en una sociedad, no hay discusiones absurdas sobre qui¨¦n tiene que cuidar a los ni?os, cu¨¢ntas horas, etc.¡±.
La Encuesta de Empleo de Farmaindustria refleja que la apuesta estrat¨¦gica del sector por el talento femenino ha dado sus frutos. Se ha convertido en una se?a de identidad, como la formaci¨®n y las medidas para mejorar las condiciones laborales de los empleados (comedores, guarder¨ªas, aparcamientos). La brecha salarial entre sexos ser¨¢ en poco tiempo historia en la industria farmac¨¦utica ya que es el ¨¢mbito en el que menor diferencia existe entre la remuneraci¨®n media de hombres y mujeres, un 10%, y el que tiene un mayor salario femenino: 36.344 euros de media anual.
Cuando Mar¨ªa Jos¨¦ Lallena decidi¨® trabajar en el sector farmac¨¦utico, una de las razones que la mov¨ªan era poder volcar en beneficio de los pacientes los conocimientos cient¨ªficos que hab¨ªa adquirido como doctora en bioqu¨ªmica y biolog¨ªa celular, y aportar su granito de arena en el tratamiento contra el c¨¢ncer o el alzh¨¦imer. Motivaciones similares podr¨ªan referir el 64% de las mujeres que trabajan en I+D en la industria farmac¨¦utica innovadora, pero esa pasi¨®n cient¨ªfica y esa sensibilidad unidas fructifica, porque cae en suelo abonado. ¡°Disponer de condiciones de trabajo para hacer compatible tu vida personal y laboral, sentirte parte de un equipo y no un mero trabajador, o percibir que tienes posibilidades de promoci¨®n laboral convierten a este sector en uno de los m¨¢s atractivos para desarrollar una carrera¡±, apunta Lallena.
Dos factores han influido de manera determinante, en opini¨®n de Marieta Jim¨¦nez, para que la industria farmac¨¦utica tenga hoy rostro femenino. Por un lado, el elevado n¨²mero de mujeres que han estudiado carreras de ciencias (ella se licenci¨® en Farmacia), y por otro, la internacionalizaci¨®n del sector: ¡°Muchos directores generales han tenido la oportunidad de trabajar en otros pa¨ªses y eso ayuda a ampliar la visi¨®n e incorporar aqu¨ª buenas pr¨¢cticas relacionadas, por ejemplo, con la igualdad¡±. En Merck, por ejemplo, disponen de un plan espec¨ªfico con un seguimiento exhaustivo.
¡°Hay mujeres dirigiendo compa?¨ªas que pueden servir de ejemplo y de inspiraci¨®n para todas esas chicas que empiezan y que tienen que creerse que pueden llegar tambi¨¦n¡±.
Marieta Jim¨¦nez, presidenta y directora general de Merck Espa?a.
Las barreras, en ocasiones invisibles y en otras palpables, que todav¨ªa sufren muchas mujeres no existen ya en la industria farmac¨¦utica innovadora en Espa?a. Sus 40.000 empleados saben que la promoci¨®n laboral se rige exclusivamente por el m¨¦rito y la perseverancia. ¡°Son valores que yo transmito a mis hijos y aprend¨ª de mis padres. Su generaci¨®n nos ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª, han sido los m¨¢s feministas porque nos impulsaron a estudiar, a salir de casa y buscar la independencia, y en mi caso, a ir al extranjero (hizo el posdoctorado en Alemania)¡±, recuerda Lallena.
Gracias a la incorporaci¨®n de las mujeres al mundo laboral, el PIB en Espa?a ha crecido un 18% m¨¢s. Por eso, romper los techos de cristal, adem¨¢s de ser lo justo en sociedades que consagran la igualdad, responde tambi¨¦n a una raz¨®n econ¨®mica, como apunta Mart¨ªn Sell¨¦s, presidente de Farmaindustria: ¡°Nuestro sector aporta a la econom¨ªa espa?ola un modelo de referencia para impulsar la transformaci¨®n del modelo productivo que necesita un pa¨ªs moderno como el nuestro, apoyado en la cualificaci¨®n, la igualdad, la transparencia y la innovaci¨®n¡±. Y ese modelo tiene como requisito, en su opini¨®n, ¡°el compromiso con un empleo de m¨¢xima calidad: estable, cualificado e igualitario, con una apuesta clara por el talento femenino y joven, como demuestran los datos¡±.
¡°Disponer de condiciones de trabajo para hacer compatible tu vida personal y laboral o percibir que tienes posibilidades de promoci¨®n laboral convierten a este sector en uno de los m¨¢s atractivos para desarrollar una carrera¡±.
Mar¨ªa Jos¨¦ Lallena, directora del Departamento de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular del centro de I+D de Lilly en Espa?a.
En 1939 la qu¨ªmica Dorotea Barn¨¦s, premio extraordinario de licenciatura de la Universidad Central de Madrid y una de las pocas mujeres becadas en la Universidad de Yale (EE UU), dejaba su prometedora carrera cient¨ªfica. Cuando a?os despu¨¦s le preguntaron si fue la Guerra Civil y el exilio lo que motiv¨® su abandono, ella contest¨®: ¡°A m¨ª me retir¨® de la ciencia mi marido¡±.
?Ser¨ªa posible hoy una situaci¨®n similar? En algunos sectores productivos como el farmac¨¦utico se dan las condiciones para que una mujer cualificada como Barn¨¦s no tuviera que tomar una decisi¨®n como la que adopt¨® ella. Desde 1939, y especialmente en las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas, han cambiado muchas cosas. ¡°Ahora hay mujeres dirigiendo compa?¨ªas que pueden servir de ejemplo y de inspiraci¨®n para todas esas chicas que empiezan y tienen que creerse que pueden llegar tambi¨¦n¡±, concluye Marieta Jim¨¦nez.
Esta noticia, patrocinada por Farmaindustria, ha sido elaborada por un colaborador de EL PA?S.