Alicante, la provincia de los extranjeros desaparecidos del padr¨®n
La marcha de residentes y trabajadores for¨¢neos ha reducido dr¨¢sticamente la poblaci¨®n en las ciudades tur¨ªsticas de la costa y en el interior
La comunidad brit¨¢nica es una de las m¨¢s cerradas de las que vienen a vivir a Espa?a. Los ciudadanos del Reino Unido suelen reproducir junto al Mediterr¨¢neo las vidas que llevaban antes de jubilarse en su pa¨ªs de origen. Mismas costumbres, mismo idioma, mismos restaurantes y pubs, pocas relaciones con la poblaci¨®n que les acoge. Igual que en Inglaterra, pero con sol. Por eso, la sensible ca¨ªda de poblaci¨®n que ha afectado a muchos de los municipios tur¨ªsticos de la costa de Alicante la han sentido profundamente. "Muchos de los brit¨¢nicos que viv¨ªan aqu¨ª se han ido. Muchos. Afortunadamente, las cosas parecen estar mejorando y los regresos se han ralentizado", dice Kevin Reardon, presidente de la British Legion en Orihuela Costa.
Seg¨²n los datos del INE, Orihuela y su ¨¢rea metropolitana han perdido un 12,5% de poblaci¨®n en los ¨²ltimos cinco a?os. Un 6,5% en la ¨²ltima d¨¦cada. Y la mayor parte de este descenso hay que atribuirlo a Orihuela Costa, una pedan¨ªa situada junto al mar a unos 40 kil¨®metros del casco urbano oriolano. Una zona poblada mayoritariamente por chanes, que es como llaman por all¨ª a los extranjeros, de 101 nacionalidades distintas seg¨²n el Ayuntamiento. De ellos, la mayor¨ªa son ingleses. Y donde hay un ingl¨¦s, hay una rama de la British Legion, una organizaci¨®n que ayuda a los veteranos del Ej¨¦rcito Brit¨¢nico y a sus familias.
Reardon se mantuvo firme y conserv¨® su empadronamiento en la costa alicantina. Sin embargo, a su alrededor la cifra de compatriotas no cesaba de bajar. La crisis incidi¨® bastante. Pero, en su caso, "el verdadero problema es el Brexit", se?ala. "Hay mucha incertidumbre y la gente est¨¢ muy irritada con todo lo que est¨¢ pasando". En su opini¨®n, la salida del Reino Unido de la Uni¨®n Europea no se ha explicado bien. "Nadie sabe todav¨ªa lo que va a pasar". Y gran parte de los residentes extranjeros decidieron volver a sus pa¨ªses. Unos "conservaron sus viviendas como base para sus vacaciones", explica. Pero otros malvendieron sus casas en la ¨¦poca en que el frenazo de la construcci¨®n dej¨® los precios de las viviendas por los suelos. "Y la mayor¨ªa se est¨¢n arrepintiendo, porque han perdido mucho dinero con la transacci¨®n", apunta Reardon.
Por eso, este residente brit¨¢nico en Espa?a "desde hace much¨ªsimos a?os", tantos que prefiere no detallarlos, conf¨ªa en que sus paisanos regresen a esta zona del litoral alicantino, que, como todas en las que hay gran n¨²mero de residentes extranjeros, est¨¢ perfectamente limpia, cuidada, dotada y adaptada a sus necesidades. "Las casas se vuelven a vender, los negocios vuelven a funcionar. Parece que todo va mejor", asegura. Adem¨¢s, las medidas sanitarias tomadas (tanto por el Ejecutivo central como por el Gobierno auton¨®mico valenciano) de volver a prestar atenci¨®n m¨¦dica a todos los ciudadanos son un aliciente. "S¨¢nchez y Puig han recuperado la sanidad para nosotros", aplaude el l¨ªder de la British Legion oriolana, "y eso nos ha hecho muy felices".
El consistorio oriolano, adem¨¢s, ha tomado cartas en el asunto. Y el pasado junio lanz¨® una campa?a para "fomentar el empadronamiento de residentes extranjeros", seg¨²n fuentes municipales. Y, al parecer, lo han conseguido, ya que "desde el inicio de la campa?a se han empadronado 855 extranjeros", aseguran. Con esta iniciativa, pretenden "mantener y aumentar las cifras de poblaci¨®n de Orihuela como gran municipio, pues con ellas aumentan y mejoran los servicios p¨²blicos y la calidad de los mismos", explic¨® la concejal de Estad¨ªstica de Orihuela, Noelia Grao, durante la presentaci¨®n del proyecto. Unos folletos en castellano, franc¨¦s, alem¨¢n e ingl¨¦s y toda una serie de facilidades para acceder al empadronamiento fueron el n¨²cleo de esta propuesta, lanzada con la mirada puesta en Orihuela Costa, "un pilar fundamental en el desarrollo del municipio", seg¨²n las mismas fuentes.
Ciudad envejecida
Si la costa se ha visto afectada por la fuga de residentes, el interior de la provincia de Alicante ha sufrido la marcha de los extranjeros que trabajaban en los sectores industriales, agr¨ªcolas y, sobre todo, de la construcci¨®n. Pero hay una ciudad que, adem¨¢s, padece el envejecimiento cr¨®nico de su poblaci¨®n. Se trata de Alcoi. Situada en un privilegiado entorno, en un valle irregular cosido con puentes, este municipio, de gran relevancia durante los primeros a?os del siglo XX, ha visto rebajada la cifra de los 60.000 habitantes, toda una barrera psicol¨®gica. Por su situaci¨®n orogr¨¢fica apenas puede crecer. Y la p¨¦rdida de competitividad de su industria, principalmente textil, ha determinado que los j¨®venes la abandonen para no volver.
Es el caso de Eneas Gonz¨¢lez, de 32 a?os, que trabaja en el departamento de comunicaci¨®n de la Universidad de Alicante. Sali¨® de Alcoi para estudiar y no ha vuelto. Su novia, su hermana, sus sobrinos y sus padres, tampoco. Todos alcoyanos, todos residentes en la capital provincial. "Vas estudiando, luego consigues beca tras beca, al final logras un puesto de trabajo y te quedas", indica. Sus padres se han trasladado tras la jubilaci¨®n para estar cerca de los nietos. Eso s¨ª, cada fin de semana y en las festividades se?aladas, como las fiestas de moros y cristianos, regresa a su ciudad natal. "Voy en el coche y, en cuanto llego a Alcoi, lo primero que hago es abrir la ventanilla para respirar el aire puro de la monta?a", confiesa.
El Ayuntamiento de Orihuela lanz¨® el pasado junio una campa?a para "fomentar el empadronamiento de residentes extranjeros"
"Creo que lo que marca la diferencia entre salir y quedarse son los estudios superiores", aventura Gonz¨¢lez. "Para quien estudia fuera, hay m¨¢s oportunidades para encontrar trabajo en lo tuyo y m¨¢s aspiraciones para crecer laboralmente". Los alcoyanos sienten mucho apego a su pueblo. "Jam¨¢s renegamos de nuestra alcoian¨ªa", admite el periodista, "mantenemos el arraigo, pero nos buscamos la vida". Y desde que se cambi¨® el acceso por carretera desde Alcoi, las idas y venidas se han simplificado bastante. "Antes tardabas una hora en llegar desde Alicante, ahora de puerta a puerta tardas 40 minutos".
De su grupo de amigos de siempre, la mitad se ha ido y la otra mitad se ha quedado. Como, por ejemplo, Javier Ja¨¦n, que trabaja en la corredur¨ªa de seguros donde hizo las pr¨¢cticas tras cursar un m¨®dulo superior de formaci¨®n profesional en Comercio Internacional. Toda su vida est¨¢ en Alcoi. Su trabajo, su familia y su mujer. Pero en determinados momentos, s¨ª nota las bajas de los compa?eros de siempre. "Ahora es mucho m¨¢s complicado que nos juntemos todos", lamenta, "ya no es lo mismo".
Desde su punto de vista, el gran problema de Alcoi es que "ha dejado perder todo lo que ten¨ªa y no potencia bien lo que le queda". La ciudad fue una primer¨ªsima potencia industrial. "Aqu¨ª hab¨ªa f¨¢bricas de textil, de papel, la embotelladora de Coca-Cola", dice, "pero todo se ha perdido". La irrupci¨®n del comercio global, el auge de los productos chinos, por ejemplo, limaron la productividad de la capital de la comarca alicantina de l'Alcoi¨¤. Y sucede en todos los ¨¢mbitos. "De todas las empresas de construcci¨®n que hab¨ªa, solo quedan una o dos", asevera.
El centro hist¨®rico se vac¨ªa los fines de semana, el ¨²nico centro comercial existente "no funciona y ha cambiado ya cinco o seis veces de gerencia" desde que se puso en marcha. "Apenas hay trabajo", contin¨²a. Su mujer tiene que desplazarse todos los d¨ªas hasta Onil, a veinte minutos en coche, donde ficha cada ma?ana en "una empresa juguetera". Otras localidades pr¨®ximas, como Ibi o Banyeres, dan m¨¢s oportunidades para encontrar puestos en el sector industrial, sobre todo. Y, seg¨²n su percepci¨®n, "desde el Ayuntamiento lo ¨²nico nuevo que est¨¢n potenciando es el turismo, que da el trabajo que da".
Fuentes municipales, en cambio, inciden en que las pol¨ªticas de generaci¨®n de empleo han rebajado el paro "un 26% en los ¨²ltimos cuatro a?os". El consistorio alcoyano achaca esta ca¨ªda al "esfuerzo de nuestra industria y de los empresarios", as¨ª como "a las diferentes acciones que hemos realizado desde el Ayuntamiento y las ayudas de otras Administraciones". "Por nuestra parte, hemos hecho un esfuerzo muy grande en el departamento de orientaci¨®n del Ayuntamiento de Alcoi cuadruplicando su personal, tambi¨¦n hemos contratado directamente a m¨¢s de 400 personas de diferentes franjas de edad y con diferentes calificaciones", prosiguen las fuentes consultadas. "Hemos mejorado todas las ¨¢reas industriales de Alcoi", aseguran, "y hemos aumentado las ayudas para la creaci¨®n de empresas y comercios, especialmente en el centro".
Alcoi es uno de los lugares en los que el modernismo arquitect¨®nico tuvo una incidencia importante. Su entorno cuenta con muchos enclaves de monta?a, como la Font Roja, La Serreta o El Molinar, atravesados de senderos y rutas con posibilidades tur¨ªsticas. Tambi¨¦n goza de un importante pasado industrial que se intenta adecuar al siglo XXI. "Esto hay que aprovecharlo, naturalmente, pero no es suficiente", sostiene Ja¨¦n. "La ciudad tiene que generar muchas m¨¢s oportunidades para que la gente se quede". De lo contrario, como aventura Gonz¨¢lez, ir¨¢ convirti¨¦ndose en una "ciudad dormitorio de Alicante" que solo mantendr¨¢ su aliento "los fines de semana y en las fiestas de moros y cristianos". Se celebran en abril, en conmemoraci¨®n de San Jorge, y para los alcoyanos son irrenunciables.
Eliminando a los 'zombis' registrados
A la p¨¦rdida de poblaci¨®n real hay que sumar la legislaci¨®n sobre el empadronamiento. Quien constaba en el padr¨®n permanec¨ªa en ¨¦l mucho tiempo antes de que las autoridades detectaran su marcha o su muerte. Ahora no. ¡°Con la nueva normativa sobre extranjeros, los Ayuntamientos deben comprobar cada dos o cinco a?os que su situaci¨®n no ha variado. En el caso de que s¨ª haya variado, deben darlos de baja. En una zona con tan alto ¨ªndice de poblaci¨®n extranjera, esta regulaci¨®n tiene una gran influencia en el padr¨®n¡±, apunta Jos¨¦ Antonio Larrosa, director del departamento de Geograf¨ªa Humana de la Universidad de Alicante.
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