Si la historia de Sylvana te ha hecho pensar y t¨² tambi¨¦n quieres ayudar a esta causa para cambiar el mundo
Nunca comprendes el verdadero significado de la palabra confianza hasta que no ves a alguien deslizarse por la ladera de una monta?a nevada con los ojos vendados, a casi 60 kil¨®metros por hora y ¨²nicamente atendiendo las instrucciones que le dicta un compa?ero dos metros m¨¢s adelante por un peque?o altavoz. Ese v¨ªnculo tan ¨ªntimo entre el gu¨ªa y un atleta con discapacidad visual genera una relaci¨®n simbi¨®tica que suele ser para toda la vida y que define bien el esp¨ªritu paral¨ªmpico y a toda la comunidad del deporte adaptado de invierno. Son siempre un equipo, son siempre amigos.
Sylvana Mestre (Barcelona, 1956) es la mujer con la que cualquiera de estos deportistas ¨Cni?os, adolescentes o adultos con diversidad funcional¨C se tirar¨ªa doblemente a ciegas por la pista ol¨ªmpica de la estaci¨®n de La Molina (Girona), su verdadero hogar cuando calza botas r¨ªgidas. Basta ver c¨®mo la miran y admiran las decenas de familias que suben en temporada a la caseta de Play and Train, el centro de deporte adaptado fundado por ella.
Se lo ha ganado tras 25 a?os dedicados por completo a la formaci¨®n, la educaci¨®n en la inclusi¨®n y a la normalizaci¨®n del ocio deportivo para todos, tambi¨¦n para los que quieren llegar a la elite y ganar medallas. Sylvana es la confianza personificada para ellos: puede ser sus ojos o su instinto, puede ser su experiencia haciendo la cu?a, robarles los miedos en un descenso a tumba abierta, pero tambi¨¦n puede ser tu amiga y abrirte las puertas de su casa de par en par, sin apenas conocerte, para construir un set de rodaje y llenarte de regalos.
Eslalon gigante
El viaje hasta modelar el personaje no ha sido nada f¨¢cil y ha venido lleno de puertas estrat¨¦gicamente colocadas que han golpeado una y otra vez a Sylvana, oblig¨¢ndola a cambiar el rumbo en su eslalon m¨¢s complicado. Quiz¨¢s consecuencia de amar el deporte pero ser un poco vaga para la competici¨®n, de una adolescencia rebelde y algo desnortada o de buscar demasiado pronto la independencia intentando estudiar medicina y enfermer¨ªa con tan solo 17 a?os: ¡°Mi padre, que era muy duro, me dec¨ªa que quien paga, manda, y yo quer¨ªa ganar dinero cuanto antes para mandarme yo¡±, nos cuenta orgullosa al principio de la entrevista. Durante aquella etapa de pr¨¢cticas sanitarias tuvo su primer contacto con la discapacidad, un poso que recuperar¨ªa a?os m¨¢s tarde para entregarle el cuerpo y el alma y salvar su propia vida.
Pero el precipicio y las puertas m¨¢s duras estaban a¨²n por llegar. Antes de los 40 perdi¨® a su marido tras tres a?os muy duros; m¨¢s tarde, a una de sus hijas por un inesperado accidente que le cuesta mencionar. ¡°A pesar de todos los ¨¦xitos, yo he tenido un vida muy dura y complicada. Pero soy luchadora, una guerrera¡±, nos cuenta con los ojos vidriosos. Esa imposibilidad de cocinar al gusto su propia vida le ha llevado seguramente a trabajar m¨¢s por la de los dem¨¢s. Y en lo que ha recibido a cambio ha encontrado la energ¨ªa necesaria para sobrevivir.
Sin esqu¨ªs no se puede uno deslizar y Sylvana fren¨® en seco entonces y perdi¨® el rumbo, su alegr¨ªa por vivir. Hasta que volvieron aquellos recuerdos macerados unos a?os atr¨¢s mientras ve¨ªa esquiar, por primera vez, a varios deportistas con discapacidad: ¡°Fue en Tignes; se me rompieron los esquemas. No ve¨ªa una salida a mi vida y verlos a ellos fue una inyecci¨®n de adrenalina pura, un canto a la vida. All¨ª me hizo un clic la cabeza¡±, comenta dibujando una tremenda sonrisa.
Comenz¨® a hacer de gu¨ªa y luego a entrenar a chavales con discapacidad en una disciplina donde los m¨¢s j¨®venes pasaban por entonces de los 30 a?os. Dos d¨¦cadas m¨¢s tarde, Sylvana puede contar c¨®mo ha formado a m¨¢s de 45 campeones mundiales y paral¨ªmpicos, ha presidido la Federaci¨®n Paral¨ªmpica de Esqu¨ª y ha recibido la m¨¢s alta distinci¨®n del Comit¨¦ en 2015. M¨¢s all¨¢ de premios y metales, su mejor legado son los 7.000 beneficiarios que cada a?o sonr¨ªen con el esqu¨ª gracias a Play and Train y que ven en ella un faro de luz, una inspiraci¨®n. Por todo ello, las huellas de Sylvana en la nieve de La Molina no se van nunca en primavera, se quedan siempre all¨ª.
Todos tenemos alguna discapacidad
Cuando subimos a grabar unos recursos a mitad de pista donde entrenan los chicos nos damos cuenta de que all¨ª, en vaqueros y sin esqu¨ªs, los disfuncionales somos nosotros. Afortunadamente, nuestra discapacidad depende solo de un contexto ef¨ªmero. El problema surge cuando ese entorno es abrumador y no deja de ponerte trabas para poder potenciar tus destrezas, como afrontar los 4.500 euros que puede llegar a costar una silla dual-esqu¨ª o la falta de accesibilidad de la mayor¨ªa de las estaciones. Falta concienciaci¨®n, sobran prejuicios. ¡°Nuestra sociedad no est¨¢ preparada para aceptar la discapacidad, sigue habiendo muchas barreras¡±, nos recuerda Sylvana. Para empezar a sortearlas cre¨® Play and Train junto a su inseparable amiga Mariona Masdemont.
Pero no hay mejor inspiraci¨®n que servir de ejemplo. En 1992, en otra puerta dif¨ªcil de ese eslalon gigante, diagnosticaron a Sylvana una rara enfermedad gen¨¦tica pulmonar con un pron¨®stico de seis meses de vida. Lejos de rendirse o de dejar el deporte hoy convive, esqu¨ªa y sonr¨ªe a sus alumnos con una discapacidad del 68%: ¡°En mi discapacidad tambi¨¦n mando yo¡±, nos recuerda mientras se inspira tambi¨¦n en ellos: ¡°Estos chicos me han ense?ado que no hay tiempo para perder, que hay que vivir el aqu¨ª y el ahora.¡±
Encontrar a tu entrenador
Sylvana no se ha pasado media vida fabricando campeones, se los ha encontrado por el camino y les ha dado la oportunidad de ser ellos mismos, de convertir un granito de arena en su pasi¨®n, de ense?arles que nos definen nuestras capacidades, no nuestras carencias. ¡°Cuando eres entrenador miras a un ni?o, buscas algo en su mirada, su chispa.... As¨ª habla de Gabriel Gorce, uno de esos alumnos que se cruz¨® por el camino. Gabi y su gu¨ªa Arnau consiguieron una medalla en la supercombinada de Sochi 2014 mientras Sylvana presid¨ªa la Federaci¨®n internacional. Ella misma le entreg¨® el ramo de flores con una emoci¨®n especial. Gabi fue un alumno pero, sobre todo, es un hijo en proceso de adopci¨®n. Hoy nos ense?a orgulloso su medalla y aquellos recuerdos en casa de su madre, su hogar.
Todos tenemos alguna disfunci¨®n que en alg¨²n momento nos ha hecho sentir mediocres. El truco est¨¢ en potenciar y poner el foco en nuestras habilidades y en acercarnos a aquellas personas que nos las se?alen y modelen para hacernos sentir importantes, aprender y seguir creciendo, es decir, tener cerca a entrenadores como Sylvana. Ya lo dec¨ªa Mar¨ªn, el personaje con discapacidad de la pel¨ªcula Campeones, cuando le recuerda con cari?o a su entrenador: ¡°A m¨ª tampoco me gustar¨ªa tener un hijo como nosotros... lo que s¨ª me gustar¨ªa es tener un padre como t¨²¡±. Como Sylvana.
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Contenido adaptado del v¨ªdeo de Sylvana
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Sylvana es una amante del deporte de aventuras. Es una de las fundadoras de Play and Train, una asociaci¨®n para el aprendizaje y disfrute de actividades deportivas para personas con discapacidad. Ha preparado a atletas con 15 medallas en los juegos paral¨ªmpicos y 30 medallas en los campeonatos mundiales.
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Mi vida siempre ha estado dando vueltas alrededor del deporte, pero siempre me han tirado los de invierno. El hecho de subir y de ver la inmensidad de lo que es, es lo que a m¨ª me llena y lo que intento trasmitir hoy en d¨ªa a todos los que vienen por detr¨¢s de m¨ª, ?no?
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Mi marido era el director de Salom¨®n; entonces yo trabajaba con ¨¦l, y una de las cosas que hac¨ªamos era entregar material al equipo paral¨ªmpico espa?ol, y un d¨ªa tuve la gran suerte de ver in situ en pistas a esas personas que yo trataba como pobrecitos: alucin¨¦. Vi atletas all¨¢, yo vi chicos y chicas luchando por pasar una puerta, eso era una maravilla, me llen¨¦ de vida.
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Mi marido hab¨ªa muerto el 31 de agosto, yo me quedaba con dos ni?as peque?as, no ve¨ªa una salida a la vida y verlos a ellos fue una inyecci¨®n de adrenalina pura. Fue un canto a la vida, y ah¨ª empez¨® mi pasi¨®n con el deporte paral¨ªmpico. Empec¨¦ como gu¨ªa, segu¨ª como entrenadora en la federaci¨®n de ciegos y llevaba el equipo, que era el que representaba a Espa?a. Con los a?os me fui dando cuenta de que nuestra sociedad no est¨¢ preparada para aceptar la discapacidad, siguen habiendo barreras, pero soy luchadora... y naci¨® Play and Train.
02:20
El objetivo que nosotros ten¨ªamos claro era el poder ofrecer a la gente con discapacidad y a sus familias, darles la oportunidad de que pudiesen practicar deporte. Empezamos con un ni?o y en 2017 hemos tenido 7.000 beneficiarios y 39.000 cambios de actitud. Hasta hace muy poco, cuando ven¨ªan en la Semana Blanca los colegios, no tra¨ªan a los ni?os con discapacidad. Esto ha empezado a cambiar a ra¨ªz del centro de La Molina.
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O sea, a m¨ª todos los ni?os con los que trabajo me han ense?ado que vivamos el aqu¨ª y el ahora.
Este contenido ha sido elaborado por Yoigo.