C¨®mo llenar de m¨²sica la Espa?a vaciada
Daniel Broncano naci¨® en una de las zonas rurales m¨¢s despobladas de Espa?a. Tras recorrer el mundo como clarinetista profesional, cre¨® M¨²sica en Segura, un festival de 'delicatessen' musicales que propicia el acceso a la cultura en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Ja¨¦n). En el medio rural tambi¨¦n se cultiva progreso con imaginaci¨®n, creatividad y cultura
Si la historia de Daniel te ha hecho pensar y t¨² tambi¨¦n quieres ayudar a esta causa para cambiar el mundo
Cuando Daniel Broncano (Orcera, Ja¨¦n, 1986) iba al colegio ¡°hab¨ªa grandes piques entre 5? A y 5? B¡±, pero ahora esa tradicional rivalidad ha quedado extinta. Los ni?os apenas llenan una sola clase y las letras que marcaban el derbi social del recreo han desaparecido. Las sillas vac¨ªas de la escuela, donde su madre sigue impartiendo clases, denotan el fen¨®meno que erosiona muchas zonas rurales. No es necesario consultar las estad¨ªsticas para predecir un agujero negro demogr¨¢fico a corto plazo.
El pueblo de Daniel es tan solo un ejemplo de la t¨®nica general por todos conocida, por muchos reivindicada y por pocos solucionada: el 30% del territorio nacional concentra el 90% de la poblaci¨®n. La falta de oportunidades, de servicios b¨¢sicos como la educaci¨®n, sanidad o transporte y la transformaci¨®n de los modelos sociales y econ¨®micos ha provocado que en algunas regiones de la Pen¨ªnsula existan densidades de poblaci¨®n similares a las de la inh¨®spita Laponia. Pero el enclave donde conocemos a Daniel Broncano nada tiene que ver con el desierto ni el hielo. Tanto ¨¦l como su hermano David (presentador de La resistencia, en Movistar+) se criaron en la comarca que m¨¢s territorio aporta al Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Ja¨¦n), donde el intenso verdor de la vegetaci¨®n palpita entre escarpadas monta?as. Este es el escenario de M¨²sica en Segura, el festival que tendr¨¢ lugar entre el 15 y el 19 de mayo.
Hoy, las campanas de la iglesia repican. Indican que esta ma?ana Segura de la Sierra ha despertado con un habitante menos. Pero dentro de poco, los visitantes espor¨¢dicos aumentar¨¢n repentinamente la habitual poblaci¨®n de aproximadamente 140 habitantes. Como ocurre desde hace seis a?os, cada mes de mayo ¡°empezar¨¢n a llegar m¨²sicos de muchas partes de Espa?a y de pa¨ªses de Europa; cl¨¢sicos, flamencos, de jazz¡¡±. A diferencia del ¡°embalsamado¡± contexto en el que normalmente se escucha m¨²sica cl¨¢sica, aqu¨ª vienen int¨¦rpretes ¡°que puedan ponerse las botas de monta?a¡±. Ser¨¢n unas 15.000 personas, calcula el organizador, las que vivan la emoci¨®n de la m¨²sica en directo en un contexto tan id¨ªlico como inusual: ¡°Al segundo d¨ªa, el p¨²blico que viene al festival conoce el nombre de pila de los m¨²sicos y si tienen hijos o si son vegetarianos¡±.
Sonar¨¢n melod¨ªas en la f¨¢brica de aceite, cuya ac¨²stica bien merece el m¨¢ximo sello de calidad que luce el oro l¨ªquido aqu¨ª producido. Sonar¨¢ al amanecer, en una aldea de apenas ocho habitantes donde ¡°los vecinos son ultraenrollados y hacen dulces y mistela para la gente¡±. Sonar¨¢ en el campo, en los ba?os ¨¢rabes y en la iglesia, as¨ª como en las residencias de ancianos y durante los conciertos para escolares que Broncano se?ala con especial entusiasmo: ¡°Tienen la misma edad que ten¨ªa yo cuando me top¨¦ con la m¨²sica¡±.
El rel¨¢mpago de la "musicofilia"
Veraneaba con sus padres y su hermano en Santiago de Compostela (A Coru?a) cuando una tormenta oblig¨® a la tropa familiar a refugiarse en un concierto de la Orquesta Sinf¨®nica de Galicia. Con 8 a?os, ¡°ese vendaval de sonido¡± le dej¨® varios d¨ªas sin habla. Experiment¨® ¡°un ataque de musicofilia, un estado mental muy intenso que es tambi¨¦n el significado de la m¨²sica¡±. Asegura que ese ¡°encantamiento con el milagro de las emociones que transporta el sonido¡± deber¨ªa propiciarse m¨¢s a menudo y eso ¡°es tambi¨¦n lo que intentamos crear en el festival¡±.
De peque?o, cuando aprend¨ªa palabras que le parec¨ªan curiosas, las repet¨ªa hasta la saciedad y lo mismo ocurri¨® con la m¨²sica: obsesionado con el sonido del oboe, dio la barrila a sus padres hasta que estos consiguieron que el Ayuntamiento de Orcera montara una banda municipal. A falta de oboes, aprendi¨® a tocar el clarinete. Pasaba las tardes con Mozart, Haydn y Beethoven y a los 9 a?os tuvo su propio programa de m¨²sica cl¨¢sica en Radio Segura. Consigui¨® convertirse en clarinetista profesional recorriendo las dos horas de ida y las dos de vuelta que unen Orcera con el Conservatorio de Ja¨¦n, terminando su formaci¨®n en Madrid y en el Royal College of Music de Londres.
All¨ª conoci¨® a la que se convertir¨ªa en su mujer, Felicity Smith, una mezzosoprano neozelandesa con la que empez¨® a imaginar el festival. Era una especie de hijo compartido con el que so?aban juntos, proporcion¨¢ndose mutuamente el ¨¢nimo necesario para materializar la proeza. Tambi¨¦n fue all¨ª, en Inglaterra, donde se vio contagiado por ¡°ese perfil de gente lanzada que se toma el ancho mundo como su casa¡±, que se anima a ¡°iniciar cosas sin saber muy bien a d¨®nde van a llegar¡±. Sin experiencia de ning¨²n tipo en gesti¨®n cultural, recuerda Daniel que ¡°a todas luces era una bella locura¡±.
Un homenaje al amor por la m¨²sica
Como los salmones, que nacen en agua dulce, pero pasan gran parte de su vida en el mar hasta que el instinto dicta que es hora de emprender el viaje de regreso, Daniel se top¨® entonces con un colosal viaje r¨ªo arriba. Cualquier obst¨¢culo era sorteable gracias al ¨¢nimo compartido, pero tuvo que enfrentarse con un s¨²bito giro: ¡°Felicity muri¨® de golpe ocho meses antes del primer festival, un hecho que dio la vuelta a mi vida¡±. Las palabras nunca conseguir¨¢n describir el dolor de un duelo, pero s¨ª existe un nombre para explicar la motivaci¨®n que le llev¨® a seguir con el festival: resiliencia, esa asombrosa capacidad de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro. No exist¨ªa mejor homenaje: ¡°Hay que hacerlo porque a ella le habr¨ªa encantado¡±.
El salm¨®n lleg¨® a destino y, contra todo pron¨®stico, la sierra de Segura se llen¨® de m¨²sica. Y no solo una, sino cada vez m¨¢s veces. El festival de mayo se complementa con otra edici¨®n en noviembre y, a partir del 2020, un programa de residencias har¨¢ que m¨²sicos de todas partes habiten la sierra, colaborando en proyectos que luego ser¨¢n mostrados al p¨²blico en el contexto de M¨²sica en Segura.
Cultivando m¨²sica en la Espa?a rural
Si la meloman¨ªa es una especie de locura o tendencia al furor vinculada a la m¨²sica es posible que Daniel la padezca, pero se trata de un mal cuyo contagio es beneficioso. Pr¨¢cticas culturales como la suya son capaces de transformar el entorno, fortalecer la comunidad, generar autoestima y dinamizar la econom¨ªa sin caer en la mirada paternalista que caracteriza los discursos construidos desde lo urbano. Para que la f¨®rmula funcione es imprescindible poner a la poblaci¨®n local en el centro. En el caso de M¨²sica en Segura, los lugare?os no solo conforman la mitad del p¨²blico del festival, sino que adem¨¢s hicieron posible la primera edici¨®n mediante sus donaciones: ¡°Era gente de la sierra a la que le daba much¨ªsimo orgullo que se hiciese algo con esa ambici¨®n y con esa apuesta por la calidad¡±.
Cuando se observa esta Espa?a vaciada, que no vac¨ªa, uno puede echarse las manos a la cabeza y, con raz¨®n, reivindicar mayor atenci¨®n hacia los pueblos que vemos difuminarse. Es necesario hacerlo pero, m¨¢s a¨²n, crear alternativas y propuestas: ¡°Un componente fundamental de c¨®mo ocupar esa Espa?a tambi¨¦n es con imaginaci¨®n y con creatividad¡±, afirma Broncano. Daniel considera que ¡°a veces prejuzgamos y hay una especie de concepto de lo rural muy cerrado, pero hoy en d¨ªa afortunadamente, en un mundo muy conectado, hay muchas formas de desarrollo por explorar¡±.
Vivir en un pueblo no siempre significa tener que dedicarse a la agricultura, la ganader¨ªa, ni siquiera al turismo. Su deseo es ¡°inspirar a m¨¢s gente a que conf¨ªe en sus ideas y les d¨¦ una oportunidad. El ser un modelo de desarrollo econ¨®mico a partir de cosas no obvias¡±. Al latido de la Espa?a vaciada que retumb¨® en los tambores de la manifestaci¨®n el pasado marzo pueden a?adirse melod¨ªas que hagan aparecer nuevas canciones de futuro. No podemos dejar que el medio rural agonice. La revuelta de la Espa?a vaciada ya est¨¢ en marcha y, a veces, suena a m¨²sica cl¨¢sica.
?Quieres conocer la historia completa?
M¨ªrala
Esc¨²chala
Contenido adaptado del v¨ªdeo de Daniel
00:00
Daniel Broncano naci¨® en una de las zonas rurales m¨¢s despobladas de Espa?a. Ha creado M¨²sica en Segura, un festival que revitaliza la Espa?a vaciada con conciertos de m¨²sica cl¨¢sica.
00:18
(Daniel) Mis padres tuvieron a bien elegir Orcera como un sitio apropiado para cuidar a sus hijos. Creo que a trav¨¦s de ellos he ido aprendiendo y mamando ese amor por esta sierra y por esta parte tan bella de Espa?a.
00:32
(Daniel) Creo que de peque?o siempre he sido bastante intenso; as¨ª encontr¨¦ la m¨²sica. Fue algo que ocurri¨® por casualidad. Estudi¨¦ el grado superior de clarinete en el Conservatorio Superior de M¨²sica de Madrid y cuando acab¨¦ me fui a Londres. La idea un poco vaga de hacer algo musical en Segura de la Sierra de alguna forma ya estaba desde que empec¨¦ a tocar el clarinete. Y en el periodo de estar en Londres empez¨® la llamada a la acci¨®n de decir: "Esto que lleva un tiempo rondando la cabeza, cada vez m¨¢s, a lo mejor hay que hacerlo, hay que ver si de verdad se puede llevar a cabo lo de hacer un festival en Segura de la Sierra".
01:07
(Daniel) M¨²sica en Segura es un festival de delicatessen musicales. Nosotros hacemos m¨²sica en la monta?a, en una aldea al amanecer, en todos los sitios donde no haya un impedimento legal intentamos hacer m¨²sica.
01:19
(Cartero) Est¨¢n haciendo conciertos en una aldea donde hay dos o tres habitantes y aquello se llena de gente; eso es maravilloso. Adem¨¢s estamos muy carentes de eso.
01:28
(Vecino) Tienen que venirse ya, est¨¢n tardando.
01:33
(Daniel) Buscamos que tenga el mayor impacto social en la gente en cuanto a que disfruten de la m¨²sica, que aparte suponga algo positivo en sus vidas. Adem¨¢s, buscamos deliberadamente que tenga el mayor impacto econ¨®mico y cuanto mejor sea para muchos, pues mejor para todos y mejor para nosotros tambi¨¦n.
01:52
(Daniel) Esa convergencia de m¨²sicos venidos de muchos sitios, de p¨²blicos venidos de muy cerca, de muy lejos, todos entorno a la m¨²sica, te golpea, te transporta a otro sitio y es algo milagroso que ocurre.
Este contenido ha sido elaborado por Yoigo.