Su modus operandi era siempre el mismo: a trav¨¦s de una red social, creaba un perfil falso de un adolescente y contactaba con sus v¨ªctimas. Tras ganarse la confianza de las menores de edad, les ped¨ªa fotograf¨ªas comprometidas. M¨¢s adelante, les exig¨ªa im¨¢genes de mayor contenido sexual. Despu¨¦s llegaba el chantaje, con amenazas y coacciones. De esta manera contact¨® con 283 chicas, hasta que una de ellas, una ni?a de 13 a?os, le denunci¨®. El acosador, de 27 a?os, ingres¨® en prisi¨®n.
Este caso, real, explica lo que es el grooming, una t¨¦cnica de acoso y abuso en Internet en la que los adultos se suelen hacer pasar por menores e intentan establecer un contacto con ni?os y adolescentes que d¨¦ pie a una relaci¨®n de confianza. Despu¨¦s, el agresor acaba por ejercer un control emocional del menor y, finalmente, pasa al chantaje con fines sexuales. Una gradaci¨®n que hace que la v¨ªctima no tenga casi ninguna posibilidad de reacci¨®n con respecto a un adulto que domina perfectamente esta t¨¦cnica.
Un 97% de los adolescentes entre 14 y 17 a?os tiene perfil en redes sociales, y uno de cada tres acepta solicitudes de personas que no conoce
Las autoridades coinciden en que este delito, tipificado en el C¨®digo Penal (art¨ªculo 183 ter), se ha multiplicado en los ¨²ltimos a?os. En 2018, la Fundaci¨®n Anar, una de las asociaciones espa?olas de referencia en la ayuda a ni?os y adolescentes en riesgo, recibi¨® 161 llamadas de orientaci¨®n especial por casos de grooming, un 419,3% m¨¢s que en 2017. Son datos similares a los que public¨® hace algunos meses la Fiscal¨ªa General del Estado en su Memoria 2018. El Ministerio P¨²blico actu¨® ante 159 casos de grooming, un delito ¡°que en solo un a?o repunt¨® un 62,2%, el triple que los expedientes relacionados con pornograf¨ªa infantil¡±, advierte el documento. Adem¨¢s, y seg¨²n la Agencia de Protecci¨®n de Datos, el 97% de menores entre 14 y 17 a?os posee redes sociales. De ellos, 1 de cada 3 acepta solicitudes de amistad de personas que no conoce.
Hablemos de sexualidad
Los expertos insisten en que el grooming supone, en s¨ª mismo, un abuso sexual porque esta agresi¨®n a trav¨¦s de la Red afecta ¡°al sano despertar sexual¡± de las v¨ªctimas, seg¨²n la psic¨®loga Ana Isabel Saz Mar¨ªn. Sus consecuencias son, adem¨¢s, devastadoras para el menor: ansiedad, depresi¨®n, problemas de sociabilidad, p¨¦rdida de amistades, ca¨ªda del rendimiento acad¨¦mico, sentimientos de culpa¡
Esta especialista con 20 a?os de experiencia explica que la clave para evitar caer en esta pr¨¢ctica delictiva pasa por la prevenci¨®n. Por ejemplo, es bueno establecer unas normas de uso de Internet en casa y unos horarios, no compartir nunca informaci¨®n personal con desconocidos, no contactar ni quedar nunca con personas de las que no tenemos referencias, establecer sistemas de control parental, ense?ar a los menores a utilizar las nuevas tecnolog¨ªas y, sobre todo, hablar con naturalidad del amor y la sexualidad, ya que esto les ayudar¨¢ a diferenciar las relaciones saludables de las que no lo son.
¡°Es importante que se hable con los menores desde edades muy tempranas de la seguridad en la Red y del peligro de los abusos sexuales. Debe hacerse con palabras muy sencillas que los ni?os puedan entender bien como, por ejemplo, sobre los buenos y malos secretos, lo que me hace sentir bien y mal, los acercamientos que son buenos y los que son malos¡±, explica Saz Mar¨ªn, que imparte clases en el Instituto Superior de Estudios Psicol¨®gicos (ISEP).
Un grand¨ªsimo sentimiento de culpa
La comunicaci¨®n en el hogar es, pues, fundamental. Y eso pasa por crear un clima de total confianza con los menores desde peque?os, por establecer di¨¢logos cotidianos. ¡°Debemos estar pendientes de los hijos, alertarnos ante cambios desadaptativos, pasar tiempo con ellos, hacer que se sientan queridos¡±, coincide la psic¨®loga Paula Ca?eque.
Cuando las apariencias enga?an
?Pueden unas cuantas preguntas de tanteo por WhatsApp ser suficientes para decidir la pareja id¨®nea entre decenas de candidatos? Que el n¨²mero de delitos sexuales por Internet a menores se haya multiplicado por cuatro en los ¨²ltimos cinco a?os demuestra que no.
En su opini¨®n, el mejor control es la confianza que los padres y la familia deben establecer con los menores. ¡°Tenemos que hablar de todo con ellos, interesarnos por su vida, observar sus conductas, su estado de ¨¢nimo. Y todo ello desde el amor, sin presentarnos como si estuvi¨¦ramos haciendo un interrogatorio porque, al final, si hemos sembrado las semillas oportunas, ellos mismos se abrir¨¢n con m¨¢s facilidad¡±, prosigue esta experta.
El problema es que, en el caso del grooming, las v¨ªctimas no suelen informar a los adultos de su entorno. Son reacias a dar cualquier tipo de informaci¨®n, est¨¢n llenas de temores y miedos y desarrollan un fort¨ªsimo sentimiento de culpa. Los menores piensan que son ellos los responsables del abuso. Por eso es imprescindible estar muy atentos en casa ante cualquier cambio importante en el comportamiento del menor. ¡°Pueden ser cambios en sus h¨¢bitos cotidianos, sus relaciones con sus compa?eros, si presentan s¨ªntomas f¨ªsicos y psicosom¨¢ticos (dolores de cabeza, n¨¢useas, mareos), miedo a salir de casa, explosiones de ira o rabia, excesivas reservas en la comunicaci¨®n¡¡±, enumera Ca?eque.
Charlas en los colegios
Al igual que la familia, el papel que juega la escuela es fundamental para prevenir y detectar el grooming. Desde hace ya alg¨²n tiempo, en algunos colegios e institutos se imparten charlas espec¨ªficas a los alumnos sobre esta cuesti¨®n. En estas sesiones, adem¨¢s de profesores y divulgadores, tambi¨¦n participan polic¨ªas.
Hay que dejar claro a las v¨ªctimas que son inocentes, que no son culpables de nada
La ca¨ªda del rendimiento acad¨¦mico puede ser una se?al de alerta. El grooming se vuelve el gran secreto del alumno y su vida acaba girando en torno a este drama. ¡°Muchos de estos ni?os van a generar con el tiempo un trastorno de estr¨¦s postraum¨¢tico que les provoca problemas de atenci¨®n, de memoria a corto plazo. Estos menores tienen oculto dentro de sus vidas un tsunami emocional que les consume toda la energ¨ªa¡±, apunta el psic¨®logo y profesor en la Universidad de Alcal¨¢, I?aki Pi?uel.
Por ello es clave introducir cuanto antes el grooming en la agenda social y escolar, en los medios de comunicaci¨®n, para que los ciudadanos sepan que es un peligro real que existe, y que tiene soluci¨®n. ¡°Hay que dejar muy claro a las v¨ªctimas que son inocentes, que no son culpables de nada. Que es algo que le puede pasar a cualquiera y que el que lo hace es un psic¨®pata integrado en la sociedad que debe pagar lo que ha hecho¡±, a?ade Pi?uel.
En estas charlas educativas, los profesores han de hablar con claridad del delito. Porque el problema se puede empezar a atenuar a trav¨¦s de la informaci¨®n en las aulas. ¡°Hay que contar a los chicos que estas pr¨¢cticas ocurren cada vez m¨¢s en la Red. Explicarles en qu¨¦ consiste este enga?o, de tal manera que el alumno se d¨¦ cuenta de que eso que oye es lo que le est¨¢ pasando a ¨¦l y se atreva a dar el paso de contarlo. Tambi¨¦n hay que asesorarlos sobre c¨®mo pedir ayuda¡±, puntualiza este especialista. Y siempre, en ¨²ltima instancia, denunciarlo a la Polic¨ªa.
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