Ocho estudiantes ante el reto de la Selectividad
Arranca la prueba de acceso a la universidad. Los candidatos cuentan por carta su trayectoria, sus agobios y sue?os frente a una cita que marcar¨¢ su futuro
Ocho bachilleres que estos d¨ªas se enfrentan a los temidos ex¨¢menes de Selectividad que marcar¨¢n su futuro personal y laboral han contado por carta a EL PA?S sus angustias y sus sue?os mientras los preparaban. Castilla-La Mancha inaugura este lunes la edici¨®n ordinaria de este reto ahora conocido como Evaluaci¨®n de Acceso a la Universidad (EVAU).
Los autores coinciden en que este test ¡ªaprobado por 9 de cada 10 candidatos y con una nota media de 7,28 el pasado a?o¡ª es decisiva en su trayectoria vital, un punto de inflexi¨®n en su futuro, pero est¨¢ muy lejos de ser justa y representativa de sus capacidades.
Unos 290.000 candidatos se disputar¨¢n plaza en los grados ansiados, entre las convocatorias ordinaria y extraordinaria. Incluy¨® en 2018 a 37.000 adultos que afrontaron las pruebas especiales para no bachilleres de m¨¢s de 25 a?os, m¨¢s de 45 o de 40 a?os con experiencia laboral. Esta cifra de aspirantes va descendiendo desde que comenz¨® a amainar la crisis.
Los autores de las misivas afrontan realidades muy distintas, aunque ante las pruebas no habr¨¢ distinciones.
Berta y Alicia, 17 y 19 a?os | Bellas Artes
Cuando un alumno escoge la rama art¨ªstica lo suele hacer por vocaci¨®n y asume que no es la que m¨¢s prestigio le va a dar, pero s¨ª m¨¢s satisfacci¨®n. Berta, de 17 a?os, y Alicia, de 19, creen que es demasiado pronto para desanimarse. "Estamos cansadas de escuchar que todos los que estudian Artes van a ser pluriempleados si no quieren morir de hambre. Nos da l¨¢stima pensar c¨®mo hemos llegado a este punto", se lamentan. En la imagen, Berta (izquierda) y Alicia (derecha) durante un ejercicio de artes pl¨¢sticas en el instituto ?taca de Alcorc¨®n (Madrid), donde han cursado un bachillerato art¨ªstico.
Hartas de escuchar que moriremos de hambre
Querida EVAU, sentimos ser tan cortantes pero no nos das miedo. No. La verdad es que nos re¨ªmos de ti. Eres un simple examen, un papel, que para lo ¨²nico que sirves es para eliminar a los estudiantes que, seg¨²n t¨², no dan la talla. Tambi¨¦n estamos cansadas de escuchar que todos los que estudian Artes van a tener que ser pluriempleados si no quieren morir de hambre. Nos da l¨¢stima pensar c¨®mo hemos llegado a este punto. Durante siglos los artistas han sido venerados y se les ha considerado un pilar fundamental de la sociedad, ahora si eres artista debes aguantar cientos de burlas y comentarios que desprecian tu trabajo haci¨¦ndote sentir inferior. Estamos cansadas de esta prueba, s¨ª, pero no la tememos, al igual que no tememos al futuro. Como dir¨ªa el gran poeta Antonio Machado, ¡°caminante no hay camino, se hace el camino al andar¡±.
Ana, 19 a?os | Magisterio
Despu¨¦s de un primer trimestre complicado,?Ana, de 19 a?os,?ha podido remontar gracias en parte a la ayuda de su familia. Especialmente su madre, que como muchos padres, ha cursado segundo de bachillerato repasando con su hija. Siguiendo el ejemplo materno, Ana estudiar¨¢ para ser maestra, porque, como dice, ¡°lo llevamos en la sangre¡±. Seg¨²n su agenda escolar, ha tenido m¨¢s de 90 ex¨¢menes este curso, una media de uno cada tres d¨ªas. A esta exigencia se suma el tener que decidir qu¨¦ carrera estudiar, algo que muchos reconocen no tener nada claro porque apenas tienen tiempo para pensar en algo m¨¢s que en aprobar. En la foto, ella y su madre repasan Historia.
Echo en falta educaci¨®n emocional
Segundo de bachillerato ha sido el a?o m¨¢s duro de mi vida. Me ha causado mucho estr¨¦s. Los profesores no paraban de repetir la palabra EVAU, al menos 10 veces al d¨ªa. Sin embargo, echamos en falta una educaci¨®n emocional, porque casi nadie tiene tiempo para orientarnos mejor. Tenemos que tomar una decisi¨®n muy importante casi sin reflexionar. Con un examen cada dos o tres d¨ªas queda poco tiempo para pensar sobre uno mismo. Ha habido mucha frustraci¨®n, porque a veces por mucho que estudies, no llegas a la nota que quieres o incluso suspendes, sabiendo que esa nota era muy importante para tu futuro.
Una de las mejores cosas de este a?o ha sido descubrir la Historia del Arte, que aunque me haya costado sacarla, ha hecho que abra mucho los ojos al arte en todo lo que me rodea. Sin embargo, ha habido cosas muy negativas; el hecho de estar seis horas en clase y despu¨¦s llegar a tu casa agotada y tener que ir a la biblioteca. En 2? te faltan horas en el d¨ªa.? He llegado a hacer m¨¢s de? 90? ex¨¢menes este curso. Nunca me hab¨ªa sentido tan agobiada por una nota, un trozo de papel al fin y al cabo .Examen, palabra maldita. Seguramente cuando est¨¦ en la universidad recordar¨¦ este curso, ya con la distancia de los meses y el descanso del verano, como un a?o clave en mi paso a la vida adulta. Por ahora, que se acabe. Ana.
Luc¨ªa, 18 a?os | Danza
Luc¨ªa es bailarina del Real Conservatorio de Danza Mariemma, donde entr¨® con nueve a?os, aunque empez¨® a bailar a los cinco. Luc¨ªa denuncia que los profesionales del baile no tienen apenas ayudas para compaginar la disciplina casi militar de su preparaci¨®n con los estudios. Ha terminado bachillerato en el ¨²nico instituto madrile?o, el Cervantes, adaptado a su?actividad profesional.? En la foto aparece en el?examen final de danza estilizada en una de las aulas del conservatorio.?¡°A diferencia de muchos, llevamos el peso de una doble responsabilidad teniendo que avanzar en dos formaciones planteadas de manera incompatible", se lamenta la joven.
?Por qu¨¦ se prioriza la competici¨®n frente a la danza?
Bailo seis horas por la ma?ana y estudio cinco y media por la tarde. Despu¨¦s todav¨ªa tengo que abrir los libros con sue?o y agotamiento. Cuesta mucho disfrutar del aprendizaje en estas circunstancias adversas. La presi¨®n de la EVAU condiciona demasiado la ense?anza. Todo est¨¢ enfocado a lograr una buena nota en lugar de aprender en profundidad. Los bailarines, adem¨¢s, lo vivimos bajo las mismas circunstancias que el resto, cuando las condiciones no son las mismas.
En Espa?a la danza est¨¢ muy desvalorizada. Despu¨¦s de 12 a?os bailando s¨®lo obtendr¨¦ un t¨ªtulo de grado medio, cuando hice una formaci¨®n profesional de alto rendimiento. El sistema educativo atribuye un mayor esfuerzo y prioriza el mundo de la competici¨®n frente al del arte, coloc¨¢ndonos en una situaci¨®n injusta. No nos subimos a un p¨®dium, sin embargo luchamos por becas, por poder trabajar en compa?¨ªas donde la competencia es feroz. ?Qu¨¦ hacemos si esta puerta se nos cierra? Es dif¨ªcil entender que a compa?eros futbolistas se les facilite el camino rebaj¨¢ndoles la nota de corte, mientras que a nosotros una formaci¨®n universitaria se nos dificulte tanto. No s¨¦? si acceder¨¦ a una carrera, si llegar¨¦ a ser bioqu¨ªmica o si bailar¨¦ en el Ballet Nacional, pero es gracias a todos esto valores que aporta la danza que he podido aprender y crecer en este camino. Ojal¨¢ se tomara conciencia y fuera algo m¨¢s f¨¢cil. Aunque estoy convencida de que j¨®venes con tanta ilusi¨®n, inter¨¦s y entusiasmo como nosotros siempre saldremos adelante.
Julio, 17 a?os | Biotecnolog¨ªa
Julio, de 17 a?os, vive en Cabrero, un pueblo de unos 300 habitantes en el Valle del Jerte (C¨¢ceres). Le aburren las conversaciones sobre el campo porque dice que all¨ª ¡°no saben hablar de otra cosa¡±. Este a?o Julio es el ¨²nico estudiante de todo el pueblo que se presenta a la Selectividad. Sabe que si quiere estudiar Biotecnolog¨ªa y conocer otras cosas no puede fallar. Su nota media este curso es un 9,3 y su ilusi¨®n sobresaliente. ¡°Veo la universidad como una oportunidad, una manera de tener m¨¢s opciones de las que me esperan aqu¨ª. Supone cambiar de entorno, abrirme al mundo de alguna manera¡±. En la foto, en la antigua escuela de Cabrero.
Puede que decida que lo que me gusta es el campo
Para alguien de un pueblo peque?o estudiar una carrera supone algo que parece que te va a cambiar la vida. La Universidad es mi gran oportunidad. Recuerdo los 20 alumnos entre todos los cursos de la escuela, el ambiente familiar, los d¨ªas en los que a las profesoras se les olvidaba que est¨¢bamos en el recreo jugando. ?ramos tan pocos que no hac¨ªa falta pasar lista. Eso marc¨® mi visi¨®n de la educaci¨®n.
Pensar que a partir de ahora seremos m¨¢s de 100 alumnos por clase, que los profesores no recordar¨¢n mi nombre¡ son cambios que cuestan imaginar. No s¨¦ c¨®mo lo viven los chicos de Madrid o Barcelona que tienen la universidad al lado de su casa. Desde aqu¨ª yo lo siento como un antes y un despu¨¦s, un momento decisivo en el que no puedo fallar. Quedarme otro curso m¨¢s con alguna asignatura pendiente ser¨ªa perder un a?o entero.? S¨¦ que la vida va a dar un giro de 180?. Tendr¨¦ que aprender a ser independiente, crear nuevos c¨ªrculos de amistades, adaptarme a una forma de vida acelerada tan distinta de lo que vivimos aqu¨ª. Ir a la Universidad significa tener m¨¢s opciones y oportunidades de las que me esperan aqu¨ª, aunque puede que al final decida trabajar en el campo, pero al menos habr¨¦ podido decidir qu¨¦ es lo que quiero.
Laura, 19 a?os | Arte
Laura, de 19 a?os, est¨¢ intentando superar la ansiedad que le produce el color naranja, que le parece ¡°muy agresivo¡±. Sufre el s¨ªndrome de Asperger y desde 2013 arrastra una depresi¨®n que ha condicionado su paso por el instituto. El curso 2017-2018 estuvo en casa desde enero con un cuadro cl¨ªnico ansiodepresivo, al borde de ser ingresada y tuvo que repetir. En el arte ha encontrado su refugio y un mundo m¨¢s cooperativo, menos competitivo que en la especialidad de Ciencias en la que empez¨®. En la foto, Laura, en la cafeter¨ªa donde recibi¨® muchas clases extraescolares de algunos profesores del instituto.
El sistema fracasa con los asperger
Que no te diagnostiquen s¨ªndrome de Asperger hasta los 16 a?os es una broma de mal gusto por parte del Universo teniendo en cuenta que es algo con lo que se nace. Por suerte, pronto encontr¨¦ mi terapia en el arte.? Asperger es un trastorno del espectro autista, lo que significa que cada uno tiene sus caracter¨ªsticas aunque todos tenemos unos rasgos comunes. Un profesorado informado sobre mi trastorno es justo lo que me ha faltado durante toda mi vida escolar. El sistema fracasa estrepitosamente. Los profesores no tienen ni idea de qu¨¦ te pasa y no eres m¨¢s que uno de sus ciento y pico alumnos. Falta formaci¨®n, alg¨²n tipo de ayuda, adaptaci¨®n, facilidades. Doy gracias porque he estudiado donde hab¨ªa profesores interesados en aprender y ayudar. Me han incentivado dej¨¢ndome libros especializados en el tema, me han consolado y tranquilizado en los ataques de ansiedad.
El problema no est¨¢ en las personas, sino en el sistema como tal. Porque, mir¨¦moslo con cautela. Tenemos nueve tipos de inteligencia. ?Y qu¨¦ valora la EVAU?, ?que sepas memorizar contenido? Yo prefiero saber hacer m¨²sica, escribir, entender lo que leo, tener orientaci¨®n espacial, empatizar con las dem¨¢s o tener inteligencia emocional. Nos est¨¢n encasillando seg¨²n cu¨¢nto podemos memorizar y vomitar en un examen y no es justo. Al menos el 33% de discapacidad me permite que adapten el examen. Lo que significa 20 minutos m¨¢s disponibles y una sala apartada. Mi madre siempre dice que la vida es una carrera de obst¨¢culos. EVAU, eres la pr¨®xima valla.
Juan, 17 a?os | Ingenier¨ªa Aeroespacial
Juan, de 17 a?os, descubri¨® en Los Simpsons las barras de plutonio con las que comenz¨® su curiosidad por las centrales nucleares, lo que ha sido el eje central de su proyecto final como alumno de bachillerato de excelencia, que permite incrementar hasta un punto su nota final en la EVAU. Pueden matricularse en esta modalidad de varios institutos madrile?os los estudiantes m¨¢s sobresalientes. Son clases reducidas, de unos 15 alumnos, con una atenci¨®n de los profesores m¨¢s individual y clases de refuerzo por las tardes.?¡°Puede que poseamos una capacidad de asimilar los conceptos m¨¢s velozmente que otra gente, pero no seamos m¨¢s inteligentes. Existen muchos tipos de inteligencia que a lo mejor no se corresponden con las asignaturas que se cursan.¡± En la foto, Juan, durante la exposici¨®n de su trabajo sobre F¨ªsica Nuclear y la cat¨¢strofe de Chern¨®bil, en el instituto Prado de Santo Domingo de Madrid.
Existen muchos tipos de inteligencia
Siempre tuve claro que quer¨ªa estudiar una carrera y esforzarme por trabajar en algo que me guste. En ciencias siempre obtuve buenos resultados. Se me ofreci¨® hacer un bachillerato de excelencia. Lo escog¨ª porque era una manera de exigirme? para obtener mejores resultados y acceder a la carrera de mis sue?os.? Puede que los alumnos de este bachillerato poseamos una capacidad de asimilar los conceptos m¨¢s velozmente que otra gente, pero no que seamos m¨¢s inteligentes, ya que existen muchos tipos de inteligencia, que a lo mejor no se corresponden con las asignaturas que se cursan.
Por suerte, a m¨ª no solo me interesa sacar buena nota, sino aprender mientras estudio. De modo que una vez acabado el examen no pierdo aquellos conocimientos que he adquirido anteriormente. Me gustar¨ªa poder acceder a la carrera de Ingenier¨ªa Aeroespacial. Solo espero que la Universidad no frustre la ilusi¨®n que llevo por estudiar esta carrera tan enigm¨¢tica. En mi opini¨®n, el bachillerato es muy duro, s¨ª, pero en cierta medida te gu¨ªa hacia lo que quieras estudiar en un futuro. Haber cursado asignaturas como F¨ªsica o Matem¨¢ticas, que a pesar de ser muy exigentes, me han ayudado a poder definir mi vida acad¨¦mica.
Felipe, 18 a?os | Historia
Felipe, de 18 a?os, quiere estudiar Historia para entender lo que somos en el presente y lo que seremos en el futuro, porque, seg¨²n dice, ¡°la historia no hace m¨¢s que repetirse constantemente¡±. Le gustar¨ªa especializarse en la Guerra Civil, ya que en su opini¨®n ¡°como en todas las guerras, los vencedores escriben la historia y a m¨ª me gustar¨ªa contar las cosas como fueron de verdad, independientemente de vencedores y vencidos¡±. En la foto, Felipe, durante un trayecto en el tren que comunica su pueblo, Azuqueca de Henares (Guadalajara), con Madrid. Para cualquiera de las universidades a las que opta, este es el ¨²nico transporte p¨²blico del que dispone.
Falta formaci¨®n pol¨ªtica en las aulas
Sin los j¨®venes no ser¨¢ posible resolver los problemas de la actual y fragmentada Espa?a, mucho menos si desconocen la mayor parte de las instituciones que regulan y amparan sus derechos y deberes. En las clases muchas veces surgen debates sobre pol¨ªtica, educaci¨®n o problemas sociales, pero a un nivel casi extraescolar, amateur ¡ªcomo quien comenta un partido de f¨²tbol con sus amigos¡ª, porque eso no forma parte de los contenidos que tenemos que estudiar y parece que tampoco de la educaci¨®n que tenemos que recibir. A las fuerzas pol¨ªticas les pedir¨ªa un pacto educativo, con una formaci¨®n c¨ªvica a la altura. De esta manera, todos podremos hacer pol¨ªtica, sin basarnos en la homofobia, el racismo o el machismo, ¨²nicamente as¨ª conseguiremos avanzar.