La batalla del ¡®burkini¡¯ se libra ahora en las piscinas francesas
Activistas de Grenoble desaf¨ªan la prohibici¨®n de usar esta prenda y abren un intenso debate en el pa¨ªs sobre el derecho a cubrirse
Su lucha no comenz¨® en un autob¨²s en el sur segregacionista de Estados Unidos en los a?os cincuenta, sino en las piscinas p¨²blicas de la ciudad francesa de Grenoble en 2019. Pero se hacen llamar las ¡°Rosa Parks musulmanas¡± y han organizado varios actos de ¡°desobediencia civil¡±, lanz¨¢ndose al agua en burkini, para reclamar poder portar este ba?ador integral en las piscinas p¨²blicas. Una acci¨®n que ha vuelto a reabrir el debate sobre esta controvertida prenda y sobre las mujeres que reclaman el derecho de poder cubrirse si quieren por motivos religiosos. Cuesti¨®n esta jam¨¢s solventada en Francia, un pa¨ªs que defiende la laicidad por encima de todo, y de todos a veces. Pero donde, a veces tambi¨¦n, se usa este pilar consagrado en ley desde 1905 para defender posiciones meramente islam¨®fobas.
Fue a finales de mayo cuando un grupo de Alliance Citoyenne, una asociaci¨®n de Grenoble que se define como un ¡°sindicato ciudadano¡± que lucha contra las ¡°injusticias sociales¡±, decidi¨® desafiar las estrictas normas de vestimenta que rigen en las piscinas p¨²blicas de Francia que, bajo argumentos de seguridad e higiene, proh¨ªben cualquier ba?ador, de hombre o mujer, que tenga m¨¢s tela de la estrictamente necesaria. Hasta las bermudas est¨¢n vetadas.
¡°Hay mujeres que desean acceder a un servicio p¨²blico y no pueden y los motivos para ello son totalmente injustos e infundados¡±, dice Lea Galloy, portavoz de Alliance Citoyenne, que tambi¨¦n protest¨® cuando Decathlon dio marcha atr¨¢s ante las cr¨ªticas en su proyecto de vender un hiyab para corredoras en Francia. Recuerda Galloy que el Defensor de los Derechos ¡ªel equivalente al defensor del pueblo espa?ol¡ª inst¨® el a?o pasado a una piscina privada que le hab¨ªa prohibido a una mujer ba?arse en burkini a que ¡°modifique su reglamento interno para que no sea discriminatorio¡±. Y que el Ayuntamiento de Rennes levant¨® el veto al burkini el a?o pasado ¡ªpor ahora es la ¨²nica ciudad que lo ha hecho¡ª, sin que se hayan registrado problemas ni de seguridad, ni de higiene ni altercados sociales.
En Grenoble s¨ª ha habido incidentes. Tras la ¨²ltima ¡°acci¨®n burkini¡± el fin de semana pasado ¡ªeste domingo se limitaron a hablar con la gente a la salida de la piscina¡ª, algunos hombres reclamaron poder ba?arse en bermudas y hubo enfrentamientos a la puerta de los establecimientos. Un grupo creado en las redes sociales propon¨ªa desnudarse ¡°frente a los comandos en burkini¡± para defender el ¡°laicismo sin complejos frente al islamismo¡± que dicen ver tras esta iniciativa. Al final, el alcalde, el ecologista Eric Piolle, cerr¨® las instalaciones dos d¨ªas, en plena ola de calor. Reabrieron el viernes, pero bajo reforzadas medidas de seguridad. Para entonces, el debate ya hab¨ªa llegado a escala nacional.
El primer ministro franc¨¦s, ?douard Philippe, declar¨® que las reglas de los lugares p¨²blicos deben ser respetadas y que ¡°ninguna convicci¨®n religiosa¡± debe servir para provocar un cambio. La ley de 1905 es ¡°un imperativo republicano sobre el cual no se debe vacilar¡± porque si no se respeta, las cosas pueden ¡°derrapar f¨¢cilmente¡±, advirti¨®.
La secretaria de Estado para la Igualdad, Marl¨¨ne Schiappa, record¨® que el reglamento de las piscinas se basa en principios de higiene y seguridad ¡°que se aplican a todo el mundo¡± y que ¡°la religi¨®n no puede servir de exenci¨®n¡±. Adem¨¢s, lament¨® ver en la acci¨®n de las activistas ¡°un mensaje pol¨ªtico¡± que invita a las mujeres a cubrirse el cuerpo y que busca ¡°crear una nueva norma que no es deseable que se cree¡±.
Galloy reconoce que no se esperaban tama?a reacci¨®n. Lo ¨²nico que buscaban, asegura por tel¨¦fono, era que el alcalde, que ¡°es el que puede cambiar las reglas¡±, los recibiera, porque llevan 10 meses intentando discutir el asunto con ¨¦l. Esa v¨ªa parece por ahora cerrada. Piolle ha condenado la ¡°estrategia de choque¡± de las activistas, que ¡°agita in¨²tilmente los miedos y polariza las divisiones¡±, y dice que no tiene intenci¨®n de cambiar las reglas este verano. A la par, ha reclamado al Gobierno central que acabe con ¡°toda forma de ambig¨¹edad¡± sobre este tipo de prendas de ba?o porque ¡°la igualdad de acceso a un servicio p¨²blico es un desaf¨ªo de cohesi¨®n nacional¡± cuya interpretaci¨®n no deber¨ªa estar en manos de los territorios. ¡°Si la piscina es como las escuelas, un oasis sin s¨ªmbolos religiosos, entonces que se haga una ley como para las escuelas¡±, declar¨®.
El Ministerio de Deportes acaba de publicar, junto con el Observatorio de la Laicidad, una gu¨ªa sobre ¡°laicismo y religi¨®n en el deporte¡±. Sobre el burkini, subraya que la prohibici¨®n directa o indirecta de esta prenda ¡°solo puede ser legal sobre bases objetivas como la higiene y o la seguridad¡±, y que estas adem¨¢s deben ser ¡°demostrables, para no provocar una discriminaci¨®n indirecta por motivos religiosos¡±. El problema, una vez m¨¢s, es que deja en manos de los responsables locales discernir esta cuesti¨®n ¡ª¡°hipocres¨ªa de Estado¡±, clama el alcalde de Grenoble¡ª y se limita a proponer ¡°un di¨¢logo individual con la persona para explicarle los motivos objetivos de las restricciones basadas en la higiene¡±. Tampoco responde a la cuesti¨®n de si, realmente, la higiene es hoy en d¨ªa un argumento v¨¢lido ante burkinis hechos con el mismo material que los dem¨¢s ba?adores o, tambi¨¦n, las camisetas de licra que se recomienda cada vez m¨¢s para protegerse del sol. ?Se puede prohibir el burkini y no esta prenda?
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