Las acusadas defienden que la procesi¨®n del co?o insumiso se hizo para ¡°poner a la mujer en el centro el D¨ªa del Trabajo¡±
La Fiscal¨ªa mantiene la multa de 3.000 euros por un delito contra los sentimientos religiosos
Las tres activistas procesadas por participar en la procesi¨®n del co?o insumiso, el 1 de mayo de 2014 en Sevilla, han enmarcado esa performance?¡ªse pase¨® en andas una vagina de pl¨¢stico de dos metros de altura a modo de Virgen¡ª dentro del derecho a la libertad de expresi¨®n para denunciar la precariedad laboral de la mujer. La Fiscal¨ªa, sin embargo, considera que se sobrepas¨® el l¨ªmite y se atac¨® la libertad religiosa, por lo que ha mantenido la petici¨®n de una multa de 3.000 euros por un delito contra los sentimientos religiosos. Cinco a?os despu¨¦s de que se sucedieran los hechos, el juicio ha quedado visto para sentencia.
En la "procesi¨®n de la archicofrad¨ªa del sant¨ªsimo co?o insumiso y santo entierro de los derechos sociolaborales", sus participantes portaron una vagina ornamentada como un palio de la Semana Santa sevillana utilizando ¡°referentes est¨¦ticos¡±, de acuerdo con el escrito de acusaci¨®n del Ministerio P¨²blico, como los capirotes o las mantillas. A lo largo del recorrido, las asistentes leyeron proclamas en las que se tomaban como base oraciones cristianas ¡ªcomo el Credo o el Ave Mar¨ªa¡ª, modificando su contenido con expresiones feministas. Y se gritaron expresiones como: ¡°La Virgen Mar¨ªa tambi¨¦n abortar¨ªa¡±, que realiz¨® una de las acusadas -Olga L.- en el arco de la Bas¨ªlica de La Macarena, o ¡°vamos a quemar la Conferencia Episcopal¡±, que lanz¨® otra de las imputadas, Antonia ?valos, seg¨²n ellas mismas han confirmado y consta en varios v¨ªdeos de la manifestaci¨®n que se difundieron por redes sociales.
Las procesadas han reconocido su presencia en la procesi¨®n, pero han negado haber tenido una intervenci¨®n directa en su organizaci¨®n o haber le¨ªdo el Credo modificado. Todas han enmarcado su participaci¨®n en la marcha ¡ªque no se comunic¨® a la Administraci¨®n¡ª en el contexto pol¨ªtico de la reforma de la ley del aborto impulsada por el ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallard¨®n (PP). ¡°Con mi frase quer¨ªa sintetizar que cualquier mujer que hubiera tenido acceso a informaci¨®n y conocimiento de sus opciones, podr¨ªa haber adoptado la decisi¨®n de abortar. Era una reivindicaci¨®n pol¨ªtica para se?alar que cuando una mujer tiene conocimiento y control, puede evitar vivir en condiciones precarias¡±, ha explicado Olga. L, quien exclam¨®: ¡°La Virgen Mar¨ªa tambi¨¦n abortar¨ªa¡±, una proclama feminista que es habitual escuchar en concentraciones a favor de los derechos de la mujer, como record¨® su abogada.
Roc¨ªo B., otra de las encausadas, ha defendido el uso de la vulva como s¨ªmbolo para denunciar la desigualdad laboral de la mujer. ¡°La vulva no es ofensiva, se nos ha ense?ado a esconderla, para la religi¨®n cat¨®lica es un objeto de pecado, pero es una imagen que tiene que ver con nosotras, que tenemos que defender¡±, ha se?alado.
Frente a la tesis de la acusaci¨®n particular, ejercida por la asociaci¨®n Abogados Cristianos ¨Cque es quien interpuso la primera denuncia y, posteriormente, el recurso contra el archivo de la causa en 2017¡ª, que aprecia un claro inter¨¦s de escarnio a los sentimientos religiosos por parte de las tres activistas, estas han negado que esa fuera su intenci¨®n. "Lo hicimos para llamar la atenci¨®n, dentro de una performance reivindicativa, por unas leyes m¨¢s justas", ha se?alado ?valos. Con la vulva quisimos "poner a las mujeres en el centro el d¨ªa de la protesta en el D¨ªa del Trabajo, visibilizar la desigualdad por el hecho de ser mujeres¡±, ha abundado Roc¨ªo B.
Sus defensas han incidido en esa ausencia de ¨¢nimo de ofender. ¡°No hubo ning¨²n altercado entre los feligreses que estaban en La Macarena y las manifestantes. Lo que prim¨® ese d¨ªa fue el esp¨ªritu de tolerancia de la sociedad de Sevilla, donde lo religioso y lo pagano conviven desde siempre¡±, ha se?alado la letrada de Roc¨ªo B.
Las tres abogadas han coincido en acotar la libertad religiosa a la defensa del derecho a la pr¨¢ctica de las confesiones por los creyentes, y han reivindicado el car¨¢cter pol¨ªtico de la procesi¨®n amparado por la libertad de expresi¨®n. ¡°La intenci¨®n era generar debate pol¨ªtico p¨²blico, posicionar la situaci¨®n de desigualdad laboral de la mujer por el mero hecho de serlo en la esfera p¨²blica¡±, ha se?alado la abogada de Olga. L. ¡°El arte es ¨²til cuando nos encontramos ante crisis pol¨ªticas¡±, ha recalcado su defendida, en alusi¨®n al significado de la performance.
La acusaci¨®n particular, ejercida por la presidenta de la asociaci¨®n Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, ha tratado de desvincular la procesi¨®n del car¨¢cter de reivindicaci¨®n laboral en la que la han enmarcado las acusadas. ¡°Si quer¨ªan defender los derechos sociolaborales ?por qu¨¦ no fueron al Parlamento o al Ministerio de Trabajo?, lo hicieron en el arco de La Macarena. Lo que pretend¨ªan era escarnecer a los cat¨®licos¡±, ha expuesto Castellanos, a cuyas preguntas las tres activistas se han negado a responder. La letrada ha llamado la atenci¨®n sobre el car¨¢cter mariano de Sevilla. Su testigo, y autora de la denuncia que deton¨® el procedimiento judicial, Mar¨ªa Isabel Holgado, ha declarado que pese a las explicaciones de las acusadas, ¡°una vagina con manto, corona es una cofrad¨ªa andaluza, no hay duda de lo que se quiere representar¡±.
Divisi¨®n a las puertas de los juzgados
Las activistas han sido juzgadas cinco a?os despu¨¦s de los hechos. Son las ¨²nicas encausadas, pese a que en la manifestaci¨®n participaron unas 200 personas. Son las tres a las que la polic¨ªa pudo identificar por tener su rostro descubierto y ser conocidas por ejercer alg¨²n otro cargo de responsabilidad en los colectivos feministas sevillanos. Es el caso de ?valos, miembro de la Asociaci¨®n Mujeres Supervivientes de la Violencia de G¨¦nero. ¡°Pase lo que pase, seguiremos saliendo a las calles a acompa?ar a las chicas j¨®venes para luchar por una sociedad mejor y m¨¢s democr¨¢tica, para no ser abusadas¡±, ha dicho emocionada en su alegato final.
La divisi¨®n generada por la procesi¨®n se ha evidenciado a las puertas de los juzgados. All¨ª, antes de que comenzara la vista, coincid¨ªan activistas convocados por la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Andaluc¨ªa (Apdha) y la Asamblea de Apoyo a las Mujeres Imputadas, y simpatizantes de la asociaci¨®n Abogados Cristianos, acompa?ados por la portavoz municipal de Vox en el Ayuntamiento de Sevilla, Cristina Pel¨¢ez. Los gritos de ¡°libertad de expresi¨®n y orgullo de compa?eras¡±, chocaban con las pancartas de ¡°Respeta mi fe¡±. La tensi¨®n aument¨® con la aparici¨®n de la vulva de pl¨¢stico causante de la pol¨¦mica y del juicio. ¡°El co?o insumiso ha salido a la calle cinco a?os despu¨¦s¡±, comentaba con alegr¨ªa una mujer del lado feminista.
Una vez finalizado el juicio solo permanec¨ªa la concentraci¨®n en apoyo a las tres activistas, que fueron recibidas entre aplausos y consignas feministas. ¡°Hemos salido m¨¢s empoderadas¡±, ha se?alado ?balos.
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