¡°Nadie tolera un feminicidio pero s¨ª la violencia verbal, laboral y econ¨®mica¡±
La ministra argentina de Mujeres, G¨¦nero y Diversidad, Elizabeth G¨®mez Alcorta, sostiene como prioridad el combate a la desigualdad y a la falta de autonom¨ªa econ¨®mica entre las mujeres
¡°Volvimos y vamos a ser mujeres¡±, dijo Alberto Fern¨¢ndez en la Plaza de Mayo de Buenos Aires la noche de su toma de posesi¨®n como presidente de Argentina. Al instante corrigi¨® sus palabras y dijo mejores, pero el equ¨ªvoco se ha mantenido vivo en sus primeros meses en el poder, a pesar de que solo el 20% de su Gabinete son mujeres. Influye su respaldo a la agenda feminista, en especial a la legalizaci¨®n del aborto y esta semana fue recibido con el c¨¢ntico ¡°Alberto presidenta¡± en la inauguraci¨®n de Nosotras Movemos el Mundo, un caleidoscopio de actividades culturales vinculadas al 8 de marzo en el que estuvo acompa?ado por la ministra de Mujeres, G¨¦neros y Diversidad Sexual, Elizabeth G¨®mez Alcorta (San Isidro, 1972). Esta abogada feminista, especializada en derechos humanos y pueblos originarios, tiene el desaf¨ªo de poner en marcha la nueva cartera, cuyas prioridades desgrana en entrevista con EL PA?S en la Casa Rosada.
Pregunta. Inaugura Ministerio. ?Cu¨¢les son los problemas m¨¢s urgentes por resolver?
Respuesta. Tenemos dos grandes ejes. Primero, las pol¨ªticas que tienen que ver con la violencia contra la mujer, eso es prioritario. Despu¨¦s tenemos otro eje sobre igualdad y diversidad en el que es clave trabajar en la organizaci¨®n social del cuidado porque estamos convencidas que ah¨ª es donde anida el n¨²cleo de las desigualdades. Y en clave de diversidad, m¨¢s all¨¢ de la protecci¨®n de miembros o miembras LGBTIQ+, donde vemos necesidades m¨¢s acuciantes es en la inclusi¨®n de mujeres trans en el mercado laboral, medicina inclusiva y violencia institucional.
P. Desde Ni Una Menos, hace casi cinco a?os, los feminicidios entraron en la agenda pol¨ªtica y social. ?Por qu¨¦ esos cr¨ªmenes no disminuyen?
R. Cuando uno mira el feminicidio, el travesticidio, el transfeminicidio est¨¢ mirando la punta de un iceberg, que es la violencia extrema, que es la que se ve. Pero para llegar a esa violencia extrema hay una infinidad de formas de violencia que est¨¢n invisibilizadas y que se toleran. Nadie tolera un feminicidio, pero s¨ª la violencia verbal, en el ¨¢mbito laboral, la violencia econ¨®mica, el acoso, micromachismos, comentarios sexistas, violencia medi¨¢tica y simb¨®lica...
P. ?C¨®mo se acaba con esas distintas formas de violencia?
R. Primero, visibiliz¨¢ndolas. Y haciendo una muy fuerte tarea en pol¨ªticas culturales entendiendo que si nosotras seguimos dejando a la mujer en los estereotipos de g¨¦nero lo que generamos es desigualdad y falta de autonom¨ªa econ¨®mica y en las decisiones y esa desigualdad genera un mont¨®n de situaciones de violencia. Ese es un trabajo que no tiene resultados a corto plazo y hay otro que es trabajar sobre los alt¨ªsimos niveles de impunidad. El otro d¨ªa ve¨ªamos que el 80% de las mujeres v¨ªctimas de feminicidio no hab¨ªan hecho denuncias previas al sistema de justicia.
P. ?Por qu¨¦ no denuncian?
R. Hay un d¨¦ficit muy grande en el rol del Estado. En los foros que llevamos adelante por todo el pa¨ªs detectamos que uno de los reclamos que hay es que las mujeres van, denuncian y no sucede nada. Es un mensaje social muy claro para la mujer y tambi¨¦n sobre cu¨¢n tolerado est¨¢ un hecho de violencia y cu¨¢n dif¨ªcil es procesarlo. Cuando una mujer pide ayuda, que es como hay que leer la denuncia, por m¨¢s que el Poder Judicial pueda intervenir no le resuelve el conflicto, porque la mujer no puede salir de una situaci¨®n que est¨¢ vinculada a la falta de autonom¨ªa y por eso hay que pensar en abordajes integrales.
P. Ese abordaje integral requiere un presupuesto importante. ?De d¨®nde va a sacar los fondos necesarios en el contexto actual de crisis econ¨®mica?
R. Estamos en un sistema federal y hay una importante cantidad de dispositivos de abordaje municipales, provinciales y algunos nacionales. Somos conscientes de que estamos en una situaci¨®n de crisis, pero hay una decisi¨®n e inversi¨®n muy clara en la creaci¨®n del Ministerio y de jerarquizar pol¨ªticas y esas pol¨ªticas no se pueden pensar sin transversalidad. Entonces, uno puede mirar el presupuesto del Ministerio o puede mirar todas las tareas comunes con otros.
P. Uno de los ¨¢mbitos con mayores desigualdades son las tareas de cuidado. ?C¨®mo van a trabajar para corregirlas?
R. Por primera vez est¨¢ en la agenda p¨²blica la necesidad de hablar sobre qu¨¦ sucede con todos aquellos trabajos que no son remunerados y que son los que mueven el mundo, por eso el paro internacional es Nosotras Movemos el Mundo. Hay que redistribuir de formas m¨¢s equitativas esas tareas que ahora est¨¢n repartidas de forma tan desequilibrada: seis horas por d¨ªa las mujeres y dos para los varones en promedio, con una cuesti¨®n de clase adem¨¢s, porque cuantos mayores recursos es menor y cuanto menores es mayor. Hay que redistribuir las responsabilidades entre las familias, la comunidad, el sector privado y el Estado, eso es parte de las tareas que estamos llevando adelante.
P. Ese desequilibrio de tareas se dispara con la maternidad. Argentina tiene el permiso por paternidad m¨¢s corto de Am¨¦rica Latina, solo dos d¨ªas. ?Se va a ampliar?
R. El tema de las licencias es uno de los temas para charlar. Hay convenios colectivos que han avanzado, pero no todo lo que nos gustar¨ªa. Es un proceso que est¨¢ en marcha, pero hay otras tareas en paralelo que son tanto o m¨¢s importantes porque hoy en Argentina las mujeres que tienen hijos entre 0 y 3 a?os, el 50% est¨¢ fuera del mercado laboral y para los beb¨¦s de 0 a 2 a?os el Estado hoy provee espacios de cuidados en un 6% el resto, un 94% recae en la familia.
P. Argentina es uno de los pa¨ªses donde m¨¢s se ha extendido el lenguaje inclusivo. ?C¨®mo se ve desde el Ministerio?
R. Creo que el lenguaje inclusivo es una forma de visibilizar lo invisibilizado y nosotras lo vemos como un ejercicio pedag¨®gico que genera incomodidades en las capacitaciones que hacemos para el Ejecutivo nacional. Durante mucho tiempo nosotras nos sentimos incluidas en el plural masculino, pero siempre que no nombramos a alguien y lo metemos dentro de una nominaci¨®n que no es la propia lo que hacemos es invisibilizarla. Pasa as¨ª con las mujeres y con las diversidades.
P. El presidente dijo que iba a presentar un proyecto de ley de interrupci¨®n voluntaria del embarazo. ?Qu¨¦ cambia ahora cuando es el propio presidente quien la impulsa teniendo en cuenta que la ¨²ltima palabra la tiene el Congreso y hace dos a?os vot¨® en contra?
R. Nunca antes sucedi¨® que un presidente enviase ese proyecto y tiene una importancia simb¨®lica que no hay que menospreciar. El saldo del debate de 2018 fue que esa posibilidad de escuchar a 700 personas, con una pluralidad de voces muy enriquecedora, hizo que desde entonces se hable con naturalidad del aborto, que deje de ser un tema clandestino por m¨¢s que el aborto lo siga siendo. Y en el transcurrir de estos dos a?os la demanda se mantuvo muy firme en la calle.
P. ?El rol activo del presidente puede inclinar la balanza a favor del s¨ª?
R. Creo que s¨ª.
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