Como entrar a un quir¨®fano: as¨ª ser¨¢ volver a la peluquer¨ªa
Los salones preparan la apertura con protocolos extremos de higiene
Puede, lector o lectora, so?ar con recuperar el aspecto precovid, versi¨®n cabellera perfecta, y despedirse de una vez de las gre?as y los cuatro dedos de ra¨ªces. Pero sepa que en su ahora a?orada peluquer¨ªa no lo recibir¨¢n con dos besos y el ?Hola! Le disparar¨¢n con un term¨®metro l¨¢ser tras obligarlo a colocar los pies sobre una bandeja de l¨ªquido desinfectante. Su viaje hacia la normalidad est¨¦tica ser¨¢ bastante anormal. Si resultara no tener fiebre ¡ªen caso contrario ser¨¢ puesto de patitas en la calle¡ª le rociar¨¢n las manos con desinfectante y le colocar¨¢n una bata, guantes, calzas y mascarilla. El bolso y el abrigo ir¨¢n a una bolsa de pl¨¢stico cerrada en vez de a un perchero. No habr¨¢ ni rastro de revistas y lo sentar¨¢n a m¨ªnimo metro y medio de otro cliente. Apenas reconocer¨¢ a su peluquero porque llevar¨¢ cubrebocas, visera y la correspondiente bata. Probablemente no habr¨¢ toallas y todo el material que usen ser¨¢ desechable o estar¨¢ convenientemente esterilizado.
Cuando se vaya, seguir¨¢n su rastro con un trapo que desinfecte el sill¨®n donde se ha sentado, el pomo de la puerta y el dat¨¢fono. Si se hace las u?as, mampara de por medio. ?Un masaje facial? Como se descarta la mascarilla, toma de temperatura y cuestionario de salud. Vivir¨¢ una experiencia que no se podr¨¢ calificar de relajante.
Este escenario se desprende del protocolo que la Plataforma de Peluqueros Unidos de Espa?a est¨¢ distribuyendo entre sus socios para preparar la reapertura de las peluquer¨ªas a la espera de las medidas oficiales. ¡°Las citas solo se dar¨¢n por tel¨¦fono o en la calle, fuera del local, los clientes no podr¨¢n entrar a pedir hora¡±, cuenta Tere Medrano, propietaria de Alte Peluqueros, un sal¨®n de tama?o medio en Madrid. ¡°Las peluqueras no podr¨¢n entrar todas a la misma hora ni comer a la vez. Habr¨¢ mamparas entre los lavacabezas y una distancia entre tocadores de dos metros¡±. Noel, ¨²nico peluquero del sal¨®n ConCalma, tambi¨¦n en la capital, lo tiene m¨¢s f¨¢cil: ¡°Nunca hay m¨¢s de una clienta al mismo tiempo¡±.
¡°Todo eso significar¨¢ la mitad de los clientes y por tanto, la mitad de los ingresos¡±, se queja Alejandro Fern¨¢ndez-Luengo, portavoz de la Alianza de Empresarios de Peluquer¨ªa de Espa?a y tambi¨¦n presidente de Marco Aldany. Y habr¨¢ algunas que pueden encontrarse cerradas para siempre: de una encuesta realizada por esta asociaci¨®n profesional se desprende que casi la mitad de las peluquer¨ªas (42%) pueden desaparecer, m¨¢s de 20.000.
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