Preparados, listos, ya

El calentamiento global evapora el Mar Negro y frente a Estambul se abre un profundo valle lleno de trastos, imag¨ªnenlo. Lo cuenta Orhan Pamuk en Cuando las aguas del B¨®sforo se retiren. Aparecen columnas j¨®nicas junto a transatl¨¢nticos, tesoros bizantinos cubiertos de mejillones, esqueletos de popes ortodoxos abrazados a una cruz con una bala de ca?¨®n en el tobillo, Cadillacs de mafiosos turcos, todo en un lodazal ca¨®tico donde empiezan a surgir barriadas de chabolas y cabarets. Todo esto es suyo, no se vayan a confundir, lo he copiado, y si pueden mejor dejen esto y lean a Pamuk. Nosotros, los de aqu¨ª, ya no somos los mismos, y en este lugar donde nos pasa siempre lo peor del mundo, el s¨¢bado vamos a bajar a la calle como a una playa, a buscar conchas bonitas despu¨¦s del temporal o restos de un naufragio, a sentir la arena en los pies y cruzarnos con gente.

Este arranque m¨¢s bien po¨¦tico, si han logrado llegar hasta aqu¨ª, es para darle tono a lo que quiero insinuar: ejem, a ver si nos lo tomamos todos con calma. Lo del s¨¢bado va a ser un poco marciano, nuestros encuentros en la primera fase (aunque estamos en la cero, creo, tendr¨ªa que mirar los apuntes). Cre¨ªamos que lo dif¨ªcil era aguantar encerrados en casa mes y medio, pero va a ser m¨¢s duro aguantarnos unos a otros en la calle. S¨¦ que es dif¨ªcil, pero quiz¨¢ ser¨ªa mejor resistirse a re?ir, aunque sea los primeros d¨ªas, intentar ser indulgente en la charla, criticar en tono afable, sugerir educadamente, reconvenir con amabilidad. Como cuando se junta la familia en Navidad, ya con no pelearnos ser¨¢ un ¨¦xito, y si encima te lo pasas bien es como una pel¨ªcula de Capra.

Tenemos tantas ganas que deber¨ªa salir Fernando Sim¨®n con un meg¨¢fono a la hora se?alada y gritar: preparados, listos, ya. ¡°Todo hay que tenerlo muy hablado para que no se produzca una salida explosiva¡±, dijo este jueves ?balos. Ojal¨¢ veamos lo explosivo como una fiesta de fuegos artificiales, y no el inicio de las hostilidades. Me refiero a nuestro inicio, el de la gente. Porque lo de tener todo hablado, si depende de que hablen los pol¨ªticos, mejor que lo hablemos entre nosotros a partir de ahora.

Lo s¨¦, uno se queda m¨¢s tranquilo buscando un culpable y no digamos encontr¨¢ndolo. Es insoportable que la culpa de todo sea de un virus, un ser invisible, sin cara ni ojos ni mala intenci¨®n. Por suerte hay gente apagando el incendio y podemos tomarla con ellos, o quiz¨¢ esperar a que terminen para exigirles cuentas, y tambi¨¦n con los dem¨¢s. Pero ahora que vamos a salir el ambiente ya empieza a depender m¨¢s de nosotros. Aplaquen al inquisidor y al juez de l¨ªnea que llevamos dentro. No s¨¦, hagamos como que somos brasile?os, o italianos, o de C¨¢diz. Supongo que el inicio del buen tiempo ayudar¨¢. Lo s¨¦, afeitarse va a ser un Vietnam, pero vamos a ponernos guapos y que salga todo bien. Como el lema de Paco Mart¨ªnez Soria para vender jerseys de la marca Cangrejus: ¡°La elegancia ha entrado en la casa¡±. En este caso al rev¨¦s, a ver si sale de nosotros y tambi¨¦n se hace contagiosa, y se ve por las calles, y se mete en el Senado, en el Congreso y en las ejecutivas de los partidos. Que muchos pol¨ªticos vean a la gente real, despu¨¦s de semanas imagin¨¢ndola, y sea, no ya mejor que ellos, al menos igual que los pol¨ªticos sensatos que no nos dejan o¨ªr.

El desgaste hace mella, m¨¢s de lo que pensamos, lo notas en que a todo el mundo, hasta la gente m¨¢s seria, se le escapan a veces cosas raras o dice tonter¨ªas, incluidos estos art¨ªculos. Yo estoy preocupad¨ªsimo por los peluqueros, necesitar¨¢n un equipo de psic¨®logos, porque el lunes por fin abren se les viene encima una masa de expertos en la pandemia que hasta ahora solo pod¨ªa desahogarse en su casa. Habr¨¢ que hacerles descuento en los tapones para los o¨ªdos, quiz¨¢ en un kit con la compra de mascarillas. Van a echar de menos las chapas de f¨²tbol y el tema catal¨¢n. Liga ya no hay, pero menos mal que Torra sigue a lo suyo, esto salvar¨¢ muchas conversaciones, es un gran servicio de Torra a los intereses de Espa?a.

Lo ¨²nico que nos va a salvar, adem¨¢s de la vacuna, es el sentido com¨²n. Somos capaces de grandes cosas si nos lo proponemos, tambi¨¦n de las peores sin propon¨¦rnoslo, pero esa es la clave, poner de nuestra parte. Necesitamos ir al bar, ya queda menos, para que todo deje de ser tan serio y recuperar la fe en los dem¨¢s. Esto saldr¨¢ poco a poco, no es que sean cuatro fases, es que cada d¨ªa es una fase, y cada noche cuenta por dos. No haces planes, vives al d¨ªa. ?El verano? Ni idea. ?Navidades? A saber c¨®mo estaremos. ?2021? Suena tan lejos como la odisea del espacio. Todo lo que no sabemos es enorme, como la materia oscura del universo. As¨ª que agarr¨¦monos a lo que tenemos cerca. Es nuestro d¨ªa explosivo. Volver a la calle nos rejuvenece, como si nos levantaran un castigo. Una amiga record¨® unos versos del italiano Salvatore Quasimodo, para saborear el tiempo que tenemos y confiar en el otro: ¡°Pero es siempre nuestro d¨ªa/ y siempre ese sol que se nos va/ con el hilo de su rayo afectuoso (¡­) Y el hombre que en silencio se avecina/ no esconde un cuchillo entre las manos/ sino una flor de geranio¡±.

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