El aire libre como aliado para una vuelta a las aulas diferente
Epidemi¨®logos y pedagogos proponen un protocolo que busca una educaci¨®n m¨¢s amable usando parques, calles peatonales o patios para impartir clase de manera segura
El desaf¨ªo de encajar a los alumnos en las escuelas en grupos reducidos permitiendo la conciliaci¨®n y la seguridad no es nuevo en la historia de Europa. En los a?os cincuenta, en Dinamarca, tras la Segunda Guerra Mundial, se encontraron con una situaci¨®n similar. Miles de madres viudas deb¨ªan incorporarse a trabajar y dejar a sus hijos en unas escuelas donde no cab¨ªan. Entonces la soluci¨®n la encontraron mirando alrededor. Idearon un sistema de rotaci¨®n en el que cada grupo pasaba algunos d¨ªas en el aula y otros, al aire libre. As¨ª es como surgieron los colegios en la naturaleza modernos en Eu...
El desaf¨ªo de encajar a los alumnos en las escuelas en grupos reducidos permitiendo la conciliaci¨®n y la seguridad no es nuevo en la historia de Europa. En los a?os cincuenta, en Dinamarca, tras la Segunda Guerra Mundial, se encontraron con una situaci¨®n similar. Miles de madres viudas deb¨ªan incorporarse a trabajar y dejar a sus hijos en unas escuelas donde no cab¨ªan. Entonces la soluci¨®n la encontraron mirando alrededor. Idearon un sistema de rotaci¨®n en el que cada grupo pasaba algunos d¨ªas en el aula y otros, al aire libre. As¨ª es como surgieron los colegios en la naturaleza modernos en Europa, hoy en d¨ªa extendidos por todo el mundo.
Inspirada por este modelo, la Asociaci¨®n Nacional de Educaci¨®n en la Naturaleza (EDNA) ha dise?ado un protocolo y una propuesta de adecuaci¨®n de los centros educativos convencionales para adaptarse a la nueva realidad post-covid sin que las familias tengan que renunciar a sus trabajos. Su manifiesto y su propuesta ha logrado en pocos d¨ªas m¨¢s de 3.000 respaldos, entre los que destacan figuras como el pedagogo italiano Francesco Tonucci, el educador ambiental Richard Louve, la organizaci¨®n ecologista Greenpeace, la Asociaci¨®n Espa?ola e Educaci¨®n Ambiental, o la entidad Ecoembes. ¡°El protocolo que hemos dise?ado se basa en tres pilares: lo que la normativa nos obliga respecto a la prevenci¨®n de riesgos laborales, la evidencia cient¨ªfica que demuestra que el virus se transmite menos en el exterior, y el conocimiento de nuestro sector de educaci¨®n en la naturaleza¡±, explica Katia Hueso, bi¨®loga y miembro de EDNA.
Alejadas de la imagen dist¨®pica de ni?os confinados entre l¨ªneas en su patio, proponen convertir a los espacios exteriores y el aire libre en aliados del proceso educativo. Para llevar a cabo su propuesta habr¨ªa que crear ¡°grupos burbuja¡±, de unos 15 alumnos con uno o dos adultos de referencia seg¨²n la edad, lo que convertir¨ªa a todos los docentes del centro en tutores. Deben ser siempre los mismos profesores y los mismos alumnos, que se relacionan con normalidad, pero sin interacci¨®n f¨ªsica con otros grupos. ¡°En caso de contagio, no hace falta cerrar la escuela entera, solo mandar a casa a ese grupo burbuja; en cada grupo no es necesario mantener distancia de seguridad, es como si fueran convivientes¡±, explica Bibiana Marful, miembro de la directiva de la asociaci¨®n EDNA.
Diana Ruano Ortiz es madre de dos ni?os de 5 y 8 a?os que estudian en una escuela de Copenhague, en Dinamarca. All¨ª han aplicado los grupos burbuja de 10 ni?os en los que solo se relacionan con un adulto de referencia. ¡°Es muy tranquilizador, porque permite tener la situaci¨®n muy controlada y cuando tienen que abordar una materia que el tutor no domina, hacen un zoom con el especialista¡±, explica esta espa?ola que lleva tres a?os asentada en Dinamarca. Algo que no distar¨ªa demasiado de lo que han hecho las familias en los ¨²ltimos tres meses, pero con los docentes a cargo.
Los epidemi¨®logos avalan esta propuesta, alertan de los riesgos de los espacios cerrados y resaltan las m¨²ltiples ventajas para la salud y el desarrollo cognitivo que supone el contacto con la naturaleza. Jordi Sunyer, jefe del grupo de infancia y medio ambiente de Instituto de Salud Global de Barcelona, cree que las clases en el exterior y la naturaleza pueden ser clave en la reanudaci¨®n del curso. "La transmisi¨®n del virus disminuye en el exterior, hay hasta 19 veces menos de posibilidades de contagio al aire libre¡±, explica. ¡°La propuesta de los grupos burbuja es excelente, y hay evidencias de sobra que demuestran que los ni?os que pasan m¨¢s tiempo al aire libre tienen mejor desarrollo cognitivo y mejor salud mental¡±. En los casos en los que ha habido una buena evoluci¨®n de la covid a pesar de abrir las aulas, como en Dinamarca, el aire libre ha sido clave en la ecuaci¨®n.
La propuesta combina formaci¨®n en el aula, herramientas digitales y clases en el exterior, convirtiendo el entorno o la ciudad en aliado educativo."En lugar de buscar los espacios dentro del propio edificio o habilitar clases hasta en el cuarto de las escobas, recurramos al patio, al campo, al parque, a la ciudad... El espacio ya existe, solo hay que adecuarlo como han hecho en Holanda o Dinamarca, y esto evitar¨ªa medidas dr¨¢sticas de infraestructura. El aire libre permite adem¨¢s unas oportunidades de aprendizaje a trav¨¦s de la experimentaci¨®n, la exploraci¨®n y la experiencia directa", explica Katia Hueso, una de las pioneras de las escuelas bosque en Espa?a y fundadora de la escuela Saltamontes hace casi una d¨¦cada.
Ser¨ªa necesario dise?ar un programa para que no coincidan con otros grupos, utilizando bibliotecas, museos, zool¨®gicos, parques, calles peatonales, o patios de edificios institucionales. ¡°En lugar de dejarlos en casa viendo v¨ªdeos les llevas a la naturaleza y a la ciudad a ver lo que ocurre en directo y solucionas el problema de la conciliaci¨®n¡±, argumenta Bibiana Marful.
Esta propuesta implica un cambio de paradigma, y remite a experiencias como las de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza de Francisco Giner de los R¨ªos, que ya a principios del siglo XX trabajaba sus materias en el exterior. ¡°Llevamos cinco a?os asesorando a proyectos educativos para educar usando la naturaleza en todas las materias del curr¨ªculo y funciona¡±, explica Katia Hueso.
Ya en pr¨¢ctica
Carolina Palacios es directora de la escuela infantil Pota-Roges, en Cervell¨®, un municipio barcelon¨¦s de 9.000 habitantes. Hace cinco a?os viaj¨® a Escocia para formarse. EDNA tambi¨¦n le ha asesorado para implantar esa perspectiva en la que la escuela sale de los muros del aula. Para ello las familias son un agente clave que se une a sus salidas. Cuentan con el respaldo del Ayuntamiento y salen en grupos muy reducidos con dos adultos por cada cinco ni?os de 0 a 3 a?os. La escuela primaria del pueblo y la asociaci¨®n de familias del instituto les han pedido asesoramiento para convertir el espacio exterior en un agente educador de cara a un retorno a las aulas en septiembre. ¡°Hay muchos espacios en las ciudades por habitar. Pero tambi¨¦n el mercado puede ser un espacio educativo¡±, explica la directora de esta escuela.
La escuela Nenea, en Lugo, ante la incertidumbre de la vuelta al cole de septiembre, ha recibido el doble de solicitudes de lo habitual. Pero en la red de EDNA tambi¨¦n cuentan con escuelas playa en C¨¢diz o en Tenerife. El centro de Katia Hueso, Saltamontes, en Collado Mediano (Madrid), ha ofrecido su asesoramiento gratuito al Ayuntamiento y las escuelas del municipio.
¡°Los recursos est¨¢n, los espacios est¨¢n, hay educadores ambientales, de calle, y trabajadores sociales disponibles que podr¨ªan apoyar, tenemos la red de equipamientos de educaci¨®n ambiental que se quieren sumar, podemos hacer part¨ªcipes a las familias que lo deseen y sabemos que funciona. Solo hace falta voluntad y flexibilidad para introducir esta filosof¨ªa educativa. Si el virus ha venido para quedarse, que al menos saquemos algo positivo de todo esto¡±, dice Katia Hueso. Y concluye Marful: ¡°Los ni?os que no hayan sufrido trauma con el confinamiento, lo van a sufrir con la vuelta a las aulas si lo hacemos con las premisas que nos est¨¢n planteando, antinaturales para cualquier ni?o¡±.
Dar clases en cualquier clima es posible
Para superar las inclemencias climatol¨®gicas, proponen adecuar los exteriores y adaptar los horarios: ¡°No es asumible que una escuela de Sevilla est¨¦ a la una de la tarde en un patio al sol, el exterior es para las horas m¨¢s tempranas, y en zonas sombreadas; en Dinamarca o Noruega han puesto carpas en los patios, y en cuanto el calor aprieta, a museos, acuarios, o incluso iglesias, como han hecho en Holanda. Y en realidad no hay mal tiempo, sino ropa inadecuada¡±, a?ade Marful, responsable del proyecto Nenea, a quien el Ayuntamiento de Lugo ya ha contactado para incorporar a los campamentos municipales de verano estas premisas. Y cuentan sobre todo con la experiencia de las casi 40 escuelas de la red de EDNA en la que hay desde escuelas playa en Tenerife o C¨¢diz, hasta escuelas en bosques lluviosos de Galicia.
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