Mezclar edades, reducir horario y comer en el aula: las f¨®rmulas para que todos los alumnos vuelvan a la escuela

Reorganizar los grupos. Reducir el horario escolar. Contratar nuevos profesores. Reasignar a docentes de especialidades a dar el programa general, al menos durante parte de su jornada. Mezclar alumnos de distintas edades en la misma clase (como sucede en la escuela rural). Aprovechar todos los espacios del centro y pedir a los Ayuntamientos que cedan otros. O mantener el servicio del comedor instaurando que los alumnos coman en sus aulas. Al menos siete comunidades se han lanzado a estudiar las opciones disponibles para que el pr¨®ximo curso todos los alumnos de Infantil y Primaria puedan volver a clase todos los d¨ªas a partir de septiembre, sin utilizar el sistema de docencia online, que se ha demostrado muy poco eficaz para ellos, y respetando el n¨²mero m¨¢ximo de 15 alumnos por aula.

Canarias y Navarra han anunciado que van a hacerlo. Baleares, Catalu?a y Arag¨®n barajan tomar la misma direcci¨®n. Y otras dos comunidades, que de momento declinan hacerlo p¨²blico, est¨¢n realizando el mismo trabajo, que incluye el an¨¢lisis de las condiciones concretas de cada colegio. Algunos territorios quieren ampliarlo a cursos superiores, especialmente de la secundaria obligatoria, pero coinciden en que a partir del instituto los estudiantes tienen un potencial de combinar la docencia presencial y a distancia (yendo, por ejemplo, al centro en d¨ªas o semanas alternas) del que la poblaci¨®n escolar carece en las primeras etapas.

M¨¢s docentes

El punto clave es la reorganizaci¨®n de los grupos. Afinando este punto, creen los responsables educativos, puede reducirse mucho el d¨¦ficit del profesorado. Har¨¢ falta contratar a nuevos docentes, pero seg¨²n un dirigente auton¨®mico en una magnitud muy inferior a la que plante¨® este jueves Comisiones Obreras en su informe sobre las necesidades de inversi¨®n para el curso que viene, que ascend¨ªa a 165.000 en toda Espa?a, lo que implicar¨ªa un aumento del 33% de la plantilla de la red p¨²blica. El c¨¢lculo de CC OO contemplaba una docencia solo presencial el pr¨®ximo curso de todas las etapas educativas de colegios e institutos. Y la mayor¨ªa de las comunidades est¨¢n centradas en que ello se aplique a las dos primeras.

El ejemplo m¨¢s sencillo es el de una escuela p¨²blica de Infantil de una l¨ªnea que tiene un solo grupo de 20 alumnos por cada uno de los tres cursos que forman la etapa. Para atenderlos, lo normal es que haya tres maestras tutoras y una cuarta de apoyo (que va rotando por las aulas en funciones de refuerzo y para actividades concretas). En este caso, bastar¨ªa con crear cuatro grupos de 15 ni?os adjudicando uno de ellos a la profesora de apoyo. Ser¨ªa mejor no perder esa figura, admite un responsable auton¨®mico, pero lo prioritario es que todos los alumnos retomen el contacto diario con el centro, y la reducci¨®n de alumnos por aula (cinco menos) constituye en s¨ª una medida de refuerzo. En otro ejemplo, en el que el n¨²mero de alumnos de cada uno de los tres grupos de infantil fuera de 25 (que es el m¨¢ximo que permite la ley y no es muy frecuente fuera de las grandes ciudades), habr¨ªa que crear cinco grupos de 15 ni?os, y en este caso s¨ª ser¨ªa necesario contratar a un docente para cubrirlos.

Reasignar profesores

La l¨®gica de los ejemplos anteriores es trasladable a Primaria e implica que cuando sea necesario los centros mezclar¨¢n alumnos de distintas edades en la misma aula, lo que permite cuadrar mejor los cupos de 15. Aunque puede parecer chocante, ya hay centros que utilizan este tipo de grupos mixtos como opci¨®n pedag¨®gica, en el que los alumnos se agrupan por ciclos en vez de por cursos y los m¨¢s mayores ayudan a los m¨¢s peque?os. Es, adem¨¢s, un recurso cl¨¢sico de la escuela rural, donde a menudo no hay m¨¢s remedio que juntar a alumnos de diversas edades en la misma aula, con los que el profesor va trabajando y les asigna tareas en funci¨®n de su edad.

Para poder cubrir a todos los grupos, las comunidades estudian tambi¨¦n que los docentes de especialidades (como M¨²sica o Educaci¨®n F¨ªsica), que son, adem¨¢s, maestros generalistas, dediquen al menos parte de su tiempo a dar materias troncales. Es un paso que ser¨¢ rechazado por un sector de los afectados, admiten fuentes auton¨®micas, pero se trata de una medida temporal y justificada por un contexto de emergencia educativa sin precedentes en ocho d¨¦cadas. Es parecido, a?aden, a lo que sucedi¨® en marzo en los hospitales, cuando m¨¦dicos de todas las especialidades fueron asignados a los servicios de neumolog¨ªa para hacer frente a la avalancha de la covid. Entre las posibilidades que barajan las consejer¨ªas figura destinar a Primaria a profesores de Infantil y a la inversa, cuando sus especialidades lo permitan.

Horario compacto

En las mesas de los responsables educativos est¨¢ la opci¨®n de reducir la jornada escolar, haciendo un horario m¨¢s compacto centrado en las materias troncales, lo que permitir¨ªa liberar tiempo de los profesores. El mismo efecto tendr¨ªa, indican, alargar el recreo matutino, de media hora a una hora al d¨ªa (en dos turnos): en clase tiene que haber un docente por grupo; pero en el patio, con ayuda de monitores, un solo profesor puede vigilar a m¨¢s de un grupo.

La distribuci¨®n de los alumnos en clases de 15 requiere espacio. Encontrarlo, se?alan fuentes auton¨®micas, no es dif¨ªcil en entornos rurales y en poblaciones medianas, donde los centros suelen tener una o dos l¨ªneas. El problema es mayor en las ciudades m¨¢s pobladas y en escuelas con muchos alumnos, donde el colegio no dispondr¨¢ de espacios suficientes para albergarlos a todos. En estos casos los departamentos de educaci¨®n han empezado a contactar con los Ayuntamientos para preguntarles qu¨¦ instalaciones (casas de la cultura, bibliotecas...) podr¨ªan ceder por las ma?anas para adaptarlas para dar clases. Las autonom¨ªas tambi¨¦n sopesan utilizar zonas de los institutos para alumnos de ¨²ltimos cursos de primaria.

El trasiego del comedor

Las autoridades educativas buscan igualmente f¨®rmulas para seguir ofreciendo el servicio de comedor en un escenario de falta de espacio (el comedor puede servir para dar clase), precauciones sanitarias (con el trasiego de alumnos el lugar constituye un potencial foco de contagio) y dificultad log¨ªstica (mantener la distancia en las mesas exigir¨ªa establecer muchos m¨¢s turnos que ahora, suponiendo que sigan yendo los mismos). Entre las soluciones que se estudian figura la de que los alumnos coman en sus aulas, como sucede, por ejemplo, en Jap¨®n.

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