R¨ªo de Janeiro transita su reapertura entre aglomeraciones y la amenaza de un colapso sanitario
El Estado carioca reanuda su actividad econ¨®mica a pesar de tener la tasa de letalidad por la covid-19 m¨¢s alta de Brasil
Ciudad de postal, R¨ªo de Janeiro, y el Estado hom¨®nimo viven la pandemia como si ya hubiera pasado. Los vendedores ambulantes regresaron a las calles el 4 de junio. Dos d¨ªas despu¨¦s, se autoriz¨® la apertura de centros comerciales, tiendas, ¨¢reas de ocio y de deporte, bares y restaurantes. Y reabrieron con aglomeraciones en la capital, donde viven 6,7 millones de personas. Al igual que las iglesias. Si no fuese por las mascarillas, las im¨¢genes de la muchedumbre circulando por las calles podr¨ªan confundirse con un d¨ªa cualquiera en la capital tur¨ªstica.
¡°Nuestro Estado tiene la letalidad m¨¢s alta de Brasil, un 10% sobre el total de casos¡±, alerta Ligia Bahia, m¨¦dica especializada en Sanidad P¨²blica de la Universidad Federal de R¨ªo de Janeiro (UFRJ). Para ella, siguiendo este indicador, R¨ªo tendr¨ªa que ser considerado epicentro de la pandemia en Brasil. Bahia clasifica el conjunto de medidas de reapertura como una ¡°actitud irresponsable¡± del alcalde, Marcelo Crivella, y del gobernador, Wilson Witzel. ¡°Les pasar¨¢n factura. Son muertes que podr¨ªan evitarse. Autobuses abarrotados, iglesias y centros comerciales abiertos. En todos esos sitios se respira un aire enrarecido y hay aglomeraciones¡±.
Con 17,2 millones de habitantes, R¨ªo es el segundo Estado con el mayor n¨²mero de casos y muertes del pa¨ªs, solo por detr¨¢s de S?o Paulo. Hasta el domingo, se contaban 7.672 los fallecidos y 79.572 casos confirmados. Otros 1.163 decesos a¨²n est¨¢n investig¨¢ndose. La mayor¨ªa de las muertes se concentra en la capital, que suma 5.043 fallecimientos. Seg¨²n el Consejo Brasile?o de Secretarios de Sanidad (CONASS), el Estado ten¨ªa la mayor tasa de letalidad por casos confirmados en Brasil, un 9,6%, mientras que el promedio nacional rondaba el 5%, considerando los datos del s¨¢bado. La tasa de ocupaci¨®n de camas UCI a¨²n es alta, si bien ya no hay filas para acceder a ellas. En la capital, la tasa de ocupaci¨®n en el sistema de sanidad p¨²blico, el llamado SUS, era del 85% el domingo. En el SUS del Estado, el dato m¨¢s reciente, del 9 de junio, era del 80%. En los hospitales privados del Estado, la tasa era del 75% a comienzos de junio. ¡°Con esa avalancha de gente en la calle, el gran n¨²mero de aglomeraciones en los transportes p¨²blicos y en otros sitios, corremos el riesgo de entrar de nuevo en colapso¡±, afirma Roberto Medronho, m¨¦dico epidemi¨®logo y coordinador del Grupo de Trabajo Multidisciplinar para el Enfrentamiento a la covid-19 de la UFRJ.
Medronho ve ¡°inadecuada¡± la reapertura y se atiene a la tasa de contagio, principal baremo para las pol¨ªticas de reapertura en los pa¨ªses afectados por la pandemia. La tasa a¨²n es elevada tanto en la ciudad como en el Estado de R¨ªo. ¡°Esta tasa a¨²n est¨¢ muy por encima de 1: est¨¢ en 1,9, 1,8, muy cerca de 2. Lo ideal es que est¨¦ por debajo de 1. Muchos pa¨ªses europeos tomaron la decisi¨®n de no abrir hasta que la tasa de contagio no bajara de 1¡±, argumenta. Una tasa de 1 significa que un individuo infecta a un individuo, que infecta a uno m¨¢s. Cuando la tasa es 2, un individuo infecta a dos, que infectan a cuatro, despu¨¦s a ocho y a 16, y as¨ª sucesivamente, de forma exponencial.
Seg¨²n Medronho, la tasa de contagio viene descendiendo a lo largo del tiempo y las medidas de aislamiento social han sido fundamentales para reducir el n¨²mero de casos, todav¨ªa elevado. ¡°No era el momento de abrir. Habr¨ªa que esperar a que la cifra de casos y de fallecidos cayera consistentemente y con una tasa de contagio por debajo de 1¡±, asegura. El epidemi¨®logo considera que R¨ªo todav¨ªa padece la falta de aplicaci¨®n de test y la transparencia en los datos. ¡°Temo que la enfermedad vuelva a recrudecer. Sin un control asiduo de este proceso, tendremos un repunte de una oleada que ni siquiera ha acabado. No habr¨¢ rebrote porque el brote a¨²n no ha terminado¡±. Medronho prev¨¦ que el aumento de casos se producir¨¢ dentro de unos 10 d¨ªas porque la flexibilizaci¨®n de las medidas de aislamiento ya ocurr¨ªa antes de que se autorizara la vuelta del comercio.
¡°No hay un plan consistente basado en la ciencia, y el alcalde ha decretado las medidas de relajaci¨®n. En seguida, decreta el permiso para los vendedores callejeros y decide reabrir los centros comerciales antes de lo planificado, a causa de San Valent¨ªn [en Brasil se celebra el 12 de junio], que tendr¨ªa que ser dentro de 15 d¨ªas. Son signos de que las autoridades est¨¢n completamente perdidas¡±, dice Medronho. El epidemi¨®logo considera que las autoridades est¨¢n dici¨¦ndole a la poblaci¨®n que ya hay ¡°barra libre¡± para que cada cual haga lo que desee. ¡°Como el Estado nos ha abandonado a nuestra propia suerte, reabriendo de una forma no criteriosa y en un momento inadecuado, sin un plan claro en el caso de que la cifra de casos aumente y sin transparencia total con los datos, propongo que el Gobierno decrete oficialmente que cada uno haga lo que le venga en gana¡±.
Para Ligia Bahia, la reapertura se ha debido m¨¢s a presiones pol¨ªticas que a evidencias cient¨ªficas. Subraya que la pandemia en Brasil y en R¨ªo se conjuga todo el tiempo con la crisis pol¨ªtica, especialmente con la reciente apertura del proceso de destituci¨®n del gobernador Witzel.
¡°Es una pororoca maldita, un encuentro de aguas turbulentas, tanto de la crisis sanitaria como de la pol¨ªtica. Witzel, que estaba intentando tener unas actitudes m¨¢s racionales, seguramente ya no las tendr¨¢. Y Crivella, que durante mucho tiempo no se moj¨® y luego adopt¨® algunas medidas de aislamiento, tambi¨¦n est¨¢ llevando a cabo una reapertura con criterios pol¨ªticos e ideol¨®gicos, con la apertura de las iglesias. Ha puesto hasta un tom¨®grafo en una iglesia. Faltan tom¨®grafos en los hospitales; es un equipo hospitalario, no eclesi¨¢stico. Un tom¨®grafo en una iglesia es como poner una campana en lo alto de un hospital. Es una inversi¨®n total¡±, sosntiene Bahia. Tras una batalla judicial, el ayuntamiento obtuvo permiso para instalar un tom¨®grafo dentro de un templo de la Iglesia Universal del Reino de Dios en la favela Rocinha, la m¨¢s grande de Am¨¦rica Latina. El alcalde Crivella es obispo de esta denominaci¨®n neopentecostal.
Otro problema con el probable repunte de casos y hospitalizaciones por covid-19 es la falta de asistencia a pacientes con otras enfermedades. Una anestesista que trabaja en primera l¨ªnea en el tratamiento de la covid-19 en varios hospitales tanto del sistema p¨²blico como del privado de R¨ªo advierte de que las personas que padecen enfermedades cardiol¨®gicas y oncol¨®gicas son las m¨¢s afectadas.
¡°Durante el periodo en el que las UCI estaban llenas, las dos ¨²ltimas semanas de abril y la primera semana de mayo, todo lo dem¨¢s se detuvo, como las cirug¨ªas electivas. La gente ten¨ªa infartos y se estaba muriendo en casa por miedo de ir al hospital y contagiarse. El tratamiento del c¨¢ncer no puede parar y hay nuevos pacientes. Las intervenciones oncol¨®gicas han descendido porque hay una serie de protocolos. Al paciente que se le va a operar de c¨¢ncer se le ingresa la v¨ªspera de la intervenci¨®n y se le hacen las pruebas de covid-19. Si da positivo, la cirug¨ªa se suspende. Un estudio demuestra que la mortalidad de los pacientes con covid-19 durante el postoperatorio es m¨¢s alta porque son inmunosuprimidos¡±, relata la m¨¦dica.
La atenci¨®n a los dem¨¢s pacientes tambi¨¦n se ha visto perjudicada por la falta de medicaciones anest¨¦sicas debido a su uso en pacientes graves de covid-19. ¡°Las cirug¨ªas se suspendieron por falta de medicaciones anest¨¦sicas; es un problema relatado por varios compa?eros en diversos hospitales del sistema p¨²blico y privado¡±.
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