La cuarentena en Buenos Aires se ensa?a con las mujeres

Mar¨ªa Luz Gim¨¦nez limpiaba en cuatro casas antes de que la pandemia de la covid-19 alterase las vidas de toda la sociedad argentina. Sus empleadoras le dijeron que la llamar¨ªan cuando ¡°todo pase¡±, pero hace m¨¢s de 100 d¨ªas que Buenos Aires est¨¢ en cuarentena y Gim¨¦nez no puede concurrir a su trabajo. Al quedar fuera de la categor¨ªa de trabajadores esenciales, esta mujer de 37 a?os, con tres hijos a cargo, no est¨¢ autorizada a subirse al tren y viajar desde La Matanza, en el extrarradi...

Mar¨ªa Luz Gim¨¦nez limpiaba en cuatro casas antes de que la pandemia de la covid-19 alterase las vidas de toda la sociedad argentina. Sus empleadoras le dijeron que la llamar¨ªan cuando ¡°todo pase¡±, pero hace m¨¢s de 100 d¨ªas que Buenos Aires est¨¢ en cuarentena y Gim¨¦nez no puede concurrir a su trabajo. Al quedar fuera de la categor¨ªa de trabajadores esenciales, esta mujer de 37 a?os, con tres hijos a cargo, no est¨¢ autorizada a subirse al tren y viajar desde La Matanza, en el extrarradio bonaerense, hasta la capital argentina. Como ninguno de los empleos era formal, solo recibe ingresos por uno de ellos. Ella y su familia sobreviven ahora gracias a las ayudas estatales, el intercambio de favores con vecinas y los comedores gratuitos. Estos han visto multiplicarse la concurrencia en los ¨²ltimos tres meses: aunque Argentina es una de las potencias mundiales en la producci¨®n de alimentos, uno de cada cuatro habitantes requiere asistencia alimentaria.

La Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT) estima que se perder¨¢n al menos 860.000 empleos en el pa¨ªs sudamericano por el par¨®n econ¨®mico derivado de la pandemia y advierte de que las mujeres se llevan la peor parte. Esto ¨²ltimo se debe a que son mayor¨ªa en ¡°algunos de los sectores econ¨®micos m¨¢s afectados por la crisis, tales como la hosteler¨ªa, la restauraci¨®n, el comercio y la industria manufacturera¡±, se?ala el organismo internacional en su ¨²ltimo informe. ¡°Tambi¨¦n predominan en los sectores del trabajo dom¨¦stico, la asistencia sanitaria y los servicios sociales, donde corren mayores riesgos de perder su ingreso, de infecci¨®n y de transmisi¨®n, y es menos probable que tengan protecci¨®n social¡±, agrega.

En Argentina, el empleo dom¨¦stico ocupa a casi dos millones de personas ¡ª650.000 est¨¢n registradas y alrededor de 1,3 millones trabaja en la informalidad¡ª, seg¨²n datos de la Uni¨®n personal auxiliar de casas particulares (UPACP). A finales de marzo, despu¨¦s de que el presidente argentino, Alberto Fern¨¢ndez, decretase la cuarentena, este sindicato recibi¨® cerca de mil consultas diarias y ampliaron hasta 40 abogados su equipo de legales, cuenta Carmen Britez, referente de UPACP. ¡°Tenemos muchas denuncias porque hay muchos abusos. Una empleadora intim¨® a su trabajadora a hacer teletrabajo desde su casa, quer¨ªa que le hiciese el lavado y el planchado all¨¢ sin saber las posibilidades de esa trabajadora, que tiene muy bajos recursos y vive en unas condiciones muy distintas a las suyas¡±, se?ala Britez.

¡°El 90% de los trabajadores del servicio dom¨¦stico son mujeres, pero a su vez la mayor¨ªa est¨¢ compuesta por jefas de familia¡±, contin¨²a Britez. Las mujeres est¨¢n a cargo del 84% de los hogares monoparentales en Argentina, seg¨²n la Encuesta nacional sobre la estructura social (ENES). ¡°Hasta este momento, el trabajo dom¨¦stico era uno de los principales recursos cuando una trabajadora era despedida porque se consigue r¨¢pido. Pero ahora la mayor¨ªa no pueden concurrir a su lugar de trabajo o, en algunos casos, las obligan a quedarse a dormir y llevan meses sin ver a sus familias¡±, concluye. Algunos abusos han saltado a los medios de comunicaci¨®n, como el de unos empleadores que trasladaron a una trabajadora dom¨¦stica en el ba¨²l de su autom¨®vil.

En casa, la situaci¨®n ha empeorado tambi¨¦n para muchas mujeres. Hay madres que agradecen la posibilidad de teletrabajar y pasar m¨¢s tiempo con sus hijos, que no van a la escuela, pero otras lamentan que el desigual reparto de las tareas en el hogar ¡ªya era el doble para ellas antes de la pandemia¡ª se ha profundizado. Muchas se declaran exhaustas. ¡°En contextos de pandemia, los cuerpos de las mujeres est¨¢n sobreexigidos y sobreexpuestos a tareas de cuidado y a trabajos m¨²ltiples, permanentes y simult¨¢neos¡±, se?ala Paola Bonavitta, investigadora del Conicet y una de las realizadoras de la encuesta de la Universidad Nacional de C¨®rdoba que muestra la sobrecarga laboral femenina en los ¨²ltimos tres meses. Entre las nuevas tareas que asumen destaca la ense?anza en el hogar de aquellos menores que necesitan ayuda para cumplir con las actividades de la escuela virtual.

Las 24 horas de convivencia diaria han agravado los casos de violencia de g¨¦nero e infantil. En los primeros 100 d¨ªas de cuarentena se cometieron 77 feminicidios, uno cada 31 horas, seg¨²n datos de la ONG Casa del Encuentro, pionera en la difusi¨®n de estas cifras. Los pedidos de auxilio no cesan. ¡°En lo que va de cuarentena hubo un aumento de casi 40% de las llamadas [a los n¨²meros habilitados para denunciar violencia de g¨¦nero]¡±, afirm¨® la titular de ONU Mujeres en Argentina, Florence Raes, durante una conferencia de prensa virtual del organismo internacional. Solo en Buenos Aires, ha habido casi 20.000 llamadas a la l¨ªnea 144 durante el aislamiento. Raes se mostr¨® preocupada por la suerte de migrantes y refugiadas, que en su mayor¨ªa desconocen o no tienen acceso a ese servicio telef¨®nico. L representante de Naciones Unidas teme tambi¨¦n que la situaci¨®n vulnerable de muchas mujeres provoque un crecimiento de las redes de trata una vez se reabran las fronteras.

Raes detall¨® que han detectado adem¨¢s ¡°un descenso del acceso a la salud sexual reproductiva en mujeres y adolescentes porque se prioriza la covid-19¡± y anticip¨® que se registrar¨¢ un aumento de los embarazos no planificados de menores de edad, que en Argentina son siete de cada 10. Las restricciones de circulaci¨®n por el coronavirus en Buenos Aires y su ¨¢rea metropolitana, donde viven cerca de 16 millones de personas y se concentran casi el 90% de los casos positivos, dificulta el acceso a otros datos. Aun as¨ª, hay consenso en que la pandemia ha disparado las desigualdades y ha agrandado la brecha entre g¨¦neros.

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