Miguel Sebasti¨¢n: ¡°Fernando Sim¨®n deber¨ªa pedir perd¨®n¡±
El profesor de Econom¨ªa y exministro de Industria con Zapatero previ¨® el impacto del coronavirus y ejerce de augur cr¨ªtico sobre su control y evoluci¨®n en televisi¨®n y en Twitter
Est¨¢ teletrabajando desde su casa de verano en Almer¨ªa, despu¨¦s de estar confinado en Madrid mucho m¨¢s all¨¢ de la fase 0. La compr¨® en los ochenta, ¡°antes¡± de que la zona se pusiera de moda entre la aristocracia del Gobierno socialista de Zapatero, del que ¨¦l mismo formar¨ªa parte despu¨¦s como ministro de Industria y Turismo. Desde all¨ª, actualiza su Twitter y entra en el programa Al rojo vivo de La Sexta, p¨²lpitos desde los que ha ejercido a diario un autoasignado papel de Pepito Grillo del peligro del virus entre la poblaci¨®n y sus propios correligionarios pol¨ªticos desde antes incluso del inicio de la crisis. Las ¨²ltimas cifras de contagio y rebrotes le tienen ¡°preocupad¨ªsimo¡±. ¡°Estamos siendo pasivos y hay que ser proactivos. Hay que ir a por el virus, buscarlo, no convivir con ¨¦l¡±, insiste. Le encantar¨ªa errar en sus pron¨®sticos.
Mi hija adolescente le llama ¡°el hombre del virus¡±, como si fuera el ¡°hombre del saco¡±. ?C¨®mo lleva ser cenizo?
Bueno, me ha tocado ese papel y no me importa, alguien lo tiene que hacer. Con buen rollo no se acaba con el virus. Quiz¨¢s el mensaje m¨¢s cenizo ha sido con la desescalada, cuando he dicho que no se estaba haciendo bien porque no segu¨ªamos el modelo chino, que son los que saben. Aqu¨ª al principio fueron muy lentos para reaccionar por la presi¨®n para no confinar, y en la desescalada han sido muy r¨¢pidos por la presi¨®n para desconfinar.
?Se ha llegado a obsesionar con el virus?
He llegado a so?ar con esto, porque algunos d¨ªas me he acostado jodido. ?Sabes lo que m¨¢s me jod¨ªa? Cuando dec¨ªan: ¡°?qu¨¦ hace un economista hablando de pandemias? Epidemi¨®logo, ded¨ªcate a lo tuyo¡±. De econom¨ªa habla todo el mundo sin ser economista porque les interesa, les preocupa y les afecta. Entonces, ?por qu¨¦ un economista no puede hablar de epidemias? Cuando adem¨¢s creo que es un fen¨®meno matem¨¢tico y estad¨ªstico que tiene un gran impacto sobre la econom¨ªa.
?Le han llamado cu?ao?
S¨ª. Esto me ha costado muchos disgustos y discusiones dur¨ªsimas con amigos muy queridos, y casi pierdo la amistad con ellos.
Se supone que tambi¨¦n habr¨ªa matem¨¢ticos entre los asesores del Gobierno.
No. He consultado si hab¨ªa alg¨²n matem¨¢tico o alg¨²n estad¨ªstico en el equipo y no hab¨ªa.
?Un matem¨¢tico lo hubiera visto claro desde el principio?
Por supuesto, bastaba con un estudiante de tercero o cuarto. Yo tampoco soy un experto. Pero ya en febrero, a los alumnos a los que ense?aba crecimientos exponenciales y tasas de crecimiento les pon¨ªa ejercicios sobre el coronavirus. Los chinos y coreanos ya ven¨ªan a clase con mascarilla, por cierto. Claro que no es tan sencillo, porque tienes que tomar medidas dr¨¢sticas que afectan a la econom¨ªa y la presi¨®n es dur¨ªsima. Pero el Gobierno lleg¨® tarde.
Estamos hablando de un Gobierno de su simpat¨ªa pol¨ªtica. ?C¨®mo lo lleva?
Es que yo no hac¨ªa ni hago esto en contra del Gobierno socialista, al rev¨¦s, lo hac¨ªa para ayudarle, porque me daba much¨ªsima rabia que tuviera la mala suerte de que le estallara otra vez una crisis que ven¨ªa de fuera y le afectara en su reputaci¨®n. S¨ª, me hubiera gustado que, al principio sobre todo, lo hubiera hecho mejor, pero creo que el Gobierno se fi¨® de un grupo de personas que se equivoc¨®. Y la gran diferencia es que el Gobierno ha pedido perd¨®n y los que se equivocaron no. Eso me duele.
?Habla de Fernando Sim¨®n?
S¨ª. Fernando Sim¨®n como elemento visible de todo ese grupo. Creo que ¨¦l deber¨ªa pedir perd¨®n.
FEN?MENO VIRAL
Al economista Miguel Sebasti¨¢n (Madrid, 63 a?os), le ¡°fascinan¡± las epidemias. Su abuelo muri¨® de la gripe de 1918 y su madre de Sida, por una transfusi¨®n contaminada, en 1987. El exministro socialista predijo la r¨¢pida y explosiva propagaci¨®n del coronavirus virus en Espa?a y aconsej¨® el confinamiento mucho antes del Estado de alarma. Sigue muy preocupado: ¡±ojal¨¢ yerre¡±.
?Qu¨¦ mascarilla lleva? ?La quir¨²rgica, la FFP2, la de v¨¢lvula?
Llevo la quir¨²rgica, esa que dec¨ªan que no val¨ªa de nada. Y luego tengo guardada como un vino gran reserva la FFP2 de la Comunidad de Madrid.
?Por fetichismo?
Bueno, por si alg¨²n d¨ªa tengo que ir por narices a un sitio m¨¢s congestionado, entonces me la pondr¨¦. Me dio mucha rabia que dijeran que la mascarilla no serv¨ªa de nada simplemente porque no hab¨ªa. Es de las cosas que peor he vivido. Se tendr¨ªa que haber dicho la verdad: las mascarillas son fundamentales. Si no hay, no hay, y se dice, como cuando no hab¨ªa petr¨®leo: no hay mascarillas, se?ores lo sentimos mucho, por eso tenemos que quedarnos en casa con m¨¢s motivo.
?No tiene ninguna personalizada? ?No le han regalado ninguna?
No. Lo que me mandan los amigos son memes caracterizado de chino.
?Le hacen gracia?
Bueno, lo que ha quedado claro es la soberbia occidental. A los chinos tenemos que escucharles y aprender de ellos y no esta soberbia de ¡°esto a nosotros no nos puede pasar¡±, ¡°esto es cosa de los chinos, que ya sabes lo que comen¡±. Como si nosotros no comi¨¦ramos guarrer¨ªas: sesos, criadillas, lengua, oreja, sangre. Lamentablemente, los chinos nos han dado una muy buena lecci¨®n con esto y nos van a dar m¨¢s con las nuevas tecnolog¨ªas, con la inteligencia artificial, nos van a dar hasta en el carn¨¦ de identidad.
?Tiene mono de pol¨ªtica?
No. Es que a m¨ª nunca me ha gustado la pol¨ªtica. Zapatero bromeaba diciendo que yo hab¨ªa entrado en pol¨ªtica, pero la pol¨ªtica no hab¨ªa entrado en m¨ª. Claro que yo le contestaba que ¨¦l hab¨ªa entrado en la econom¨ªa, pero la econom¨ªa no hab¨ªa entrado en ¨¦l.
?Sufri¨® muchas pu?aladas en aquella etapa?
Claro, de todas partes. Me dol¨ªan mucho las de mis compa?eros, son las que m¨¢s duelen. Las del PP y las de la oposici¨®n incluso me divert¨ªan.
?Se olvidan o se guardan?
Bueno, algunas se olvidan y de otras me r¨ªo. Los compa?eros me pusieron un mote: Miguel del Ibex. Era una cabronada, porque se corri¨® la voz de que yo estaba al servicio de las grandes empresas. Pues bien, algunas de esas personas est¨¢n hoy trabajando al servicio del Ibex y yo estoy dando clases en la universidad. Es bastante gracioso, ?no?
?No tuvo usted acceso a ninguna puerta giratoria?
Como solo tuve una oferta de puerta giratoria y la rechac¨¦, se acabaron las ofertas. Se corre la voz de que ¡°este rechaza¡± y al final pues ya ni me llamaban.
O sea que a las puertas giratorias se entra llamando al timbre.
Hay puertas giratorias cuando uno quiere que las haya, cuando est¨¢ dispuesto a pasar por ellas. De todas formas, hay algo de injusticia en todo eso. Un pol¨ªtico podr¨ªa trabajar en otro sector con el que nunca ha tenido ninguna relaci¨®n para aportar algo, y deber¨ªa haber una regulaci¨®n un poco m¨¢s clara sobre el tema.
Hablando de puertas, ?no le tent¨® nunca abrir la del armario?
?Qu¨¦ armario? Yo nunca he estado dentro de ning¨²n armario.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- As¨ª evoluciona la curva del coronavirus en Espa?a y en cada autonom¨ªa
- Buscador: La nueva normalidad por municipios
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Gu¨ªa de actuaci¨®n ante la enfermedad
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.