Muere Ken Robinson, el pedagogo que trat¨® de volver m¨¢s creativo un sistema escolar obsoleto
El experto y asesor de distintos Gobiernos defend¨ªa un modelo que no se limitase al mero conocimiento acad¨¦mico
La escuela ¡°mata la creatividad¡±, sentenci¨® Ken Robinson en 2006 en una charla TED que acumula m¨¢s de 66 millones de reproducciones. Aquella conferencia, que hizo famoso a quien entonces ya era un influyente pedagogo brit¨¢nico y asesor de una decena de Gobiernos, ha vuelto a la luz en las redes sociales a ra¨ªz de su muerte el viernes en Los ?ngeles a los 70 a?os por un c¨¢ncer. Solicitado conferen...
La escuela ¡°mata la creatividad¡±, sentenci¨® Ken Robinson en 2006 en una charla TED que acumula m¨¢s de 66 millones de reproducciones. Aquella conferencia, que hizo famoso a quien entonces ya era un influyente pedagogo brit¨¢nico y asesor de una decena de Gobiernos, ha vuelto a la luz en las redes sociales a ra¨ªz de su muerte el viernes en Los ?ngeles a los 70 a?os por un c¨¢ncer. Solicitado conferenciante y autor superventas, convirti¨® en una obsesi¨®n la defensa de una reforma radical de un sistema educativo que, a su entender, coarta la creatividad de los estudiantes con una visi¨®n muy limitada de lo que es la inteligencia.
Robinson llevaba con orgullo el t¨ªtulo de caballero que Isabel II le concedi¨® en 2003 por su trabajo en el fomento de las artes, cuyas disciplinas consideraba ninguneadas en los colegios frente a asignaturas catalogadas por otros expertos como m¨¢s ¡°¨²tiles¡±, como las matem¨¢ticas o las lenguas. Su defensa de un entorno escolar que potencie la creatividad, en lugar de reducirse al simple conocimiento acad¨¦mico y, sobre todo, al ¨¦xito en los ex¨¢menes, fue caricaturizada por los m¨¢s ortodoxos, pero tambi¨¦n le procur¨® toda una legi¨®n de seguidores.
Nacido en Liverpool en 1950, vivi¨® sus ¨²ltimos a?os a caballo entre Londres y su domicilio en Los ?ngeles. Deja mujer, dos hijos y una nieta.
Los m¨²ltiples homenajes a su figura que se suceden en las redes sociales desde su fallecimiento destacan un esp¨ªritu pionero que se forj¨® en sus a?os en la universidad, donde realiz¨® estudios de lengua inglesa y teatro antes de doctorarse con una tesis sobre la importancia de la ense?anza del arte dram¨¢tico en la educaci¨®n secundaria. En aquel proyecto est¨¢ la g¨¦nesis del n¨²cleo de su trabajo posterior: la reivindicaci¨®n del teatro, la danza, la m¨²sica o la pintura para alentar a los ni?os a descubrir su talento en un sistema educativo que se despoje de unos cors¨¦s tan estrictos. Unos cors¨¦s de los que opinaba que funcionan seg¨²n el antiguo sistema de producci¨®n industrial, que brinda la misma ense?anza a todos los alumnos sin tener en cuenta las diferentes necesidades de aprendizaje.
A lo largo de 12 a?os ejerci¨® como profesor de educaci¨®n de las artes en la Universidad de Warwick (al norte de Londres). Sus propuestas de cambio acabaron seduciendo al Gobierno laborista de Tony Blair, que en 1998 le encomend¨® el llamado Informe Robinson. Tambi¨¦n asesor¨® al Ejecutivo aut¨®nomo de Irlanda del Norte en una estrategia de desarrollo creativo y econ¨®mico que se integrase en el proceso de paz, o a las autoridades de Singapur en su proyecto de crear un foco creativo en el sudeste asi¨¢tico.
Robinson siempre denost¨® el tipo de gesti¨®n educativa que impera en el mundo desarrollado y, en esa l¨ªnea, despreciaba las pruebas PISA (y su prestigio derivado del aval de la OCDE) por considerar que se reducen a una mera competencia entre pa¨ªses para situarse en las clasificaciones internacionales de educaci¨®n y as¨ª justificar sus pol¨ªticas. Los intereses de los estudiantes, sosten¨ªa, quedan en segundo plano y, sobre todo, se deja en la cuneta a todos los escolares que nunca ir¨¢n a la universidad, cuando se tratar¨ªa de ayudarles a explorar su potencial, su capacidad de absorci¨®n y riesgo, para invitarles a elegir entre un abanico de opciones creativas.
Como escritor de ¨¦xito, plasm¨® su ideario en libros como The Element: How Finding Your Passion Changes Everything (2009), traducido a 23 idiomas, o el m¨¢s reciente Creative Schools (2015). Pero el mejor compendio de sus propuestas para una dr¨¢stica reforma del obsoleto sistema educativo quiz¨¢s est¨¦ en aquella charla TED de hace 14 a?os, rebosante de humor, amenidad y pedagog¨ªa. Tambi¨¦n de pasi¨®n a la hora denunciar que la cultura occidental ha devaluado, o directamente ignorado, el tremendo potencial de la creatividad. La mayor¨ªa de ni?os lo llevan dentro, alegaba, hasta que en la escuela se les cortan las alas.