El Monopoly anticapitalista
Dos soci¨®logos franceses triunfan con un juego de mesa en el que critican la lucha de clases y la creciente desigualdad
En sus or¨ªgenes, a principios del siglo XX, el Monopoly era una cr¨ªtica a la especulaci¨®n con las propiedades y a la acumulaci¨®n de riqueza. Pero el paso del tiempo fue diluyendo su mensaje y se convirti¨® en un inocente juego de mesa con el que pasar la tarde dejando en bancarrota a amigos y familiares. En el caso del juego Kapital!, publicado por la editorial La Ville Br?le, que ha vendido m¨¢s 25.000 copias en Francia, es dif¨ªcil que el mensaje anticapitalista se diluya. Su subt¨ªtulo es bien claro: ¡°?Qui¨¦n ganar¨¢ la guerra de clases?¡±.
El juego, que se presenta en una caja rojo intenso, ha sido creado por la pareja de soci¨®logos Monique y Michel Pin?on-Charlot, que han dedicado su carrera al estudio de la desigualdad, las relaciones de clase y al estilo de vida de los ricos en sus propios ¨¢mbitos, las villas, los clubs privados, los vi?edos o los castillos. ¡°Creamos este juego de mesa como una forma de comprender el origen de las desigualdades sociales y econ¨®micas que se han vuelto enormes e inaceptables¡±, dicen desde Par¨ªs. A juicio de estos estudiosos, la ¡°lucha¡± de clases se ha transformado en una verdadera ¡°guerra¡± en la Francia de Emmanuel Macron y el juego va en perfecta consonancia con los tiempos en los que vivimos. Seg¨²n un reciente informe de PWC y UBS las grandes riquezas, pasado el primer golpe de la pandemia, aumentaron un 27,5% entre mayo y julio. Y se alcanz¨® un r¨¦cord de milmillonarios: 2.189 personas en el planeta Tierra.
En Kapital!, el que dicen ser el primer juego de ¡°sociolog¨ªa cr¨ªtica¡±, a uno le toca ser dominador o dominado seg¨²n decida el azar de los dados y su objetivo es acumular el m¨¢ximo de riqueza y llegar al ansiado ¡°para¨ªso fiscal¡± que culmina el juego. Durante la peripecia, a trav¨¦s de 82 casillas que representan la esperanza de vida media en Francia, el jugador va ganando y perdiendo los diferentes tipos de capital que estableci¨® el tambi¨¦n soci¨®logo franc¨¦s Pierre Bourdieu: capital econ¨®mico, capital social, capital cultural y capital simb¨®lico (el que se destila de tener un t¨ªtulo rimbombante, unas aficiones sofisticadas o una casa lujosa). ¡°Acaparando todos esos tipos de capital y todo el poder ligado a ellos, los capitalistas no solo explotan la fuerza de trabajo de los seres humanos, tambi¨¦n saquean la naturaleza, el bien com¨²n a todos los humanos, para su propio beneficio¡±, opinan los soci¨®logos; ¡°los superricos no son un problema, ?son una cat¨¢strofe planetaria!¡±.
Tambi¨¦n como en la vida misma, los poderosos lo tienen mucho m¨¢s f¨¢cil para ganar sobre el tablero. A trav¨¦s de las tarjetas que se van leyendo en el juego tenemos la oportunidad de entender c¨®mo se justifica la desigualdad como algo natural, c¨®mo se mercantiliza el mundo, c¨®mo operan la solidaridad de clase y las privatizaciones o c¨®mo es el ambiente en los clubes de yates y otros ambientes selectos. Algunas tarjetas proclaman la huelga general: los ricos pierden capital econ¨®mico. Si la tarjeta llama a la revoluci¨®n, la riqueza se redistribuye equitativamente entre los jugadores. Todo acompa?ado por el dise?o gr¨¢fico del dibujante de c¨®mics ?tienne L¨¦croart. Seg¨²n la revista francesa Les Inrockuptibles, este juego es ¡°un delicioso regalo envenenado para tu amigo de derechas¡±. ¡°Queremos que la gente entienda, con una cierta alegr¨ªa, que en la fase neoliberal y financiera del capitalismo estamos en una guerra de clases que libran los m¨¢s ricos contra los pueblos¡±, explican los Pin?on-Charlot.
Tambi¨¦n pretenden destapar ¡°la verdad de la violencia de los ricos, que los 10 multimillonarios que en Francia controlan el 90% de los medios y buscan esconder aquella con manipulaciones ideol¨®gicas y ling¨¹¨ªsticas¡±. Aunque se ha repetido hasta la saciedad que las clases no existen, que solo hay clase media y que por tanto no hay nada semejante a la lucha de clases, la cosa no est¨¢ tan clara. Los Pin?on-Charlot est¨¢n convencidos de lo contrario, pero tambi¨¦n uno de los hombres m¨¢s ricos del mundo, el inversor Warren Buffett, lo reconoci¨®: ¡°Claro que hay una lucha de clases, pero es mi clase, la clase de los ricos, la que est¨¢ librando esta guerra. Y la estamos ganando¡±.
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